Ancap emitió un comunicado este martes donde informa de distintas medidas tomadas por el directorio, vinculadas a las relaciones laborales y los negocios de la empresa estatal. Sobre lo primero, comunicó la decisión de “no renovar el Acuerdo Marco para un Convenio Colectivo del año 2000 (que se basara en el firmado en 1993) y acuerdos complementarios, convocando al sindicato a negociar uno nuevo que incluya la reglamentación de la carrera horizontal para los funcionarios”.

La comunicación sostiene que según las autoridades, “el espíritu y metas propuestas en esos documentos no se están cumpliendo”, y por ende “las relaciones empresa-gremio no se ajustan a lo oportunamente acordado, evidenciando un conjunto importante de planteos sindicales que rápidamente escalan de los ámbitos de negociación a posiciones de conflicto, contrarios a las decisiones que legítimamente corresponden a la empresa”.

En esa misma línea, Ancap añade: “Se constata una aplicación frecuente y excesiva de medidas distorsivas, que decididos en ámbitos sectoriales impactan a otras áreas e impiden la normal y eficiente operación, generando importantes sobrecostos en un entorno cada vez más exigente y competitivo”.

Los conflictos entre el directorio y la Federación Ancap (Fancap) vienen desde hace meses, ya que los trabajadores denuncian desmantelamiento de servicios y afectación de fuentes de trabajo. El caso de Alcoholes del Uruguay (ALUR) generó también reclamos del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química. El jueves pasado Fancap ocupó la sede de la empresa y el viernes hubo un ámbito de negociación con las autoridades, sin avances.

Rescindir contrato con barco y cerrar línea de negocio

En el mismo comunicado, Ancap informó que por decisión del directorio desde el 31 de agosto da por finalizado “el alquiler del barco Malva H, propiedad de un armador extranjero”. Recordó que el “contrato fue firmado en 2019 luego de un proceso altamente conflictivo causado por la baja del buque ANCAP IX y negociaciones entre el sindicato y el gobierno de la época, en una serie de decisiones que no contaron con informe favorable de la estructura gerencial”.

La empresa defiende la medida, porque significa un ahorro de más de dos millones de dólares al año. Además, aclaró que “el suministro de combustibles a las plantas del litoral (Juan Lacaze y Paysandú) se mantendrá reorganizando la operativa de las barcazas y el empujador de ANCAP, complementada con operativas de camiones cisterna que alternarán el transporte de gasolina hacia el norte del país y etanol al sur”.

Otra medida tomada a nivel del directorio es “mandatar a la gerencia general a efectos que negocie la salida de ANCAP de la empresa Talobras, una sociedad creada en 2012 entre el operador del aeropuerto de Carrasco y la distribuidora Petrobras, hoy DISA”. La empresa estatal detalló que esa actividad no llegó a concretarse, que hubo “controversia” entre los socios, y que el objetivo era “gestionar la logística de abastecimiento a aviones, actividad que, por sus características y volúmenes involucrados, no es de interés prioritario de ANCAP”.

También se encomienda a la gerencia general “que negocie el alquiler de las plantas de aerocombustibles actualmente operadas por personal de ANCAP”.

La petrolera estatal aclaró que comunicó la decisión al sindicato y pretende “negociar la reubicación de todos los empleados involucrados para reforzar otras actividades logísticas críticas para el abastecimiento a la población”.