El programa Sícoop, nombre que deriva del concepto de sistema de intercooperación, se ha desarrollado notablemente en el último tiempo a pesar de su corta vida y de la pandemia, afirmó a la diaria el coordinador ejecutivo, Gerardo Montes. Con fecha de origen formal en el segundo semestre de 2018, “han ido aumentando los volúmenes de transacciones y de operaciones”, y el programa ya nuclea “a más de 27 organizaciones que están integradas por más de 200.000 personas”, que son socios cooperativistas.
Concretamente, el Sícoop es “una red solidaria de intercooperación que está organizada bajo el acto cooperativo y se basa en el desarrollo del emprendedurismo asociativo, y para ello utiliza instrumentos de financiamiento propios”. Así lo describió Montes, quien agregó que “la idea, en definitiva, es lograr encadenamientos de política pública, activa participación del movimiento cooperativo, y la conclusión, el cierre o el resultado esperado es crear capacidades para el desarrollo humano”.
“Todas las clases cooperativas compran o venden algo, entonces el Sícoop lo que busca es generar, mediante la transversalidad del concepto de consumo y a partir del desarrollo de un retail propio, virtual, en formato de plataforma, que todas las clases cooperativas interactúen entre sí”, apuntó Montes, y añadió que en el “ecosistema” se logra “organizar productos y servicios, ofertas y demandas”, y “los diferentes cooperativistas pueden comprar en la medida en que el sistema los habilite como usuarios del Sícoop”.
En este sentido, Montes señaló que “el acto cooperativo es el que celebra un socio de su cooperativa con su cooperativa, pero también es el acuerdo realizado entre una cooperativa y otra cooperativa”. “Entonces, la idea es que la riqueza que genera el sistema cooperativo permita a otras cooperativas y a otros cooperativistas acceder a bienes y servicios por medio de una red solidaria”, agregó.
Montes detalló que el Sícoop está compuesto por “diferentes módulos” como el de préstamos, “donde cooperativas de ahorro y crédito autorizan líneas de crédito a cooperativas de consumo”; otro de catálogos de productos, “donde cooperativas de consumo compran a proveedores privados”; y otro de catálogos cooperativos, “donde cooperativas de consumo compran productos a cooperativas de trabajo o agrarias”. Como novedad, Montes adelantó que se está “avanzando” –o sea que “ya en los próximos meses va a estar operativo”– en un “módulo de vivienda, en el que los socios de las cooperativas de vivienda van a poder comprar productos de catálogos” utilizando la red, sean productos cooperativos o de proveedores privados.
En definitiva, la plataforma de Sícoop permitirá a los socios de cooperativas de vivienda acceder a comprar productos a través de ella. “Esos catálogos pueden estar compuestos por productos de empresas privadas, temas de equipamiento del hogar y tecnología, pero especialmente productos que provienen de cooperativas agrarias y de trabajo. Los miembros de cooperativas de vivienda también van a tener la posibilidad de comprar esos productos, utilizando mecanismos de financiamiento propios del sistema”, anunció.
“La idea es que todo cooperativista pueda interactuar, acceder a compras de productos o a líneas de crédito a través de un sistema común de gestión gobernado democráticamente entre todas las clases cooperativas”, explicó Montes.
“Todas las clases cooperativas compran o venden algo, entonces el Sícoop lo que busca es generar, mediante la transversalidad del concepto de consumo y a partir del desarrollo de un retail propio, virtual, en formato de plataforma, que todas las clases cooperativas interactúen entre sí”.
No todo es plata
A pesar de estos avances comerciales logrados por Sícoop, Montes se encargó de aclarar que la plataforma “no es un lugar para comprar y vender”, ya que “el objetivo es muy superior”. “Obviamente tomás en cuenta las cadenas de valor y en cada unidad de negocio interactúan diferentes instituciones: quién presta el dinero, a quién le estamos comprando, por dónde le pagamos y cómo le va el descuento. Pero el objetivo final es desarrollar capacidades humanas. Es otra cosa. Es justicia social, es solidaridad institucionalizada”.
En este sentido, dijo que Sícoop “es un programa de coconstrucción de política pública”. Específicamente, el Estado participa en el programa por intermedio del Instituto Nacional del Cooperativismo, que es el órgano regulador de las políticas públicas vinculado a las cooperativas, aunque “no tiene relación directa con contenidos de ofertas comerciales”. “Tiene que haber un desarrollo económico pero inserto en las relaciones sociales. Y en el tema de las relaciones sociales hay actores del Estado que juegan un rol preponderante, vinculado a esta construcción de justicia social y solidaridad institucionalizada”, sostuvo.
Finalmente, Montes destacó el avance que se logró en los tres años que pasaron desde el surgimiento formal del Sícoop. “A medida que avanza año a año, el sistema viene creciendo en términos económicos y de interacción entre instituciones. Por lo tanto, lo que se va visualizando es que el sistema se viene complejizando y viene aumentando en términos cuantitativos su incidencia dentro del sistema cooperativo”, concluyó.