El lunes, el Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines (Sutcra), el Sindicato Único de Multiahorro (SUM), que viene de la cadena adquirida por Ta-Ta, y el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de Ta-Ta, realizaron una movilización frente a la Torre Ejecutiva como protesta contra una serie de medidas que ha tomado la empresa. En diálogo con la diaria, el presidente del SUM, Leonel Bianqui, apuntó que la semana pasada los dirigentes de los tres sindicatos tuvieron una reunión en la que resolvieron unir fuerzas y la movilización del lunes fue “el puntapié inicial” del trabajo en conjunto entre las organizaciones de trabajadores.
Bianqui comentó que el objetivo es “dar una señal más contundente a la empresa” y mostrar que “se terminó eso de que cada sindicato va por su lado”. Valoró que la movilización fue “buena” y comentó que entregaron una carta dirigida al presidente Luis Lacalle Pou con sus reclamos. Además, añadió que entienden que la empresa tiene una relación de “amiguismo” con el gobierno, en referencia a la relación que mantienen el mandatario uruguayo y el dueño de Ta-Ta, el empresario argentino Francisco de Narváez, que por ejemplo le proporcionó su avión privado a Lacalle Pou para el viaje que este hizo al Congo. En Uruguay, el grupo De Narváez tiene además la cadena de farmacias y perfumerías San Roque, la compañía de ventas por internet Woow, la de ropa BAS, y la distribuidora Frontoy.
Entre los principales reclamos de los trabajadores, Bianqui destacó que “la empresa está sacando gente que tiene años en la empresa, con antigüedad, para hacer una reestructura y poner gente nueva. Están buscando despedir trabajadores y tercerizar”. Hace poco más de un año, la empresa despidió a una cajera con 16 años de experiencia bajo el argumento de que era lenta y en enero de este año despidió a dos trabajadores sindicalizados de su centro logístico.
De acuerdo a Bianqui, en Ta-Ta hay cerca de 5.000 trabajadores en total, alrededor de 4.000 están contratados de forma directa y aproximadamente 1.000 son tercerizados. Recordó que en el pasado Ta-Ta llegó a tener 6.000 trabajadores, pero luego los fueron reduciendo. Añadió que la reducción de personal afecta la atención al público y los clientes lo notan: “Se pierde en clientes y se pierde en venta. El cajero inteligente y el autoservice han generado pérdidas de clientes. Van a otro local donde haya una mejor atención, eso lo hemos denunciado también”.
Además, el sindicato señaló que desde enero la empresa impulsó “cambios en las reglas de juego” con respecto a las formas de pago de los salarios vacacionales, que significó pérdida de salario para los trabajadores. En este contexto, Bianqui apuntó que hay una contradicción entre las medidas de recorte que está tomando la empresa y las inversiones que está realizando en otras materias: “Denunciamos que la empresa recibió un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo gracias al gobierno, para abrir más locales. Esa es otra contradicción. Plata hay para eso, pero después están sacando trabajadores con antigüedad. Nos recortan de un lado y ellos ganan de otro”, afirmó.
Como respuesta, los trabajadores planean hacer una movilización durante la apertura del nuevo local de Ta-Ta en Barros Blancos, que se espera que sea en abril, para manifestar sus reclamos. Además, dijo que, cada cierto tiempo, los trabajadores del Sutcra siguen aplicando la medida de “trancar” la entrada de camiones al centro logístico de la empresa como protesta contra los despidos.
Según Bianqui, la empresa les dice a los trabajadores que está estudiando sus reclamos, pero en realidad están “estirando” la situación porque “no presentan una respuesta ni una solución”. Comentó que el próximo viernes 17 de febrero se realizará una mesa tripartita en la Dirección Nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) entre la empresa y el SUM; ahí presentarán sus reclamos.
Sobre la posición del MTSS con respecto al tema, señaló que “está siendo muy neutral” y que “tratan de no meter mucha cuchara”, aunque en las últimas reuniones en Dinatra “les dieron la razón y dijeron que fue una metida de pata de la empresa”; “pero tampoco es algo que digas ‘bueno, vamos a frenar’. Están siendo muy tibios en ese sentido”.
“Estamos de mal en peor, siguen sacando beneficios, salarios, reduciendo personal y no pasa nada. Es contradictorio en muchas cosas, siguen abriendo locales y hay locales que se caen a pedazos”, insistió. En ese sentido, manifestó que creen que el objetivo es vender la cadena de supermercados, ya que ven la intención de la empresa de “exprimir todo lo que tengan los supermercados y después venderlos” a “una multinacional más grande”.