El miércoles de tarde, en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), sesionó el Consejo Superior Tripartito (Poder Ejecutivo, y representantes de empresarios y trabajadores) para comunicar las pautas de la novena ronda de negociación colectiva. En un resumen publicado por el MTSS, se subrayó que “la realidad indica que, como resultado del impacto de la pandemia, hay sectores muy afectados y otros menos o poco afectados”. Por lo tanto, el gobierno propuso “diferenciar los lineamientos en sectores muy afectados y sectores menos o poco afectados por la pandemia”.
Así las cosas, para los “menos afectados”, el MTSS propone un convenio con plazo de dos años, un criterio de ajuste salarial que se regirá “por el indicador de inflación esperada más un componente de recuperación”. Además, “pautas diferenciales según cantidad de trabajadores por empresa”, separando, por un lado, a las microempresas, y por otro, a las pequeñas, medianas y grandes. Se define a las microempresas “como aquellas que tienen menos de cinco trabajadores y facturan hasta dos millones de Unidades Indexadas [unos 9.800.000 pesos] al año”.
Por lo tanto, para las microempresas se propone un ajuste de 2,5% en julio de 2021 (0,7% de recuperación); 3,2% en enero de 2022 (-0,5% de recuperación); 2,8% en julio de 2022 (0,8% de recuperación) y 3% en enero de 2023 (0 de recuperación). A su vez, para las demás empresas, se pauta una recuperación del 1,6% del salario real durante el período de dos años: 2,5% en julio de 2021 (0,7% de recuperación); 3,5% en enero de 2022 (-0,2% de recuperación); 3,1% en julio de 2022 (1,1% de recuperación); 3% en enero de 2023 (0 de recuperación).
Además, al final del convenio habrá un “ajuste final” que equivaldrá “a la eventual diferencia que se verifique entre la inflación esperada y la efectivamente ocurrida desde el primero de julio de 2021 al 30 de junio de 2023”.
En tanto, para los sectores “muy afectados” por la pandemia habrá un convenio con plazo de un año, con pauta única para todas las empresas, que no tendrá ajuste en este semestre sino recién para enero de 2022, con 3%. El MTSS define a estos sectores como aquellos que fueron exonerados del pago de los aportes patronales según el segundo artículo de la ley 19.942, de marzo de 2021, que fue aprobada para mitigar el impacto económico de la pandemia. Ellos son: transporte de escolares, cantinas escolares y servicios de catering artesanal, organización y realización de fiestas y eventos, con o sin locales, agencias de viajes, salas de cine, distribución cinematográfica y teatros, alojamiento y alimentación, artistas y actividades conexas no publicitarias, y clubes deportivos, entre otros.
El titular del MTSS, Pablo Mieres, resaltó en rueda de prensa que el convenio será de dos años “para la mayoría de los sectores”, con aumentos semestrales, y subrayó que por un lado tienen el componente de la inflación que “esperan que ocurra” más un “componente de recuperación”. Porque “hay que tener en cuenta que en el período puente, que cerró el 30 de junio, hubo una pérdida de poder adquisitivo del orden del 4,3%” y “hay un compromiso de ir recuperándolo”. “En este período, que culmina en julio de 2023, vamos a estar recuperando el 1,6% de este poder adquisitivo, manteniendo, obviamente, al mismo tiempo, aumentos por inflación”, subrayó.
“Esto, para los sectores que han sido menos afectados. Después, los más afectados, lamentablemente, no están en condiciones de asumir compromisos de recuperación salarial, ni siquiera de absorber aumentos. Por lo tanto, vamos a un nuevo puente de un año, con el objetivo de esperar a que dentro de un año la cosa esté mejor; entonces, va a ser solo un aumento nominal el primero de enero de 2022. Obviamente, esos sectores van a tener una pérdida salarial, que ya tienen y que se puede agudizar. Pero no hay más remedio, porque lo otro es una situación de empresas que están muy caídas”, finalizó el ministro.
“Como arena entre los dedos”
“Salimos bastante preocupados”, dijo en rueda de prensa Marcelo Abdala, secretario general del PIT-CNT, luego de la reunión. Sostuvo que si bien se establece un criterio que la central sindical planteó, de manejarse sobre la base del 100% de la inflación prevista, “parece demasiado corta con respecto a lo que luego sucede en la realidad”, y “lo que le importa al trabajador es su salario y su poder de compra, no las estimaciones”. “Es verdad que existen determinados porcentajes de recuperación, pero en la medida en que la inflación prevista está tan chata, y no hay correctivo semestral, también podría estar hipotecada la propia recuperación”, sostuvo.
Además, dijo que el nuevo puente de un año para los sectores más afectados “ahonda aún más la rebaja salarial”. Agregó que es “recontra complejo” que se discrimine una negociación que en los Consejos de Salarios “está concebida para que sea por rama de actividad”, descomponiéndola “al separar la situación de las microempresas del resto del conjunto de las empresas”.
“Hay números, pero son insuficientes. Lo que ellos estimaron ya se queda corto. Entonces, si tu estimas una inflación demasiado baja, no solamente corres el riesgo de que se mantenga la rebaja salarial en cada ajuste, sino que además licuás la recuperación”, indicó. Además, Abdala subrayó que “no se dice nada de aquellos sectores que se la han llevado triple en esta situación, que, con pandemia o sin pandemia, han exportado y facturado”, eso tampoco “se tuvo en cuenta”.
Por último, dijo que no hay “garantía” de que se recupere el salario al fin del período, porque “no están claros los correctivos”, entonces, “la recuperación, que hoy es virtual, se puede ir como arena entre los dedos, si la inflación está prevista de manera muy chata”.
Recuperación “muy lenta”
A su vez, Alejandra Picco, economista del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, que también estuvo en la reunión, dijo a la diaria que “dentro de los aspectos más negativos” está que para los sectores más afectados “se vuelve a plantear un año puente, donde vuelven a tener caída del salario real, con una inflación que siempre se va a ubicar por encima de ese 3%” y piensa “que va a estar más en el entorno del 6%”, por lo tanto, “en el correr de estos dos años van a tener una pérdida del salario real de entre 7 y 8 %”.
En cuanto a lo planteado para el resto de los sectores que se consideran que no están en problemas, Picco dijo que “la tasa de recuperación que se está planteando es muy lenta” y puso en duda “si realmente en este período de gobierno se va a poder recuperar la pérdida que hubo en el período puente”.
“Desde un punto de vista más político y que tiene que ver más con la negociación y no con lo salarial en sí, esta separación de los sectores de actividad según el tamaño de las empresas es algo que nos parece preocupante. Porque una cosa es que haya algunos sectores en que las pequeñas empresas se hayan visto más afectadas y que puedan plantear descuelgues respecto a los convenios generales, pero acá estamos partiendo de lineamientos que ya de por sí dentro de los sectores diferencian las empresas por su tamaño”, señaló. Agregó que esto “rompe un poco con la lógica” con la que se venía trabajando en los Consejos de Salarios desde hace tiempo.
Con respecto a la dicotomía entre empleo y salario que se argumenta desde el Poder Ejecutivo, Picco dijo que “no debería ser una contradicción para la salida de la crisis” porque “las razones por las que el empleo no crece no vienen por el lado de que los salarios sean altos” sino que los sectores no están contratando trabajadores “porque tienen problemas de actividad por distintas razones, por los aforos, porque hay actividades que no se han retomado”, etcétera. “Contraponer empleo y salario no tienen sentido”, finalizó.