En la mañana del miércoles, la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA) realizó una manifestación frente a la sede del Grupo Empresarial CIR, en reclamo de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, además de mejores condiciones salariales y el establecimiento de un Fondo Social Metalúrgico para todos los subgrupos de la metalurgia.

En diálogo con la diaria, Danilo Dárdano, presidente del sindicato, contó que, ante todo, el principal interés es que los trabajadores puedan “participar en la elaboración de propuestas que mejoren la política industrial”, algo que hasta el momento no ha sucedido. Según el dirigente, en los últimos días “en el grupo 8 de los Consejos de Salarios las cámaras han respondido positivamente” al pedido. “Ahí habría un cambio que no es menor, pues no es menor tener la posibilidad de opinar”, afirmó.

Asimismo, respecto a las modificaciones en el horario de la jornada laboral, Dárdano explicó que el planteo existe “hace años” pero no se concreta nada pues “siempre hay un peligro o alguna complicación”. Al principio, eran los propios trabajadores los que se resistían a debatir sobre la productividad, pero luego de reflexionar y comprender que “era importante discutir” se encontraron con el planteo de que es “imposible” hacerlo.

Actualmente el trabajo ronda las 48 horas semanales, tanto de lunes a viernes como de lunes a sábados. “Nosotros planteamos que sean 40” y aunque “en una negociación a veces lográs el 100% y a veces no”, con “lo que no estamos de acuerdo es con que no se mueva”, afirmó el dirigente.

Las razones por las que la situación aún no ha cambiado se vinculan con las intenciones de “sectores conservadores”, planteó Dárdano. De acuerdo a su perspectiva, existe una postura que espera que los trabajadores se dediquen a “laburar” y que dejen la parte de “pensar” para los empresarios. “Cuando queremos colocar alguna alternativa, no es de recibo, ¿entonces para qué nos pide opinión?”, cuestionó el presidente de la UNTMRA.

Por otro lado, “es fundamental tener un plan estratégico que sea tomado como política de Estado”, agregó Dárdano. Lo ideal es que el programa se elabore “pensado de aquí a 15, 20, 40 años para adelante” y se lleve a cabo “gobierne quien gobierne”. El objetivo es pasar de tener “un país privado” a “un país en desarrollo”, y como “eso va a costar”, corresponde crear “una banca de desarrollo” y generar “un colchón social que banque a los que quedamos por el camino en esa transición”, dijo.

Además, el presidente de la UNTMRA destacó que en el presente sólo tienen acceso al Fondo Social Metalúrgico algunos subgrupos, por lo que sería una “gran conquista” que se extienda a los sectores del plástico, la electrónica, las estaciones de servicio y la energía alternativa, que aún no lo tienen. “Hoy hay trabajadores A y trabajadores B”, lamentó.

Por último, Dárdano comunicó que el martes 5 de setiembre se llevará adelante otra movilización, en el marco de una negociación colectiva en la que “los avances son muy pocos, o cero en general”. Esta vez será frente a la Torre Ejecutiva y comenzará a las 9.00. La idea es partir desde allí a la Cámara Industrial del Uruguay para enunciar sus reivindicaciones ante “la postura política intransigente de la patronales”.