Este miércoles, la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) hizo un paro parcial con movilización, en reclamo de “trabajo, mejores condiciones laborales y en defensa del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS)”.
El secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez, explicó a la diaria los motivos que llevaron a definir la paralización de 8.00 a 15.00 y la movilización que comenzó a las 9.00 en el Obelisco y que culminó pasadas las 11.00 en las puertas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). “Fue una gran movilización, ya que vinieron trabajadores de todo el país, lo que reafirma el carácter nacional de esta federación. Hubo gente que salió de su departamento en la medianoche, y eso demuestra que es un gremio con una convocatoria que se pone a prueba en cada instancia de lucha”, dijo.
Agregó que en la marcha participaron unos 1.000 trabajadores, la mitad de ellos de diferentes departamentos. En la actividad estuvieron también el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, el presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Martín Pereira, y un representante de los usuarios, con quienes la FUS está trabajando en conjunto actualmente en algunos temas.
Consultado sobre la importancia de las reivindicaciones del paro y la movilización, Bermúdez dijo que “todos los temas eran importantes por igual, porque resumen un conjunto de situaciones que se viven en la salud privada y en gran parte de la salud del país”. Señaló que hay diversas situaciones en cuanto a la salud y condiciones laborales de los trabajadores que “descomponen el Sistema Nacional Integrado de Salud”, y que el gobierno “claramente no apunta a mejorarlo”, ya que “deja que se venga abajo”.
“Aporto ejemplos. La falta de complementación de servicios entre el sector público y el privado. Hay alguna institución en el norte del país que tiene un hospital público con un mamógrafo a unas cuatro cuadras y media de distancia y, sin embargo, a los pacientes que deben hacerse una mamografía los lleva en remise a Livramento. Veamos los acuerdos que tienen esas instituciones. La Junta Nacional de Salud [Junasa] nada dice al respecto. Hay una enorme preocupación por un sistema nacional que se va deteriorando”, añadió Bermúdez.
El dirigente afirmó que el gobierno, durante la pandemia, trató como héroes y “afiló” al personal de la salud, pero una vez que la pandemia fue quedando atrás, “si te he visto no me acuerdo”. Comentó también que “ese es un marco que hay que enfrentar, esa doble situación”, y que “hay que pelear” por la situación que enfrentan los trabajadores del Casmu para mantener sus fuentes de trabajo, además de algunas cosas que suceden con Crami en la ciudad de Las Piedras, donde, si no se arriba a una solución, “la FUS va a llevar el conflicto a todo el país”.
Bermúdez también manifestó que este martes se hizo el lanzamiento oficial de la campaña para la recolección de firmas a nivel nacional para alcanzar las adhesiones que permitan llevar a plebiscito la ley de reforma jubilatoria. “Entendemos que es una reforma contraria a los grandes intereses de esta población. La FUS lanzó su campaña y, junto con el PIT-CNT, nos sumamos al objetivo de tratar de recolectar por lo menos 500.000 firmas al mes de abril de 2024 para entregarlas a la Corte Electoral”.
Acerca de la recolección de firmas, dijo que en la federación se considera que hay dos etapas. La primera es la que cada gremio debe asumir, dijo el dirigente, y explicó que en la FUS la intención es llevar adelante la idea de “un afiliado, una firma”, por lo que de los 33.000 afiliados a nivel nacional, se espera recabar igual número de firmas. Comentó que la segunda etapa “abarca al conjunto de la población, con salidas y puestos de recolección, tanto en Montevideo como en todo el interior”.
Consultado sobre cuáles serán los próximos pasos de la FUS, tras el paro y la marcha en Montevideo, Bermúdez respondió: “Queremos que esto siga por el mismo camino que la FUS ha tenido siempre, que es un camino de propuestas, de seriedad a la hora de discutir, pero también un camino de definiciones, movilización y lucha. Eso para cuando las negociaciones se estancan. Es que entendemos que la movilización y la lucha sirven para negociar mejor”.
“Con la política neoliberal que ha llevado este gobierno, claramente, la perspectiva es difícil pero, por difícil que sea, no vamos a bajar los brazos ni en la negociación ni en la lucha”, concluyó.