El 16 de octubre, en la cumbre de la duodécima edición del Congreso Nacional de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, se presentaron las nuevas normativas de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y los residuos de obras de construcción (ROC).

Actualmente se generan más de 880.000 toneladas de ROC en Uruguay, que representan 20% del total de los residuos generados en el país. Sin embargo, el problema real llega a la hora de deshacerse de estos desechos. No existe una estrategia de valorización que permita cubrir el volumen de generación, y si a eso se le suma que casi un tercio de los residuos que ingresan a los sitios de disposición final (SDF) son ROC, se terminan produciendo contaminantes que impactan negativamente en el medioambiente.

En 2019 se aprobó la ley integral de gestión de residuos (19.829), que en 2020 se empezó a implantar. Esta busca “promover la formalización de la cadena de reciclaje y establecer plazos para la regularización de los sitios de disposición final de residuos”.

El objetivo principal es que para 2032 exista un plan de valoración de residuos en el que al menos 60% de los ROC generados sean derivados a canales de valorización o de remediación de canteras. Igualmente, dentro de tres años se realizará una revisión general para ver si los objetivos a medio plazo se van cumpliendo de manera correcta.

¿En qué consiste la ley integral de gestión de residuos?

La página web del Ministerio de Ambiente (MA) define que la Ley 19.829 tiene como propósito proteger el ambiente y promover un modelo de desarrollo sostenible. Para lograr su meta de una forma más efectiva, se implantó un Plan Nacional de Gestión de Residuos que tiene como eje central reconocer los residuos como un recurso. De esta manera, se busca prevenir y reducir los impactos adversos de generar y gestionar esos residuos. En el caso específico de los ROC, se quiere aumentar el porcentaje de valoración existente.

En diálogo con la diaria, la gerenta del Área de Información, Planificación y Calidad Ambiental del MA, Marisol Mallo, declaró que la reglamentación de residuos de construcción tiene como objetivo primordial mejorar la valorización de esos materiales para que en un futuro se puedan usar en distintas construcciones. Asimismo, Mallo afirmó que iniciaron el proceso de la reglamentación de residuos de construcción al término de 2022, pero la propuesta técnica recién finalizará este año, dado que se está desarrollando el plan con la actividad privada, con gremiales, con las academias y con diversos organismos de la sociedad civil.

Mallo explicó que, a pesar de que la ley integral de gestión de residuos se aprobó en 2019, hubo reglamentos que se fueron formando desde antes, como el Plan de Envases, pero la ley consolidó un marco político. Lo que se hizo en estos cinco años fue desarrollar el ordenamiento jurídico de la parte de gestión de residuos de construcción, y de la parte de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. La gerenta puso el ejemplo de la nueva planta industrial de Ecopet, inaugurada hace un par de semanas. Esta empresa, que forma parte de la compañía Envases, ayudará en el reciclaje de botellas.

¿Qué son las plantas de residuos?

Las plantas de residuos se encargan de recuperar materiales usados para su posterior reciclaje. Este proceso consta de varias etapas, como la clasificación de materiales, la conversión en una nueva materia prima y, finalmente, la reinserción al mercado como un producto totalmente nuevo.

Para tratar los ROC, el MA y la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) contrataron varias plantas con el fin de que reciclaran entre 70.000 y 100.000 toneladas de residuos al año. Una de esas plantas es Plataforma Valor. Creada a partir de la idea del entonces secretario de la Asociación de Recicladores de Plástico del Uruguay, Daniel Brenes, la empresa se dedica no sólo a reciclar elementos de construcción, sino también a “valorizarlos”.

En diálogo con la diaria, Brenes contó que su idea inicial era reciclar aproximadamente unas 55.000 toneladas anuales de residuos, pero aunque confían en que en breve se les dé la autorización para hacerlo, cree que aún tendrán que esperar una o dos semanas para contar con el permiso. El propietario de Plataforma Valor opinó que, en caso de que todo salga bien y se logre reciclar la cantidad deseada, el factor clave pasaría a ser qué se va a hacer con los residuos. Brenes agregó que el problema de los residuos no se va a resolver erigiendo plantas de reciclaje, sino que se resolverá cuando se construyan cadenas de valor que “traccionen”.

Según él, si las plantas no tienen una cadena de valor, no se puede verificar que el producto que llega para ser reciclado se pueda transformar en algo que tenga un valor semejante, y como consecuencia se puede terminar desperdiciando un material de alto valor.

Brenes culminó diciendo que otra medida que se tiene que promover es “sustituir las canteras”, es decir, obtener los materiales necesarios para construir por medio de la demolición y no de la extracción, para que de esta manera se tenga que dejar de sacar materiales de la naturaleza que tienen un mayor valor y que pueden ser usados en otras cosas más importantes.