En la previa al paro general parcial que el PIT-CNT llevará a cabo este jueves 23 para posicionarse en contra de la reforma jubilatoria que impulsa el Poder Ejecutivo y que ya tiene media sanción del Senado, la central sindical realizó una rueda de prensa este miércoles en su sede, en la que su presidente, Marcelo Abdala, explicó las características de la medida.

Según el dirigente, habrá una movilización que comenzará a las 9.00 en la explanada de la Universidad de la República y llegará hasta el Palacio Legislativo. Además, para favorecer una participación masiva en la movilización, el transporte colectivo en el área metropolitana no parará.

Abdala también se refirió a las acciones que tomará el PIT-CNT luego del paro de mañana, aseguró que “la cosa no va a quedar ahí” y que en caso de que la reforma se apruebe, se elaborará una estrategia para seguir con el tema, la cuál “se verá en su momento”.

Además, ante el planteo de la posibilidad de que el Frente Amplio gane las próximas elecciones y lleve a cabo una reforma de la seguridad social diferente, el presidente del PIT-CNT respondió que son “una clase organizada que actúa frente a los distintos poderes ejecutivos”, defendiendo su autonomía de decisión y su “independencia conceptual”.

Como explicación de las medidas, planteó que el proyecto de reforma del Ejecutivo “eleva la barrera de los años de trabajo para contingentes masivos de la población trabajadora” y “genera menos derechos, menos jubilación, condiciones que no tienen nada que ver con las mejores tradiciones del país”. En ese sentido, apuntó que la seguridad social es un mecanismo para proteger a la gente “de lo que no resuelve la economía de mercado”, que “tiene que ver con derechos desde que sos niño hasta después que fallecés”; “Tiene que ver con las asignaciones familiares, la protección de la discapacidad, con el seguro de paro y con los mecanismos de protección social en una sociedad que es cada vez más desigualitaria”. Por eso, consideró que el proyecto implica “un retroceso”.

El dirigente sindical señaló que “se viene una revolución tecnológica impresionante” y que no se sabe “en qué va a estar trabajando nuestra gente en un periodo corto de 10 o 15 años”. Ante la posibilidad de que esta revolución “trastoque radicalmente la situación del trabajo, donde hay que plantearse una distribución más equitativa para que el trabajo no se convierta en un privilegio”, cuestionó que subir la edad jubilatoria sea lo más adecuado. “Nosotros preferimos una discusión seria donde todo el mundo asuma derechos y también compromisos, en la que podamos salir con una política de Estado en materia de seguridad social y un compromiso más serio”, aseguró.

Abdala indicó que para el movimiento sindical “es necesaria una reforma de la seguridad social, pero de otro tipo”, ya que lo bueno sería que se logre con una “negociación y con diálogo social” y no “con una comisión asesora que bailó al ritmo que le dictó el Poder Ejecutivo”. Recordó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda que las cuestiones relacionadas a la seguridad social se deben hacer con diálogo social, “en un ámbito, por lo menos, cuatripartito de negociación, donde esté el sistema político, los empresarios, los jubilados y los trabajadores”. “Eso no se hizo”, planteó.

“Más allá de que el debate denota que hay matices y contradicciones en la propia coalición de gobierno, nosotros decimos que no se vote este proyecto a las apuradas en esta administración. Démonos el tiempo para pensar una reforma de la seguridad social sustentable desde un punto de vista económico, social en sus derechos, ambiental. Para eso se requiere una discusión muy informada, una negociación, donde todo el mundo pueda participar, que no es lo que está pasando ahora”, insistió. Además, afirmó que perciben que “la enorme mayoría de la población no comparte esta reforma jubilatoria”.

Consultado sobre otras posibles alternativas, el dirigente sindical afirmó que hay “montones” de alternativas y sugirió discutir la forma de financiación del Banco de Previsión Social: “La OIT aconseja que aporte más el empleador que el trabajador, o a lo sumo que aporten igual, ¿por qué en Uruguay un empleado paga un 15% de su ingreso y el empleador un 7,5%?, ¿no será que hay sectores que hoy están recontra beneficiados, que se apropian de una porción enorme de la riqueza del país y que pueden aportar un poco más?”, cuestionó.

En ese sentido, aclaró que no se refiere a los aportes “del pequeño industrial, el pequeño comerciante y el pequeño productor agropecuario”, sino que a “las empresas que facturan a granel, igual que como producen”. “Hasta Bill Gates, insospechado de estar de acuerdo con el movimiento obrero, dice que esta humanidad no soporta el nivel de desigualdad que hay ahora y que hay que gravar más al capital”, afirmó.