En abril de 1863 empresarios alemanes vinculados al científico Justus von Liebig fundaron la empresa Liebig Extract of Meat Company, en Fray Bentos, y lograron producir el extracto de carne acabado cuyo destino fue el mercado europeo. Estos empresarios crearon la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana, la segunda más vieja después de la Cámara Española de Uruguay.

En la actualidad la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana tiene más de 200 afiliados de diferentes rubros, se trata de empresas alemanas, pero también uruguayas que tienen un vínculo con el país europeo. Son seis los pilares en lo que trabaja: formación dual y trabajo de futuro, emprendedurismo, medioambiente, digitalización y trasferencia de tecnología, logística e infraestructura, y agroindustria forestal.

En entrevista con la diaria Mischa Groh, gerente general de la cámara, dijo que no sólo apuntan a oportunidades de negocios, sino que se preocupan por el futuro, y contó que han trabajado en fomentar el reciclaje: en 2021 repartieron en Rivera 500 composteras para “sensibilizar sobre el segundo uso de los residuos”. Uno de los objetivos de este programa es que un equipo técnico acompañe el proceso durante un año, que se encargue de la capacitación y de medir el impacto sociocultural y ambiental.

Por su parte, Willie Tucci, presidente de la cámara, dijo que otro de los proyectos que están llevando adelante desde 2014 es la formación dual, un emprendimiento que fue bien visto tanto por Tabaré Vázquez, cuando asumió su último mandato, como por el actual mandatario Luis Lacalle Pou.

En todos estos años de existencia de la cámara la situación nacional e internacional cambió mucho. ¿Cómo fue el relacionamiento con Uruguay en las distintas etapas?

Willie Tucci: Si una cámara de un país como Alemania, que es tan ajeno a la cultura uruguaya, tiene tantos años de vida, es porque siempre estuvo muy presente en lo que es la economía y el relacionamiento con las autoridades. La relación está y es la base de lo que hacemos.

De las empresas que están hoy en la cámara, ¿hay algún rubro predominante?

Mischa Groh: Nuestro pool de empresas es bastante heterogéneo. Eso tiene que ver con las diferentes olas de inversión y la inserción de Uruguay a nivel global. Han venido empresas a instalarse en diferentes rubros aprovechando a Uruguay como un hub logístico regional (donde se reúnen la mercancías con la finalidad de ser redistribuidas).

En la primera transición energética varias empresas alemanas han invertido en Uruguay, pero también hay empresas que se dedican a las telecomunicaciones, a la agricultura, a la industria química y farmacéutica, es bastante variado.

¿Qué ventajas ve el empresariado alemán en Uruguay?

Willie Tucci: Las cualidades distintivas de Uruguay no son circunstanciales, los empresarios que vienen buscan inversiones a largo plazo. Hay muy pocas, y sobre todo extranjeras, que vengan a hacerse la América, a probar y hacer plata en dos años, en general tienen muchos años acá. Uruguay les ofrece a los inversores estabilidad jurídica, económica –dentro de los vaivenes de la economía que cualquier inversor europeo sabe que hay en estas latitudes–. Dentro del marco global, la estabilidad política, laboral, el cumplimento de leyes sociales, les da la tranquilidad de estar en un país serio. Acá cambia el gobierno, pero las políticas de Estado se mantienen, ese es nuestro caballito de batalla. Uruguay es un país políticamente de centro, el batllismo todavía está bien arraigado y eso creo que es lo que da la estabilidad. Tenemos valores, no sólo políticos, sino de familia y trabajo.

El marco internacional hace más de dos años que es complejo, primero por la pandemia y ahora por la invasión de Rusia a Ucrania. ¿Esto influyó en la cantidad de personas que quieren invertir en Uruguay? ¿Vieron algún cambio?

Mischa Groh: De los cinco años que llevo en Uruguay puedo constatar que tenemos un flujo creciente de empresas que se interesan por el país. Esto pasa porque Uruguay se está estableciendo como un puerto seguro en la región, además aprovechó el buen manejo de la pandemia, que fue bastante visible a nivel periodístico y eso ha causado que las empresas miren más a Uruguay, más allá de que hay también temas más estratégicos, como el del hidrógeno verde, en el que Uruguay tiene ciertas virtudes como proveedor de Europa. Este es un tema estratégico en el que hay una apertura y un interés creciente en la comunidad empresarial alemana.

¿Hay más empresas tradicionales o innovadoras interesadas en el país?

Mischa Groh: Para nombrar algunas inversiones recientes está la decisión de BASF (empresa que se dedica a los productos químicos) de brindar servicios a sus sucursales en todas las Américas; recién sumaron más de 300 funcionarios a los 500 que ya tenían. También está la empresa de trenes que están operando con el Ferrocarril Central [Deutsche Bahn International Operation], se trata de una empresa con una tecnología de punta y mucho conocimiento en el sector. Después está en Zonamerica la empresa que fue la responsable de la distribución de la vacuna de Pfizer para toda América Latina, y ahora abrieron una sucursal en San Pablo que se maneja desde Uruguay, eso demuestra la confianza de esas empresas, que son pymes [pequeñas y medianas empresas] en Alemania. En 2021 vino el CEO de Volkswagen a Uruguay para anunciar la inversión de 20 millones de dólares en capacitación, nuevos empleos y tecnología.

Willie Tucci: La base de la economía alemana son las pymes y muchas de las empresas que están acá son de esta clase, además hay muchas empresas familiares. Otro de los roles de la cámara es incubar empresas y eso nos ayuda a desarrollar soluciones innovadoras.

Recién mencionaban el hidrógeno verde. ¿Qué es y cómo les parece que lo podemos exportar?

Willie Tucci: Estamos convencidos de que el hidrógeno verde es la próxima revolución energética, es lo que viene luego de las energías renovables. Hay muchos lugares en el mundo en el que se genera energía eléctrica, pero la pregunta que surge es cómo transportarla y el hidrógeno juega ese papel, sea para su uso como gas o para otra forma, como ser amoníaco o sus derivados. De estos se pueden producir fertilizantes verdes basados en energías renovables. Uruguay es superavitario de energía renovable, y sabemos que está subaprovechada la superficie offshore, donde hay mucha capacidad eólica. El potencial es poder captar la mayor parte de esa energía y transportarla en forma de hidrógeno. Los clientes están en Europa, que ahora está penando porque siguen usando carbón, gas y petróleo. Ahora se acerca el verano [en Europa] y no hay mucho drama, pero si esto pasara dentro de seis meses, estarían en un problema complicado porque si no tienen calefacción, se mueren, en Europa sin calefacción hay mucha gente que se muere.

Mischa Groh: Nosotros como cámara desde 2020 estamos trabajando en el desarrollo de la economía del hidrógeno. Junto con los organismos públicos y privados hemos hecho una presentación de Uruguay ante el gobierno alemán para poder ser un proveedor de hidrógeno verde y sus derivados. En 2021 acompañamos al ministro [de Industria y Energía] Omar Paganini a Alemania y tuvimos encuentros con posibles inversores. Ya se están desarrollando los primeros proyectos de empresas alemanas y próximamente van a participar en una licitación. Esto funciona a través de una fundación que se creó, que se llama H2Global Foundation, que cuenta con 1.000 millones de euros para desarrollar proyectos. Estos fondos permiten la compra en el extranjero, y esto apunta a que en el futuro las energías renovables sean más competitivas frente a a las fuentes fósiles. Uruguay tiene chaces de exportar un derivado y además desarrollar un proceso industrial, que crearía 34.000 nuevos puestos de trabajo calificados.

Willie Tucci: Esa tecnología va a generar nuevas capacidades técnicas y posibilidades para que los jóvenes puedan estudiar. Seguramente se hermane con la formación dual, esto de aprender haciendo. Vamos a tener una industria muy específica y técnica que sin dudas va a requerir una capacitación especial.

¿En la actualidad hay recursos humanos como para cubrir esa cantidad de puestos de trabajo?

Mischa Groh: Este es un tema no menor, antes de cualquier inversión siempre se pregunta si se tiene mano de obra calificada. Creo que a nivel académico Uruguay tiene muy buena mano de obra, pero a nivel técnico falta. Como cámara, desde 2014 hemos hecho un trabajo para implementar la educación dual, en pos de bajar el alto desempleo juvenil y la deserción estudiantil, y por otro lado aumentar la productividad en la empresa.

Willie Tucci: Uno de nuestros focos temáticos es ese y le vemos una potencialidad enorme en Uruguay. Hay chicos que ni estudian ni trabajan, los famosos ni ni, están en una situación que después se vuelve un círculo vicioso porque no consiguen trabajo porque no están calificados y no estudian porque tienen que salir a trabajar. La educación dual es aprender mientras se hace, se trabaja y se estudia al mismo tiempo.

En concreto, ¿cómo funciona?

Willie Tucci: [En la educación dual] hay un tutor que está en la empresa y guía al estudiante, el tutor está en contacto con el instituto educativo, que puede ser UTU, UTEC o algún privado. La currícula se hace en conjunto: la necesidad de las empresas y la de los estudiantes. No es que, por ejemplo, se estudie mecánica y se trabaje en un taller arreglando ruedas. Si se habla de un tema, se trabaja en él. Es aprender en la teoría y aplicarlo en la práctica. No es una pasantía, son trabajadores formales que cobran un salario y están sometidos a un jefe, un horario y a cumplir con determinada calidad del trabajo. Cobran lo mismo que otro trabajador, hay incentivos para las empresas, pero eso no es lo que nos importa. Es un ganar ganar, las empresas forman personas a su medida y después, cuando termina el curso, vas a hacer lo imposible por que se quede trabajando en ese lugar. Es tener un profesional hecho a medida, lo que uno sueña. En los países en lo que está funcionado el desempleo juvenil y el abandono estudiantil es muy bajo.

Cuando hablaban de los ni ni, muchas son mujeres que se tienen que hacer cargo de, por ejemplo, las tareas de de cuidado. ¿Tienen pensado una perspectiva de género?

Willie Tucci: No es algo que nos hemos planteado de forma específica, pero hay un montón de casos de éxito de mujeres que están participando. Me imagino una madre joven que tiene que hacer funcionar su casa y cuidar a su hijo pudiendo hacer esto, se sigue formando y a la vez tiene su ingreso. Me apasiona el tema porque veo que cierra por todos lados. La barrera que hemos tenido es que nos ha costado que los institutos de educación adopten el tema y que salgan de su estructura clásica. Cada vez que nos sentamos y hablamos estamos todos de acuerdo, pero a la hora de implementar es cuando nos ha costado un poco más, porque cada uno tiene que dejar un poco. Los empresarios tienen que dejar que los institutos te digan lo que tiene que hacer el trabajador y los institutos tienen que poder acceder a cambiar su currícula.

Mischa Groh: Un buen ejemplo es lo que hemos desarrollado con UTU sobre electromovilidad.

Willie Tucci: Se han creado institutos de alta dedicación donde UTU va a enseñar cosas muy específicas, una de ellos es la movilidad eléctrica y ahí se está diseñado desde el arranque con un modelo dual. Las empresas que venden u ofrecen al mercado vehículos eléctricos están formando parte de la currícula y han donado materiales, y se comprometieron a traer técnicos extranjeros para las capacitaciones. Lo nuevo que se está haciendo en este formato está funcionando.

Mischa Groh: También se está haciendo en logística en acuerdo con la cámara.

Volkswagen eligió a Uruguay como el primer país de América Latina en recibir su variedad de autos totalmente eléctricos. ¿Creen que existe la infraestructura necesaria para este tipo de vehículos?

Mischa Groh: Uruguay tiene una de las mejores infraestructuras viales de América Latina, y UTE ha hecho un gran trabajo, el plan es tener 60 kilómetros de infraestructura de carga. creo que el país está preparado para ese cambio. Hoy hay autos eléctricos de alta gama, pero la idea es ofrecer autos de mediana y pequeña gama para que todos los uruguayos y uruguayas puedan acceder a esta nueva tecnología que va a significar un cambio en la calidad de vida.