“Se limaron varios aspectos”, pero no hubo acuerdo, dijo a la diaria Luis Goichea, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL). Este miércoles, representantes de la federación, la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se reunieron en el ámbito del Consejo de Salarios para avanzar en la firma de un nuevo convenio colectivo, negociación que acumula varios meses con idas y vueltas, pero en la que no hubo consenso. Según contó Goichea, la FTIL advirtió a las partes que “no hay mucho más margen” y analiza retomar medidas de protesta a partir del próximo viernes.
Pese a que lograron avances en el contenido del acuerdo, “quedó un punto concreto” sin resolverse, señaló Goichea. “La CILU condiciona el pago de la partida, que se iba a pagar en el último año, a un acuerdo posterior entre las partes [empresarios y trabajadores], lo cual es improbable, es como decir 'si yo quiero, te la pago y si no, no'”, manifestó. Esto, sostuvo, implicó que “se cerrara la instancia” y que los equipos de negociación se retirasen sin una fecha agendada para otro encuentro tripartito.
Semanas atrás, el mayor desencuentro entre la federación de trabajadores y la cámara empresarial era la modificación de la cláusula de paz, incluida en el convenio colectivo para prevenir acciones o medidas durante la vigencia del acuerdo, a pedido de la CILU. Pero este punto “quedó totalmente superado” este miércoles. “Se logró avanzar tanto en el concepto como en el alcance de la cláusula de paz”, indicó Goichea.
El foco del problema pasó a ser ahora el pago de la partida y su condicionamiento, según la FTIL, a un acuerdo futuro entre ambas partes. “No se pudo zanjar la diferencia. Nosotros dejamos un último planteo a la CILU y al MTSS, pero no quedó ninguna instancia pactada y ya anunciamos que si no hay una respuesta favorable a ese planteo, a partir del viernes vamos a retomar el trabajo a reglamento”, afirmó el dirigente de la FTIL. El trabajo a reglamento consiste en no realizar horas extras, cambios de turno ni cambios de sección, entre otras medidas.
Asimismo, Goichea adelantó que el próximo lunes se reunirá el Plenario Nacional de Delegados de la FTIL para evaluar la implementación de las últimas medidas aprobadas en asamblea, “inclusive un paro de 24 horas” y la detención sorpresiva de actividades durante la próxima semana.
Al término de la reunión tripartita, la FTIL emitió un comunicado en el que subraya que se elevó “una última propuesta” tanto a la CILU como al MTSS y que “si este último planteo no es aceptado” por la cámara empresarial, volverá a aplicarse, como primera medida, el trabajo a reglamento, dado que “no hay más márgenes al respecto”.
Así entonces, el conflicto en el sector lácteo suma un nuevo capítulo. La FTIL contabiliza 18 meses de pérdida salarial y critica que el crecimiento de la industria láctea no se ve reflejado en los salarios de los trabajadores. Durante junio y julio, la federación realizó de manera escalonada una serie de paros por sindicatos y planteó ejecutar acciones de enlentecimiento de las exportaciones lácteas. Este mes inicia la zafra en la lechería.