La Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) organizó este viernes por la tarde el evento “Desafíos para un Uruguay con desarrollo sostenible”, en el marco de la 116ª edición de la Expo Prado. El evento contó con una apertura a cargo del presidente de la CCE, Diego O’Neill, quien realizó una serie de descargos y propuestas vinculadas a las políticas productivas.

El presidente de la CCE reconoció en primer lugar la necesidad de “profundizar la sostenibilidad de la actividad económica” desde el sector privado, de tal forma que se priorice no sólo la dimensión económica, sino también los puntos de vista social y ambiental.

De esta forma, O’Neill llamó a “impulsar una economía del conocimiento nacional y productivo”, donde las empresas asuman “un rol protagónico” y se vuelvan “lugares de aprendizaje”. Asimismo, recalcó “que el Estado solo no puede atender y resolver” los problemas de “déficit de capital humano” que presenta Uruguay.

Igualmente, reconoció avances en materia ambiental por parte de las empresas, puesto que, según explicó, se observan “exigencias” por parte de los diferentes clientes y mercados, que vuelven “cada vez más necesario” incorporar estrategias pro ambientales.

Sin embargo, y más allá de los reconocimientos por parte de la CCE, O’Neill también planteó una serie de “desafíos” que desde la organización se entiende debe afrontar el Estado para incrementar la competitividad, distribuidos en cuatro ejes temáticos.

En primer lugar, el presidente de la CCE llamó a avanzar en el desarrollo de infraestructura, ya que “es clave” el “impacto que tiene en la actividad económica”, y también garantiza “el acceso a derechos de las personas, como la educación, la salud y la vivienda”, explicó.

Por ello, y con el argumento de que “muchos de los proyectos de infraestructura son proyectos de largo plazo”, O’Neill recalcó la necesidad de “una política nacional que se mantenga a lo largo del tiempo”.

Luego, al profundizar sobre las relaciones laborales, O’Neill instó a avanzar en la “flexibilización de la jornada laboral”. Según argumentó, “la normativa acumulada” a lo largo de 100 años “hace que tengamos un sistema rígido”. Así, explicó que avances en flexibilización permitirían “conciliar” no sólo la actividad empresarial sino también “la vida laboral y la vida personal de los trabajadores”. El presidente de la CCE recordó que el fenómeno “es una tendencia en el mundo”, e instó a Uruguay a seguir su ejemplo.

Además, lamentó la existencia de una “negociación colectiva montevideana”, por lo que llamó a “atender la heterogeneidad a partir de lineamientos diferenciales hacia adentro de un mismo sector”, que contemplen las características de las diferentes actividades empresariales. O’Neill también abogó por desarrollar “procedimientos objetivos” que habiliten la implementación “en determinadas situaciones objetivas” de “un mecanismo de descuelgue”, sin la necesidad de pasar por la negociación colectiva.

En tercer lugar, O’Neill recordó la necesidad de una reforma del Estado, recordando palabras de Tabaré Vázquez, quien en su momento se había referido a la misma como “la madre de todas las reformas”. El presidente de la CCE lamentó que “los avances son escasos”, si bien reconoció que el tema “no es sencillo” porque “estamos en una sociedad estatista”. Sin embargo, “el sector empresarial lo está demandando, y el sector empresarial es importante”.

El último eje abordado por el presidente de la CCE fue la apertura comercial e inserción internacional de nuestro país. Según notó O’Neill, “un país como el nuestro sólo puede crecer de manera significativa y avanzar hasta un estado de desarrollo con una adecuada inserción internacional”, algo que, a su entender, “es una discusión que está laudada”.

Por ello, O’Neill manifestó su apoyo hacia la estrategia internacional llevada a cabo por la actual administración, entre los que notó sus intentos de “flexibilizar” el Mercosur, así como de lograr una gran cantidad de acuerdos bilaterales.

Sin embargo, lamentó una supuesta falta de “disposición” de acompañar dicha estrategia por los otros países miembros, por lo que cuestionó si el bloque podría ratificar un acuerdo con la Unión Europea, que luego de varios idas y vueltas, todavía se halla en tratativas. De todas formas, el presidente de la CCE reconoció que las condiciones pueden cambiar, entre otras cosas, dados los resultados de las elecciones en Argentina.

Para finalizar, O’Neill anunció que desde la confederación se encuentran conformando un documento de cara a las próximas elecciones, que le permita a la confederación compartir sus preocupaciones y respectivas propuestas a seguir en el próximo período de gobierno. “Nos parece que hay que buscar un amplio consenso a nivel país para poder avanzar”, concluyó.

Las visiones de los ministros

También intervinieron en el evento los titulares de los Ministerios de Transporte y Obras Públicas (MTOP), José Luis Falero; Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, y Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche.

Falero reconoció el “enorme desafío” en materia de infraestructura expuesto por el presidente de la CCE, producto de los crecientes niveles de producción, algo que, argumentó “no ha sido acompañado por la inversión pública”. Por ello, explicó, desde el MTOP y el MEF se entendió la necesidad de “hacer un esfuerzo” para acompañar los niveles de desarrollo.

“Nuestro equipo está trabajando, no solamente en corregir ese déficit de infraestructura que tenía el Uruguay, sino también en trabajar en el presente y en proyectar”, destacó, para luego proceder a detallar distintas acciones tomadas por su cartera, entre la que se encuentran el mantenimiento y la extensión de rutas. Además, se refirió a la concreción del proyecto del Ferrocarril Central, y una potencial expansión de la red ferroviaria hacia Salto.

Asimismo, el ministro de Transporte y Obras Públicas se refirió al “fortalecimiento del puerto de Montevideo”, un tema que reconoció fue “cuestionado”, aunque reafirmó que desde el gobierno estaban “convencidos de que era el camino correcto, porque allí había que tomar una decisión para modernizar el puerto, para crecer, y para poder seguir fortaleciendo la actividad portuaria”.

Mieres, por su parte, inició su intervención recordando las diferentes crisis con “impactos globales” que el gobierno ha debido afrontar a lo largo del período, a pesar de las cuales, argumentó, se crearon 120.000 puestos de trabajo. Asimismo, rechazó cualquier cuestionamiento acerca de la “calidad de los empleos” generados, ya que, según explicó, los niveles de precariedad y subempleo han descendido respecto de los años previos a 2020.

También recordó que durante su gestión, se logró la personería jurídica de los sindicatos, que “será un instrumento adicional para otorgar garantías en la negociaciones”, y celebró la aprobación de la Ley 20.145, que adecúa el régimen de negociaciones colectivas a la normativa internacional.

Por otra parte, el ministro de Trabajo y Seguridad Social advirtió sobre los posibles efectos del plebiscito contra la reforma de la seguridad social y las AFAP impulsado desde el PIT-CNT, que según entendió “llevaría al país al colapso del sistema previsional, incrementando de manera gigantesca el déficit”. Igualmente, “confiscaría los ahorros de cientos de miles de uruguayos que fueron recaudados” en las AFAP, aseguró Mieres.

Finalmente, la ministra de Economía y Finanzas celebró que el país se encuentra en “el nivel más bajo de inflación de los últimos 18 años”, que “muestra que hay un mayor poder adquisitivo de los uruguayos”, y celebró la implementación de “una rebaja tributaria considerable” dirigida “a los contribuyentes y a los trabajadores de menores ingresos”.

También demostró su satisfacción con los indicadores económicos internacionales, muchos de los cuales, detalló, muestran al país en una buena posición. “Estamos frente a un modelo de desarrollo diferente, que se basa en primer lugar en la libertad de las personas. Creemos que las personas tienen que tener mejores oportunidades para desarrollarse”, concluyó.