La Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) realizó este martes paros de dos horas por turno, para en esos intervalos llevar adelante asambleas de trabajadores. La medida se adoptó por la falta de entendimiento con la empresa en el tema categorizaciones, y contó con el apoyo de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI) y el PIT-CNT.
Luis Goichea, dirigente de la FTIL, dijo a la diaria que durante esta jornada se inició el trabajo a reglamento, lo que se definió como una medida permanente. Explicó que los paros ejecutados en tres horarios fueron para que los trabajadores pudieran reunirse para analizar la medida de la AOEC.
Sobre el abastecimiento de productos, afirmó que aunque no se reitere la medida de paro en los próximos días, “el trabajo de reglamento continuará e irá afectando a la empresa”. Al respecto, apuntó que se debe tener en cuenta que está próxima la semana de turismo, y que hay diversos sectores que no desarrollarán tareas los días jueves, viernes y sábado, jornadas en las que solamente habrá una guardia para cubrir tareas mínimas.
Sobre los artículos que pueden faltar en las góndolas de los establecimientos comerciales, informó que “los productos de poca vida útil, tal es el caso de los yogures, los postres, es altamente probable que empiecen a faltar”. “Otros productos que tienen una vida útil mayor como la manteca, los dulces y los helados, tendría que transcurrir mucho tiempo para que falten. Lo que tiene que ver con la logística de la leche, recibir la leche todos los días y procesarla, habrá retrasos. Pueden darse retrasos en las salidas de los camiones que realizan la distribución”, afirmó.
Sobre las razones de las medidas, detalló que “hace más de dos años que venimos reclamando la instalación de ámbitos bipartitos para discutir el tema de la actualización de la categorización, que tenemos firmada con Conaprole desde el año 2011. Es decir, desde hace 13 años, y ha transcurrido además de un tiempo importante un montón de transformaciones y cambios que no están reflejados en las categorías del sector”.
Comentó que en 2022, en los Consejos de Salarios “se desarrolló una situación polémica” con la cláusula de paz, lo que demoró la firma de los laudos, y acotó que eso tenía relación con el alcance de la cláusula, ya que la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) “quería incorporan en todo el período a la categorización porque sabía que entre otros, el sindicato de Conaprole venía reclamando la actualización de la categorías”.
Finalmente, se agregó una cláusula que establecía que hasta noviembre de 2023 no se podía declarar ningún conflicto por las categorías, independientemente que se podía negociar entre sindicatos y empresas para organizar y planificar dichas categorizaciones. El dirigente dijo que en los últimos dos años se reclamó a la empresa por este tema, pero esta “se negó a reunirse, e incluso en diciembre de 2023, y en enero y febrero pasado se solicitó instancias de negociación, pero fue rechazado constantemente. Por eso en marzo se tomó este camino”.
Consultado sobre la negativa de la compañía a negociar, Goichea contestó que “la empresa entiende que no es necesario, porque transcurrieron más de 13 años y no hay por qué sentarse a negociar. Decimos que por el contrario, justamente los mismos acuerdos que tenemos firmado de categoría cada dos años, habría que revisarlos, y han pasado 13 años y no se ha hecho. Los cambios, innovaciones y transformaciones en Conaprole son evidentes”.
El dirigente resaltó que actualmente “Conaprole nos exige más, los controles son mayores y la participación de los trabajadores en los procesos tecnológicos son mayores, y eso debe verse reflejado en nuestro salario”.
Sobre los próximos pasos a dar por parte de la FTIL, Goichea respondió que este miércoles se reúne la directiva nacional del sindicato que evaluará la medida que se aplicó este martes, y “también está previsto una Asamblea General para el 21 de marzo, y también pueden alcanzarse decisiones o acciones que resuelve el Consejo Directivo de otras medidas puntuales”.
Aclaró que esto es independientemente del trabajo a reglamento, que implica no cambiar de turno, no hacer horas extras, no trabajar en los descansos, ni el día de feriados, cumpliendo sólo con las guardias mínimas. “Estas medidas, que se van a mantener en los próximos días, ya de por sí significa una serie de dificultades, teniendo en cuenta que Conaprole tiene una clara dependencia con las transformaciones tecnológicas y por la disminución del padrón de la participación y colaboración de los trabajadores”, concluyó.