Naciones Unidas organizó un conversatorio denominado “Diálogos para el futuro de Uruguay. El futuro de la producción y el trabajo en Uruguay: condiciones actuales, desafíos presentes y perspectivas”, que se desarrolló en el edificio del Mercosur, en Montevideo, y contó con la participación del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, y del presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala.

En su intervención, Mieres manifestó que hace un año recibió la información de que la ONU quería llevar a cabo una serie de eventos relacionados con el futuro de Uruguay. “El desafío vuelve a estar planteado y, particularmente, el tema del trabajo es de los ámbitos donde hay más dinamismo. Es decir, el mundo del trabajo hoy se presenta como uno de esos lugares centrales en la vida de las personas, tan crucial para el bienestar de la sociedad, y al mismo tiempo tan cambiante, incierto y desafiante”, comentó.

El ministro agregó: “Con total convicción digo que el desafío de pensar el trabajo, que la Comisión de Futuro del Parlamento le ha dedicado su tiempo, en un país como Uruguay que históricamente tiene y sigue teniendo una fuerte tendencia a la nostalgia. A mirar hacia atrás. Nostálgicos pero al mismo tiempo con capacidad y perspectiva”. Manifestó que se declara “tecno-optimista” y que “siempre que hay saltos tecnológicos en el mundo del trabajo, desde la primera revolución industrial a la fecha, siempre hubo dos miradas al problema del trabajo. Una mirada apocalíptica, de que el trabajo va a desaparecer, y otra mirada, que supone una gran transformación, de la estructura laboral, pero no una reducción de puestos de trabajo”.

Resaltó que cada salto tecnológico tiene sus peculiaridades y que la evidencia histórica dice que el stock de puestos de trabajo y de roles laborales aumenta, y lo que hay es un cambio de cuáles son las posiciones que se mantienen y las que desaparecen. Consideró que “eso es un gran problema”, que desde el punto de vista cronológico puede estar afectado por una mayor velocidad en los cambios.

“Los países que tienen mayor tecnología incorporada en su estructura productiva son los que tienen pleno empleo, mientras que los que tienen mayor atraso tecnológico tienen mayores dificultades y desempleo. Pero lo que es dramático y fuertemente traumático es que en el proceso de cambio, que es cada vez más acelerado, ahí sí hay ganadores y perdedores, y eso nos tiene que generar la necesidad de dar respuestas más adecuadas”, explicó el ministro. Esto tiene que ver con los avances de la tecnología, la capacitación y formación de recursos humanos y el avance de las empresas que van en esa línea.

Sobre las variantes en el mundo del trabajo, dijo que uno de los principales ejes pasa por cuáles serán las competencias más demandadas, y que hay dos que sobresalen por sobre varias, y son las competencias digitales y las denominadas “habilidades blandas o transversales”, aquellas competencias que tienen que ver con la empleabilidad.

550.000 veinticincomilpesistas

Por su parte, el presidente de la central sindical dijo que los problemas para resolver en América Latina y en Uruguay son del siglo XX, y que estos se mezclan con dificultades del siglo XXI. “Si Uruguay no apunta conscientemente a diversificar la matriz productiva, no hay forma de mejorar el mundo del trabajo en el país”, sostuvo.

Recordó que en el país hay unas 160.000 personas sin empleo (poco más del 8%), y que hay una informalidad de entre 20% y 22%. Resaltó que en Uruguay las mujeres tienen más dificultades para encontrar trabajo (casi 10%), y que ascienden al 26% los jóvenes menores de 25 años que no tienen empleo.

Abdala profundizó en la situación de Uruguay y dijo que hay unas 550.000 personas que tienen trabajos en los que ganan 25.000 pesos, a los que llamó “salarios de hambre, salarios sumergidos”, que representan un tercio de la población económicamente activa.

El presidente del PIT-CNT destacó la importancia de desarrollar una política industrial, y en eso consideró que el mercado solo no resuelve. También resaltó la trascendencia y necesidad de la existencia de comités productivos sectoriales, e hizo énfasis en la relevancia y el valor de realizar compras públicas con responsabilidad. A su vez, mencionó la inserción internacional pro América Latina-Mercosur, como una complementación productiva intraindustrial.

Concluyó que si se analizan las exportaciones, considerando los bienes y servicios, más del 81% de lo que se exporta son productos intensivos en recursos naturales –materias primas–, “cada vez más desvalorizados”. “Estamos teniendo un retroceso muy importante, y esto no tiene que ver con este gobierno, sino que tiene que ver con una tendencia a la exacerbación de las desigualdades en la economía del mundo. Para nosotros, este es el punto que hay que resolver, porque, si no, siempre vamos a tener pobreza, asentamientos déficit fiscal y problemas de generación del ingreso para sostener una sociedad”, afirmó Abdala.

Al evento, además de Mieres y Abdala, asistieron la economista de la Universidad de la República Verónica Amarante, el representante de la Cámara de Industrias del Uruguay Sebastián Pérez y el secretario ejecutivo de la Cepal en Santiago de Chile, José Manuel Salazar. Estuvieron presentes también Pablo Ruiz Hiebra, coordinador residente de Naciones Unidas en Uruguay, y el diputado por el Partido Nacional Rodrigo Goñi, quien además es integrante de la Comisión del Futuro del Parlamento.