“Es muy común escuchar, cuando un trabajador hace una movilización, que el malo es él. Hay que entender que cuando el trabajador llega a tomar una medida de movilización, a perder salario ‒en este caso a perder tres días de salario‒, viene acompasado a algo”, manifestó a la diaria Álvaro Reinaldo, coordinador de operadores de terminales del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra).
El lunes comenzó un paro de 72 horas en el puerto de Montevideo, convocado por los trabajadores del Supra de la terminal especializada de contenedores Cuenca del Plata (TCP), que pertenece a Katoen Natie y en parte minoritaria al Estado. También adhirieron trabajadores de la empresa Montecon, operador de contenedores de los muelles públicos del puerto de Montevideo. El martes los trabajadores se movilizaron frente a la Torre Ejecutiva y el miércoles habrá una reunión ampliada del Ejecutivo del sindicato para evaluar próximas medidas.
La actividad de carga y descarga de contenedores está suspendida y no hay ningún tipo de operativa de comercio exterior hasta que se levante la medida, aunque los trabajadores montaron una guardia gremial para permitir el control de los contenedores con mercaderías refrigeradas.
“Estamos discutiendo un convenio colectivo hace seis meses, se nos ha hecho cuesta arriba, aún sabiendo que la empresa está en condiciones sumamente favorables. Ya sabemos que Katoen Natie tiene una extensión hasta el año 2081, con prioridad de atraque y muchos beneficios que a nuestro entender son exagerados y abusivos. Aun en estas condiciones favorables, no hay manera de haber acordado un convenio acorde a los beneficios que la empresa está obteniendo del gobierno”, planteó Reinaldo.
Los trabajadores decidieron convocar al paro por la falta de acuerdo en el ámbito tripartito con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). El dirigente sindical planteó que han tenido “incansables reuniones de forma tripartita”, y que en el MTSS se les dijo: “Acá no vengan más, tómense un tiempo, negocien de forma bipartita, porque acá no hay manera de llegar a un acuerdo”. “Hicimos un intento más de seguir de forma bipartita, siguiendo los consejos del Ministerio de Trabajo, y ni así hemos podido llegar a un acuerdo”, apuntó. Señaló que las “idas y vueltas de la empresa” han llevado al “enojo de los trabajadores”. “Al mirar hacia atrás, a mí no se me ocurre un paro de 72 horas en el puerto de esta magnitud”, sumó.
Reinaldo afirmó que la empresa pone a modo de ejemplo los bonos que les está dando a los trabajadores, pero “no dice que a los trabajadores los quieren tener a todos eventuales”. “Nosotros hace muy poquito conseguimos una ley de convocatorias aseguradas, para que las empresas estibadoras de contenedores aseguren 13 jornales. La empresa hoy en día está desconociendo esa ley, como también está desconociendo ciertas partidas de los Consejos de Salarios”, argumentó.
La obligatoriedad del pago de 13 jornales en el puerto es un reclamo histórico del sindicato, que fue incluido en la Rendición de Cuentas en 2017, aunque luego se sucedieron varias prórrogas para negociar las condiciones de su implementación entre trabajadores y sindicatos. A mitad de 2019 se logró un acuerdo entre el gremio y el Centro de Navegación.
El coordinador de operadores de Supra indicó que los trabajadores más afectados son los de la empresa Montecon. A través de la prioridad que consagró el nuevo contrato entre el gobierno y Katoen Natie para el despacho de contenedores en TCP, regla “que empieza a regir a partir del 1° de noviembre, ya se estarían yendo las líneas [navieras] de Montecon; están en riesgo unas 700 fuentes de trabajo”, enfatizó.
“Lo que exigimos los trabajadores es llevar adelante un trabajo digno, con jornales asegurados”, planteó el presidente del sindicato de trabajadores de Montecon, Martín García, y agregó que de las 700 fuentes de trabajo que corren peligro, más de 400 son propiamente de Montecon y alrededor de 300 provienen de empresas tercerizadas, que también dependen exclusivamente de la empresa.
“El problema que existe entre Montecon y TCP es un tema a nivel político-empresarial. Aunque nosotros estemos preocupados por lo que pase, no nos involucramos; lo que sí nos preocupa y en lo que sí vamos a seguir luchando es por los puestos de trabajo y las condiciones de trabajo”, remarcó García.
Expresó que el sindicato se adhirió al paro porque los trabajadores portuarios “pelean por lo mismo”. “Las empresas van y vienen; los trabajadores somos los que quedamos en el medio. Queremos cambiar la idea de dejarnos manejar por las empresas y que hagan lo que quieran con nosotros. Es lo que están haciendo”, agregó.
Medida “abusiva”
Katoen Natie, en nombre de la Terminal Cuenca del Plata, emitió un comunicado tras conocerse la medida, en el que “lamenta que trabajadores hayan rechazado el acuerdo, luego de siete meses de negociación y pese a que se les duplicó el bono pedido y afecten el comercio exterior”. Expresan que “temen que el paro de 72 horas que llevará a cabo el Sindicato Único Portuario afecte de manera negativa el comercio exterior y se pierdan buques y servicios que se habían recuperado hace poco tiempo”.
La empresa consideró que la medida es “abusiva”, “atenta contra el comercio exterior en momentos que la situación portuaria mundial se encuentra en crisis por la falta de contenedores” y que se parece “a una movida coordinada para desestabilizar”.