En diálogo con la diaria, el secretario general de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), Luis Goichea, contó que el sindicato reclama por un aumento de sueldo para los trabajadores de mantenimiento de la planta 8 en la ciudad de Rodríguez, en San José, y la 21, que está en el complejo industrial de Montevideo. Argumentó que Conaprole sumó nuevas tecnologías de punta y que siempre que se llevaron a cabo esta clase de transformaciones hubo negociación y discusión entre la empresa y el sindicato, y se acordaron mejoras en los ingresos. En este caso no sucedió con los trabajadores que hacen reparación y mantenimiento.
Según Goichea, la última categorización de oficio de esos trabajadores data de octubre de 2010 y, sumando la situación de las innovaciones tecnológicas en ambas plantas, el sindicato entendió que debían mejorarse sus ingresos: “Pasó un tiempo importante desde la última categorización y todas esas transformaciones requieren mayor formación y capacitación. Incluso a los nuevos que ingresan les piden una mayor base técnica, y luego, a la hora del salario, no se lo han reconocido. Esa es la demanda planteada desde hace más de 14 meses, en marzo de 2021”.
Contó que desde ese momento hubo varias instancias de negociación y luego otras bipartitas y tripartitas promovidas por el poder Ejecutivo, pero desde Conaprole nunca se hizo una propuesta concreta. Como respuesta, en los primeros días de abril el sindicato tomó como medida “trabajar a reglamento” -sin hacer horas extras-. Comenzó con el personal de oficio y luego, cuando Conaprole se retiró de todos los ámbitos bipartitos, se extendió a todo el gremio el día 8 del mismo mes. Lo siguiente fueron medidas de paro.
Mediante un comunicado, Conaprole planteó que “las medidas llevadas a cabo por AOEC, que implican paros, asambleas, trabajo a reglamento, piquetes e incumplimientos graves del marco normativo vigente, afectan a toda la cadena láctea y su sustentabilidad, y también a los propios trabajadores”.
Diez gremiales lecheras también eligieron la vía del comunicado para manifestar su malestar por lo que denominaron un “injustificado conflicto, provocado por un pedido de 40% de aumento para 70 trabajadores del área de mantenimiento que hoy perciben cuatro o cinco veces un salario mínimo nacional”. El texto agregó que “este conflicto irracional no sólo nos perjudica, sino que también a la población con el desabastecimiento, a los comerciantes, distribuidores y todos los trabajadores involucrados en la cadena del sector lácteo, principalmente a sus propios compañeros de trabajo”.
Con respecto a esto Goichea dijo que la cifra de 40% es una “deformación” que ocurrió luego de una reunión que tuvieron con Conaprole el año pasado. En esa instancia plantearon que querían una mejora en los ingresos de los trabajadores, que podía ser en distintas variables: categoría, plus, compensación o en porcentaje: “Los compañeros hicieron un sondeo en distintos sindicatos sobre los salarios que ganaba el personal eléctrico, mecánico y en otras áreas de trabajo. En Conaprole el año pasado se ganaba 2.830 pesos el jornal diario y encontraron salarios de 3.600 y 3.700. Entonces se planteó que si estamos en la empresa número uno del país, con exportaciones permanentes y premio de eficiencia, queremos tener el mejor salario que tienen los trabajadores del oficio”.
Conaprole interpretó que se pidió 40% y desde el sindicato se planteó que era una referencia y querían que se acercaran a esa cifra. Según dijo Goichea, Conaprole nunca hizo una propuesta con un planteo sobre cuál debería ser la mejora salarial. El jueves hubo una reunión entre el sindicato, la empresa y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la que se acordó que va a haber una nueva reunión mañana en la que Conaprole presentará una propuesta concreta. Desde el viernes 20 de mayo las medidas que tomó el sindicato están en suspenso debido a las negociaciones.
Otras negociaciones
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) y la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) se encuentran negociando un nuevo convenio colectivo. La última reunión fue el viernes 20 de mayo y la próxima será el viernes 27 a las 10.00. Goichea -que también es secretario general de la FTIL- contó que se está de acuerdo en conceptos como la recuperación del salario perdido en 2021 y que desde el sindicato “quieren que sea lo más rápido posible”. Dijo que el convenio está “casi estructurado”.
La diferencia está centrada en las cláusulas de paz y de prevención de conflictos: “Nosotros queremos mantener las que tenemos históricamente desde 2013 y 2016, y la CILU quiere cláusulas con mayores sanciones. Ahí es donde se ha ido trancando un poco, el ministerio [de Trabajo] hizo una propuesta que podía ser llevada por los trabajadores, pero para la CILU no [...] En esta semana el ministerio va a hablar con las partes y a tratar de establecer una propuesta final de su parte”, dijo.