El plazo límite de la mesa de diálogo era el viernes 26 de agosto. Así quedó fijado por la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU), Citibank y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en una reunión tripartita dos semanas atrás. La mesa de diálogo tenía como propósito encontrar una solución a los despidos de tres trabajadores de Citibank, luego de que el banco vendiese un área de negocios a la firma Insigneo. Finalizado el plazo límite, no hubo avances en la negociación y AEBU reanudó el conflicto.
A partir de las 16.00 de este lunes, el sindicato detuvo la actividad bancaria en el sector privado. El paro abarca a todas las sucursales de Ciudad Vieja, donde está la sede del Citibank. Además, convocó a una concentración en el banco Heritage, ubicado en Rincón e Ituzaingó. El MTSS intentó este lunes a última hora gestionar alguna alternativa para extender la mesa de diálogo, pero no hubo acuerdo con el sindicato. Es más, el mismo viernes AEBU denunció a Citibank ante la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social por “prácticas antisindicales”.
En un comunicado el sindicato manifestó “su rechazo más absoluto sobre la situación generada por Citibank al impedir el ingreso del sindicato a sus dependencias para comunicarse con sus trabajadores afiliados”. El responsable del bloqueo, sostiene el comunicado, fue el gerente general del banco, Gabriel González, cuya “soberbia ha rechazado todo tipo de negociación”.
Ocho meses en conflicto
A fines de 2021, Citibank vendió parte de su operativa a la empresa de corretaje Insigneo, con sede en Miami, y anunció que despediría a 29 empleados. De ese número, 26 acordaron con la institución financiera retiros incentivados. Los tres trabajadores restantes, no. AEBU reclama desde hace ocho meses con paros y movilizaciones el mantenimiento de esos tres puestos de trabajo.
El MTSS ha intentado varias veces mediar entre ambas partes, por el momento sin éxito. El jueves 11 de agosto, AEBU ocupó la sede central de Citibank, ubicada en la esquina de Cerrito y Misiones. Al día siguiente, hubo una reunión tripartita en el MTSS en la cual se acordó establecer la mesa de diálogo que, sin avances, finalizó el pasado viernes. Durante ese tiempo no existió contacto directo entre AEBU y Citibank. La negociación fue a través del MTSS.
En diálogo con la diaria, Walter Tabeira, dirigente del Consejo del Sector Financiero Privado de AEBU, afirmó que Citibank no acercó ninguna propuesta a la mesa de negociación y señaló que se mantiene en una “intransigencia” que el MTSS “no ha podido reducir”. De continuar así, sostuvo, “nosotros definiríamos retomar el plan de movilización” que comprende a los bancos “y al resto de las instituciones privadas”, “no descartando a la actividad oficial”.
Con todo, indicó que la reanudación del conflicto sería “de menos a más”, con paros sorpresivos en el sector privado. En ese sentido, puntualizó que AEBU tiene cerca de 10.800 afiliados en 84 empresas: “Nosotros vamos a movilizar a todo el sindicato, no podemos naturalizar el despido de tres trabajadores”.
Tabeira señaló que el reclamo de AEBU sigue siendo “que se abra una nueva instancia para reubicar a los tres compañeros”. Reconoció que para ese objetivo “desgraciadamente vamos a afectar a terceros y clientes”. “No es nuestro deseo. Es el deseo de Citibank que, totalmente cerrado e intransigente, ha llevado a esta situación a este extremo. Nosotros no vamos a dejar de defender los puestos de trabajo. Una vez que reiniciemos el conflicto, la realidad del sistema financiero no va a ser la misma que la semana pasada”, agregó.
El resto de la plaza financiera
El día de la ocupación de la casa central de Citibank, la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) lamentó en un comunicado “los perjuicios que las medidas sindicales adoptadas por AEBU provocarán en nuestros clientes”. Destacó que de los 29 “colaboradores desvinculados”, 26 aceptaron “una compensación superior a la que establece la legislación uruguaya”.
Asimismo, ABPU mencionó que el sindicato les solicitó a los bancos privados “que influyan sobre Citibank” para encontrar alguna salida al problema, por ejemplo mediante la contratación de los tres trabajadores despedidos. Pero los bancos privados rechazaron ese pedido: “No es razonable que se obligue a un banco a incorporar a su plantilla a trabajadores que fueron desafectados por un competidor”, puntualizaron, entre otros argumentos.
Al respecto, Tabeira afirmó que existe una postura “contradictoria” de los bancos privados. Aseguró que recientemente el banco Heritage contrató a “una persona despedida por el Citibank, no afiliada, que trabajó hasta el pasado 31 de julio”. “La coartada que se nos manifestaba desde ABPU hoy ya no tiene ningún tipo de valor”, añadió.