Daniel* es funcionario de la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA) del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Su cargo es de ayudante de arquitecto, pero como también es estudiante avanzado de prevencionista, realiza tareas de ayudante en esa especialización. Actualmente se desempeña en la División Coordinación y Administración de Contratos, del Área Gestión de Arquitectura, pero llegó a esa oficina luego de una larga historia atravesada por agresiones, denuncias y cambios en sus funciones en el ministerio.
En diálogo con la diaria, Daniel relató una serie de hechos de violencia que vivió en su espacio de trabajo y las consecuencias que tuvieron en su vida. Como parte relevante de su historia, indicó que tiene una patología congénita del hemicuerpo izquierdo, una enfermedad que afecta toda la parte izquierda de su cuerpo y genera una discapacidad motriz en su pierna y brazo izquierdos.
A principios de 2023, trabajaba en la Oficina de Coordinación y Control, que se ubica en el edificio central del MTOP. El ayudante de prevencionista señaló que Paulino Lessa, por entonces jefe de la sección Construcción 3, lo agredió de forma verbal y física repetidas veces entre el 6 y 13 de febrero de 2023. Al contar lo que sucedió, destacó que su discapacidad y la diferencia de cargo jerárquico lo convirtieron en blanco de situaciones de violencia.
Luego de un largo proceso que incluyó una investigación administrativa en el ministerio y denuncias en la Justicia, manifestó que, en vez de recibir asistencia por ser víctima de agresiones, fue perjudicado por la Dirección en la que trabaja. Indicó que luego de las situaciones de maltrato, vio afectada su carrera funcional, ya que lo apartaron de su puesto durante casi 18 meses y no le asignaron tareas.
Además, hizo énfasis en que en su caso nunca se aplicó el protocolo de acoso laboral y de violencia física. Aseguró que nunca lo llamó un psicólogo, “ni nadie” para preguntarle cómo estaba. Según él, las jerarquías del ministerio “esconden” su caso lo máximo posible.
Este caso no es el primero que involucra a Lessa. En agosto de 2022, dos prevencionistas denunciaron que por señalar irregularidades en la seguridad de obras de la DNA fueron apartados de sus puestos de trabajo. En ese momento, Lessa, que era jefe en la Sección de Seguridad e Higiene Ocupacional, les ordenó a los prevencionistas que mantuvieran las condiciones irregulares de una obra “en la interna”, luego de que ocurriera un accidente laboral en un centro del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.
Las primeras agresiones
El caso de Daniel comenzó durante una reunión de equipo que tenían los integrantes de la Oficina de Coordinación y Control todas las semanas. Aunque Lessa no integraba la oficina, Daniel indicó que asistía a las reuniones en rol de “asesor”. El lunes 6 de febrero de 2023, durante una de esas reuniones, Lessa y un funcionario de la oficina -que no tenían buena relación entre sí- empezaron a discutir por trabajo. Conforme avanzó el intercambio, la tensión entre ambos comenzó a subir, hasta que el funcionario abandonó la reunión, en la que quedaron Lessa, Daniel y otra integrante de la oficina.
Lessa continuó con la discusión y le exigió a Daniel que estuviera de acuerdo con su posición. Ante su negativa, Lessa reaccionó furioso y pateó la silla en la que Daniel estaba sentado. Para evitar mayores problemas, el agredido tomó sus cosas y fue a hablar con el encargado de Recursos Humanos de la DNA, Andrés Benedek, al que le contó lo que sucedió. El ayudante de prevencionista indicó que Benedek le restó importancia a la situación y le dijo que iba a hablar con Lessa para calmarlo.
Pasaron un par de días y las cosas parecieron calmarse, pero el miércoles 8 de febrero volvieron los problemas. Ese día, Lessa se dirigió a la oficina de Daniel para recriminarle nuevamente que no le dio la razón en la pasada reunión de equipo. Daniel afirmó que en la oficina había cuatro personas que estaban cerca de él que vieron y escucharon cómo Lessa lo increpó.
Dado que la forma de hablar de Lessa fue agresiva, el ayudante de prevencionista se dirigió a la oficina de otro compañero para alejarse. En esa oficina había dos funcionarios. Daniel mantuvo diálogo con ellos hasta que Lessa entró al espacio a continuar con las agresiones verbales. La situación continuó subiendo en intensidad y esta vez el jefe de sección no se descargó con un objeto material: le dio una patada en el estómago a Daniel.
Daniel contó que uno de los funcionarios frenó la agresión e increpó a Lessa por el golpe. Luego de que Lessa se fue, el otro funcionario le recomendó a Daniel que fuera a hacer la denuncia a Recursos Humanos. Nuevamente, Daniel fue a la oficina de Benedek, que le volvió a decir que dejara la situación en sus manos, que él hablaría con Lessa para calmarlo y que no era necesario tomar otras medidas ante la agresión.
El camino “pacífico”
Los siguientes días a la agresión del 8 de febrero no tuvieron novedades. Sin embargo, las cosas volvieron a cambiar el lunes 13 de febrero. “A primera hora, tipo 9.00, entró a mi oficina y me dijo ‘la próxima que me faltes el respeto te voy a arrancar los dientes’. Ahí empezamos a discutir”, contó Daniel. Señaló que en ese momento había cuatro personas en la oficina y que todos los presentes escucharon lo que dijo Lessa, ya que estaban a una distancia muy corta.
Como reacción a los insultos, Daniel salió de la oficina y fue seguido por Lessa. En el pasillo intercambiaron empujones hasta que dos de los compañeros los separaron. Luego, Daniel volvió a la oficina de Benedek. Cuando le contó la situación, Benedek le pidió que escribiera una nota relatando la situación a la gerenta de Obras de la DNA, Evelyn Hackembruch.
Por otra parte, Daniel indicó que en el pasillo donde fue agredido hay cámaras que pudieron haber filmado lo que aconteció. En diálogo con la diaria, funcionarios del MTOP que trabajan en el mismo edificio confirmaron que en 2022 se instalaron cámaras en los pasillos de todos los pisos del recinto y en los accesos a los halls principales.
No hubo que esperar días para la siguiente agresión. Daniel recordó que luego de ir a la oficina de Recursos Humanos se dirigió al baño, pero antes de llegar a abrir la puerta, sintió un golpe que lo tiró al suelo. Sin que lo viera, Lessa lo interceptó y lo golpeó. La agresión se detuvo cuando una de las funcionarias de la oficina se “lo sacó de arriba”, contó. El prevencionista indicó que este hecho también sucedió frente a varias cámaras de seguridad.
Luego de que Lessa dejó de golpearlo, Daniel quedó con la nariz sangrando. El ayudante de prevencionista volvió a la oficina de Benedek y le contó lo que sucedió. La respuesta del encargado de Recursos Humanos fue enviarlo a la Médica Uruguaya, el prestador médico de Daniel, por intermedio de un chofer del ministerio para que atendieran sus heridas.
Durante el viaje al hospital, Benedek lo llamó y le dijo que no denunciara a Lessa ante la Justicia porque iban a tratar de solucionar el problema “pacíficamente” dentro del ministerio. También contó que recibió otra llamada de un arquitecto que ocupa un puesto de jerarquía. En la conversación, el arquitecto desanimó a Daniel de hacer una denuncia bajo el argumento de que podía ser él quien terminara “perjudicado”.
Los doctores lo atendieron en la emergencia de Médica Uruguaya y, luego de hacerle una serie de estudios para ver el daño que generaron los golpes, que se concentraron en la cara y el tórax, los médicos diagnosticaron que tenía una fractura de nariz. Producto de las lesiones, a Daniel le dieron licencia médica cinco días y lo “obligaron” a que se tomara su licencia reglamentaria para ver “cómo se solucionaba el tema”.
Pocos días después de la última agresión, Daniel recibió otra llamada de Benedek, que le comunicó que Lessa lo denunció ante la Justicia por agresión, por lo tanto, debería buscarse un abogado y también hacer una denuncia. “Me di cuenta de que ellos (arquitectos y recursos humanos) estaban ganando tiempo para que Lessa me hiciera la denuncia primero”, apuntó.
En respuesta, Daniel denunció la agresión ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y en la Seccional 1 de la Policía de Montevideo. Su caso lo tomó la Fiscalía de Flagrancia de 7° turno y la fiscal a cargo es María Trimarco. De acuerdo a Daniel, el MTSS no hizo una investigación propia sobre el caso, sino que intimó al MTOP a hacer una investigación interna.
Además, el ayudante de prevencionista relató que días antes de que concluyera su licencia Benedek fue hasta su casa y le propuso cambiar su puesto de trabajo e ir a desempeñar funciones a otro local de la DNA, por “dos meses, hasta que la cosa se calme”. En consulta con su abogado, aceptó la propuesta.
“Orden expresa de no darme tareas”
“Pasan los meses y no me dan ningún tipo de tarea, estoy en una oficina solo”, contó Daniel sobre su rol en Talleres Cerrito, el local de la DNA al que lo trasladaron. Comentó que habló con el jefe de Talleres, Roberto Sosa, para hacerle saber la situación y su respuesta fue que tenía “orden expresa de no darme tareas”. Daniel añadió que incluso le comunicó su situación al director de la DNA, Santiago Borsari, pero que no tomó ninguna acción al respecto.
El ayudante de prevencionista trabajó en el lugar durante más de un año, no dos meses, como le propuso Benedek. Daniel agregó que le sacaron el acceso al Sistema de Gestión de Obras, herramienta que utiliza para trabajar, y al Sistema de Gestión Humano, un espacio con información de recursos humanos. Incluso, en los últimos meses de trabajo en Talleres, le quitaron el acceso a internet, por lo que no pudo usar su correo institucional.
A mediados de junio de este año, Daniel recibió otro mensaje de Benedek por Whatsapp en el que le envió un PDF que indicaba que comenzaría a integrar un equipo de trabajo en la oficina central del MTOP, en un espacio ubicado al lado de donde trabajaba Paulino Lessa.
la diaria accedió al documento y constató que es una resolución que indica que Daniel pasará a integrar la División Coordinación y Administración de Contratos, del Área Gestión de Arquitectura. Desde el 5 de agosto de 2024, Daniel se desempeña en esa sección como ayudante de prevencionista.
Por otra parte, Daniel planteó que la denuncia que hizo se “anexó” a la denuncia que hizo Lessa contra él. Eso tuvo como resultado que en la carátula del expediente que tiene la Fiscalía Daniel aparezca como victimario y no como víctima. Además, indicó que desde que hizo la denuncia en la Justicia se avanzó muy poco en su caso y que el Instituto Técnico Forense del Poder Judicial demoró mucho tiempo en examinar sus lesiones.
la diaria accedió a documentación que hizo el instituto sobre las lesiones que sufrieron Daniel y Lessa luego del último episodio del 13 de febrero de 2023. Por un lado, el instituto envió a la fiscal del caso el resultado de un peritaje que le hicieron a Lessa el 19 de febrero de 2023, seis días después de golpear a Daniel. Por otra parte, según el documento, el instituto examinó a Daniel el 5 de marzo de 2024, más de un año después de ser golpeado y más de un año luego de que Lessa fuera examinado. Asimismo, en ese informe no registraron la discapacidad congénita de Daniel.
Además de la falta de avances, Daniel planteó que la Fiscalía no hizo un relevamiento de las cámaras del edificio y que no está utilizando esos insumos para la investigación. Agregó que Lessa se jubiló en agosto, pocos días antes de que él volviera a trabajar en el edificio central del MTOP, por lo tanto, no puede ser sancionado por el MTOP.
La versión de Lessa
En base a la documentación de la denuncia que realizó Lessa en la Policía y su declaración durante la investigación administrativa que realizó el MTOP, la diaria reconstruyó la versión de los hechos del jefe de la sección Construcción 3. Según declaró Lessa ante Silvia Barrios, la escribana a cargo de la investigación, el 6 de febrero no tuvo “ningúna actitud agresiva” hacia Daniel.
De todas formas, Lessa sí dijo que existió una discusión con el otro funcionario que estuvo en la reunión. La versión de Lessa y Daniel coinciden en el siguiente hecho: ambos se volvieron a encontrar el 8 de febrero. En ese cruce, en el que, de acuerdo a Lessa, había dos funcionarios más, volvieron a hablar sobre sus diferencias.
Sin embargo, Lessa contó que Daniel se enojó, le tiró “puntapiés” y dijo que lo iba a matar. López los separó para que la situación no continuara. Lessa añadió que el 13 de febrero fue a buscar a Daniel para decirle que no quería tener problemas con él, pero la respuestas fueron gritos y acusaciones de provocación.
Ante esta situación, señaló que se fue de la oficina, pero al rato fue al baño. Según el jefe de sección, cuando estaba entrando al baño “sintió una trompada en la sien y en el pecho”. “Yo estaba sangrando y también lo agredí, lo empujé, él se cayó y yo le empecé a pegar”. El cruce terminó cuando los separó otra funcionaria del MTOP. El jefe de sección indicó que hizo la denuncia en la Policía, que atendió sus heridas en el Círculo Católico y que presentó documentación para respaldar su versión.
la diaria se comunicó con Lessa para conocer su versión de los hechos, pero este prefirió no dar declaraciones, ya que el tema se “laudó” y, según dijo, fue él a quien agredieron.
Pocas preguntas y pocas respuestas
La investigación administrativa que realizó el MTOP comenzó el 20 de junio de 2023 y fue aprobada por la directora general de Secretaría de la cartera, Graciela Soler. De acuerdo al expediente que sirve como registro sobre el caso de Daniel y Lessa, la escribana Barrios se hizo cargo de la investigación. Con el fin de comenzar las indagaciones, Barrios citó a 15 personas a declarar.
Sin embargo, la escribana no convocó a una funcionaria que fue mencionada como testigo del último episodio del 13 de febrero por Daniel y por Lessa. Además, en el expediente de la investigación no aparece la declaración del funcionario con el que Lessa discutió el 6 de febrero, aunque fue uno de los citados. Esta es una situación particular, ya que el expediente contiene las declaraciones de todas las personas citadas, menos el funcionario en cuestión.
Durante la investigación, la escribana les pidió a Daniel y Lessa que describieran de forma detallada cómo sucedieron los hechos del 6, 8 y 13 de febrero de 2023 y les pidió testigos. Al resto de los convocados les hizo las mismas preguntas, no hizo un interrogatorio que se adaptara a la situación que presenció cada testigo: ¿estuvieron presentes en los hechos que acontecieron los días de las agresiones?, ¿hubo antecedentes a estos episodios?, ¿había un mal relacionamiento previo entre Lessa y Daniel?, ¿se produjeron hechos posteriores a los narrados en este caso?
Pese a que en varias de las declaraciones que dieron los testigos se pueden observar contradicciones u omisiones fácilmente distinguibles, Barrios no hizo repreguntas. En ese sentido, destacan las declaraciones de tres funcionarios testigos clave de dos de las agresiones que mencionan Lessa y Daniel.
Uno de los funcionarios dijo que, junto a otra trabajadora, estuvo presente durante la discusión que tuvieron Daniel y Lessa el 8 de febrero en su oficina. Afirmó que ambos se increparon “subiendo el tono de voz”. El testigo no mencionó que Lessa le haya dado una patada en el estómago a Daniel, ni que Daniel le haya pegado puntapiés a Lessa. Barrios no repreguntó al funcionario sobre ninguna de las dos versiones.
La otra testigo declaró no recordar a qué hechos se refería la escribana cuando le preguntó por lo que sucedió el 6 y 8 de febrero, aunque Lessa, Daniel y el primer testigo afirmaron que esta estuvo presente en varios de los episodios de violencia de este caso. Barrios no repreguntó.
La testigo dijo que estuvo presente durante los hechos que sucedieron el 13 de febrero. Señaló que yendo al baño se encontró a Lessa y Daniel en el suelo golpeándose. Afirmó que intentó separarlos, pero que no recuerda tanto la situación “producto del nerviosismo”. Martínez no hizo mención a Victoria, la otra testigo señalada tanto por Lessa como por Daniel. Barrios no repreguntó.
Benedek también declaró ante Barrios y señaló que Daniel concurrió “varias veces” a su oficina para informarle que su relación con Lessa estaba “muy tensa”. De acuerdo al encargado de Recursos Humanos, le recomendó que evitara el contacto con Lessa y que pusiera en conocimiento a la gerencia de obra.
En referencia al último hecho que ocurrió el 13 de febrero, Benedek contó que Daniel fue a su oficina para mostrarle las lastimaduras que le hizo Lessa. “Dada la importancia y sensibilidad del tema, decidí poner en conocimiento de los hechos a la Dirección Nacional de Arquitectura a través de un informe”, aseguró. Benedek no especificó cuántas veces fue a verlo Daniel, ni contó que haya animado a Daniel a no denunciar el caso fuera del ministerio. Barrios no repreguntó.
Entre todas las declaraciones que ocurrieron en el marco de las investigación, la mayoría de los indagados hizo referencia a la existencia de otro recurso documental además de su testimonio: filmaciones de cámaras de video. Sin embargo, en la documentación de la investigación no consta que Barrios haya accedido a las grabaciones. Según dijo Daniel a la diaria, su asesoría jurídica pidió acceso a las filmaciones, pero desde el MTOP respondieron que en los días en que sucedieron las agresiones las cámaras de seguridad no estaban funcionando.
Finalizada la investigación, Barrios realizó un informe en el que concluyó que “surge probado la existencia de un hecho de violencia física y verbal” dentro de las instalaciones del MTOP entre Lessa y Daniel. Como consecuencia, señaló que “se debe disponer los sumarios administrativos correspondientes para ambos funcionarios involucrados”.
Sin embargo, hasta el lunes 28 de octubre el sumario no se hizo efectivo. Ese día, Daniel recibió un documento por el que se le comunicó que la directora general de Secretaría, Graciela Soler, resolvió sumariarlo. De todas formas, la asesoría legal de Daniel presentará un escrito que deje claro que no aceptan el sumario.
Por otro lado, Lessa no fue sumariado, ya que la decisión de hacer efectiva las sanciones se tomó luego de que el ministerio le permitiera jubilarse, aun con una resolución de sumario en su contra pendiente.
*Ante el pedido de la fuente de no revelar su identidad, la diaria cambió su nombre original por Daniel.