De los 250 despidos ejecutados por la empresa Pedidos Ya el 5 de enero, hay vidas e historias afectadas por la pérdida de la fuente laboral. Entre ellas está el caso de Georgina González, una uruguaya de 25 años que, pese a destacarse en los puestos que ocupó, también se le comunicó en una reunión de dos minutos por Zoom, bajo el argumento de la reestructura empresarial, que ya no tenía empleo.
Ingresó a Aravo Sociedad Anónima (la razón social de Pedidos Ya) con 19 años, en julio de 2018. Hasta diciembre de ese mismo año estuvo en el rol de Claims Operator (atención al cliente por chat, llamadas y correos electrónicos). Seis años después, concretamente entre mayo de 2023 y enero de 2024, ocupaba el cargo de analista de la performance de tercerizados. En esa tarea controlaba el cumplimiento y alcance que tenían los equipos compuestos por empleados que no trabajaban directamente para la empresa.
Hace un mes, fue la única persona desvinculada de su equipo, integrado por casi 20 personas. Además, era la única de su sector que estaba afiliada al sindicato. Se afilió a la Unión de Trabajadores de Pedidos Ya (UTP) a fines de 2019, pero la persecución laboral que entiende que sufrió comenzó cuando fue designada delegada sindical, en abril de 2022.
González detalló a la diaria que durante la pandemia, en 2020, en el área de atención al cliente, donde trabajaba, “se notaba la diferencia de trato hacia mí y hacia una compañera. Éramos las dos únicas integrantes del sindicato”. “La diferencia en el trato era notoria”, asegura, y eso se reflejaba en decisiones como la elección de los días libres y los períodos de licencia, para los que no se respetaba la antigüedad. “Había mucho amiguismo. A mi compañera y a mí nos pasaban por encima. En un equipo de diez líderes, dos estábamos sindicalizadas. Éramos las ovejas negras”, explicó, y agregó que la etapa más compleja fue durante 2022 y 2023, cuando fue ascendida a líder de equipos especializados.
Concretamente, en el inicio de 2023 la empresa ofreció determinadas cifras en carácter de retiros incentivados. Quien aceptaba un monto se iba voluntariamente de la compañía. Esto dependía también de la antigüedad del empleado. “Así se fue un montón de personas”, cuenta González, y destaca que en esa etapa “se aprovechó para despedir a varios líderes de equipos”, lo que originó que ella debiera hacerse cargo de tres equipos. Cuando comenzó a trabajar como líder pasó a tener cinco equipos a su cargo.
Ante la decisión, González propuso la posibilidad de dividir y compartir tareas, pero la respuesta de la empresa fue negativa porque “se valoraba su capacidad y proactividad”. “Eso lo usaban para camuflar otras cosas. Me decían que era muy buena líder, pero por detrás y en conversaciones de oficina, se hacían comentarios sobre mí, sobre la existencia del sindicato, que no servía para nada, que los delegados solamente se pedían días libres –para uso de horas sindicales–. Había mucho desconocimiento del tema sindical. El ambiente laboral es hostil y nefasto. En Pedidos Ya no conocen de límites”, aseguró.
“Estrés, ansiedad y otros trastornos”
Con referencia a las expresiones de algunos jefes y supervisores respecto del sindicato y su función, González explicó que de todo lo que le decían y de lo que escuchaba en conversaciones, ya fueran presenciales o por videollamada, “no tenía pruebas para presentar ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social [MTSS]”, dado que “no trabajaba grabando los diálogos porque nunca me pareció que era la forma. Al final, todo era palabra contra palabra”.
Sobre esas situaciones, tanto el área de Recursos Humanos de la empresa como el sindicato fueron puestos en conocimiento, e incluso González llegó a presentar un descargo en octubre de 2023.
Sobre parte de sus tareas, hizo énfasis en que cuando debía presentar un informe, el resultado de un trabajo o un proyecto a los mandos superiores, se le hacía una importante cantidad de preguntas, algo que no pasaba con un trabajador no sindicalizado que tenía igual responsabilidad. Explicó que “en esos momentos me atomizaban. Me generaba agotamiento mental y mucha ansiedad. Eso era por tener que estar siempre alerta y pensando en todas las posibles preguntas que me podían hacer y en las posibles respuestas que debía dar”.
Por todo lo vivido, González debió consultar a un médico. “Actualmente estoy en tratamiento por trastorno de ansiedad generalizada. También estoy en tratamiento psicológico”, expresó. Pese a estar siendo atendida por profesionales de la salud, reconoció que no solicitó aún un informe para presentar, junto con el sindicato, ante el MTSS. Acerca de si tiene conocimiento de otros casos similares al suyo, manifestó que sí, que le consta que entre los 250 despedidos hay más personas que son tratadas por estrés, ansiedad y otros trastornos.
Acerca de si hay más situaciones de mujeres que padecieron persecución sindical en Pedidos Ya entre los 250 despedidos, dijo que sí y que algunas de esas personas se están asesorando para presentar reclamos ante el MTSS. Al momento del despido, eran unos 90 los empleados sindicalizados, principalmente trabajadoras de entre 20 y 30 años que se desempeñaban en el área de atención al cliente.
Entiende que durante su paso por Pedidos Ya había días en los que sus derechos sindicales “generaban molestia” a supervisores. Esas eran las jornadas en las que González asistía a cursos o actividades en el Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT en representación del sindicato. “Siempre era un problema diferente. Aunque fueran tres horas en un día. Hacían el intento por trancar y desmotivar. Eran momentos muy complejos”, sostuvo.
Acotó que el día de los despidos, con los trabajadores que eran cesados pero que no pertenecían al sindicato la empresa hizo una reunión por Zoom aparte para informarles que no continuaban trabajando para Pedidos Ya, pero que sí iban a tener una entrevista con Xtengo Group (la empresa tercerizada que se encargará de la logística, operaciones y atención al cliente) para recuperar la fuente laboral que acababan de perder. González mencionó también que Pedidos Ya cesó a varios trabajadores no sindicalizados que cumplían tareas en el departamento de Finanzas.
Al día de hoy, González ocupa un lugar en la lista de 110 trabajadores que tienen prioridad para el sindicato para reinsertarse en el mercado laboral. Hasta el momento no ha recibido ninguna comunicación por parte de Pedidos Ya ni de Xtendo Group.