Tras declararse en conflicto a principios de noviembre por el envío a seguro de paro de una docena de trabajadores en la Cooperativa de Lechería de Melo (Coleme), en Cerro Largo, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) había conseguido negociar con la empresa sobre el futuro a corto y mediano plazo de esos trabajadores, algunos de ellos con responsabilidades sindicales. Sin embargo, en un giro total de los acontecimientos, la empresa decidió abandonar la negociación y concretó los despidos.

Como consecuencia, la FTIL rechazó la decisión de la empresa y la calificó de “represión antisindical”.

En un comunicado emitido la semana pasada la federación láctea señala que “siempre se mantendrán abiertos al diálogo y dispuestos a negociar”, y rechaza las acciones “lamentables y antisindicales” de Coleme, al tiempo que advierte que la empresa “en su momento recibió fondos públicos del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea (FRIL) y los utilizó de forma irresponsable”.

Plenario sindical en sesión permanente

Este lunes, la FTIL reunió a su plenario en Melo, Cerro Largo, y convocó a un paro de 24 horas en toda la industria láctea a nivel nacional para este martes.

En medio de la medida, en una conferencia de prensa en la sede del PIT-CNT, el dirigente de la FTIL Enrique Méndez dijo que los trabajadores despedidos están “casi todos sindicalizados” y que “entre ellos” están “casi todos los trabajadores dirigentes del sindicato”. “Hay una clara actitud represiva y antisindical de la empresa, reconocida hasta por el propio ministro de Trabajo [y Seguridad Social, Mario Arizti]”, añadió.

Aclaró que durante el plenario de este lunes en Melo y la ocupación realizada por los trabajadores de Coleme se cuidó “la materia prima, la entrega de la leche a los hospitales, las escuelas, los centros CAIF, y a la misma vez se terminaron los procesos productivos que la empresa dejó y dio orden de dejar sin terminar”.

Con respecto a la decisión de parar por 24 horas, Méndez dijo que es Coleme la que “empuja a la industria láctea a una situación conflictiva”. Consultado sobre otras empresas que anunciaron el no pago de salarios o una posible rebaja salarial, Méndez dijo que “eso es una realidad” e indicó que además de Coleme, también está Calcar, otra de las “empresas beneficiarias” del FRIL.

“Son empresas en las que los trabajadores, a pesar de las malas gestiones empresariales, le han venido poniendo el hombro y han perdido de su propio salario, han tenido recortes importantes e impactos brutales sin tener la responsabilidad de la situación. Estas dos empresas están cobrando el Fondo de Reconversión de la Industria Láctea, votado por el Parlamento y por este Poder Ejecutivo, que les entrega dineros para reconversión y que en su redacción dice que hay que tener especial cuidado con los puestos de trabajo. A pesar de que están cobrando esos dineros, a pesar de que no han invertido en lo que los proyectos efectivamente decían y no se ven los avances en las plantas en inversiones, han tomado definiciones concretas en torno a reducir puestos de trabajo”, explicó.

Méndez informó que este martes Calcar “acaba de anunciar que el día viernes no estaría pagando los salarios” ni el aguinaldo y que “pretende una rebaja más de los ingresos de los trabajadores de un 12,5%”.

Con respecto a Coleme, el dirigente dijo que “si bien no somos los dueños de los medios de producción, hemos hecho propuestas que generan más ahorros en Coleme que lo que la propia empresa planteaba”, y esas propuestas de la FTIL “sostenían el 100% los puestos de trabajo”. “No entendemos que teniendo hasta el propio ministro de Trabajo de testigo, la empresa siga insistiendo en reprimir sindicalmente y en llevar adelante una medida de despido y dejar familias sin trabajo, de cara a las fiestas, en una ciudad como Melo”, agregó.

Méndez advirtió que tienen “el plenario de la federación reunido con carácter permanente” y que tienen “resuelto hacer una red de asambleas” que inician este miércoles.