El trabajo intercooperativo de tres años entre la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop) y sus cinco socias en el Movimiento Cooperativo por Uruguay Sostenible logró potenciar a las cooperativas y visibilizar proyectos, programas y actividades sobre desarrollo sostenible y economía verde, contó Daniel Egger, coordinador general del proyecto, a la diaria. En este marco surge InnovHubs Centros de Innovación Social, Ecológica y Digital, iniciativa de Cudecoop junto a dos socias europeas, que pretende “constituir una red de incubadoras de cooperativas en la región”, es decir, en el Mercosur, y desarrollarla en las Américas, explicó su coordinador general, Gabriel Isola, a la diaria.

El primer proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y en el que participaron cinco socias –las Cooperativas Agrarias Federadas, la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo y el Centro Cooperativista Uruguayo–, fue el puntapié inicial para visibilizar la importancia de las cooperativas en el desarrollo sostenible de Uruguay. Cabe destacar que el financiamiento de la Unión Europea “dio un apoyo importante en lo económico y en la articulación que se genera con la delegación de la Unión Europea en Uruguay”, al “posibilitar otro tipo de alianzas y proyecciones”, subrayó Egger.

Según informó Egger, los objetivos iniciales que se propusieron fueron “seguir posicionando al cooperativismo en la temática de desarrollo sostenible”, incorporar una mirada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 e impulsar la reactivación económica y de empleo tras la pandemia de covid-19. Entre los 17 ODS hacen énfasis en el compromiso con la igualdad de género, el trabajo decente y crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, las ciudades y comunidades sostenibles, la producción y consumo responsables, la acción por el clima y las alianzas para lograr los objetivos.

En la página web de Cudecoop se explicita que la economía verde (EV) “es baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva en el consumo y los productos”; a su vez, el Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA) considera que el efecto de la EV es producir “un mejor bienestar humano y equidad social, mientras que reduce significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica”.

Con relación a los resultados del proyecto, llegaron a 400 personas y a 21 cooperativas y sociedades de fomento asistidas, y actualizaron el mapeo de cooperativistas en clave verde. Según comentó Egger, “fue gratificante ver que las personas están comprometidas con la temática”; además, destacó que se sumaron las niñeces a las ferias, un público objetivo no contemplado en principio, y jugaron a la trivia cooperativista. Considera que el proyecto “deja un profundo compromiso de todas las socias, que queda de forma sistemática, con un recorrido concreto de un proyecto que ayuda a seguir construyendo hacia adelante”.

Desde Cudecoop consideran que la Incubadora de Emprendimientos Cooperativos en Sectores Innovadores (Incubacoop) es “una herramienta fundamental del cooperativismo que impulsa el surgimiento de nuevos proyectos cooperativos en áreas innovadoras y sectores de oportunidad”, así como también contribuye a incorporar la importancia de cooperativistas jóvenes a las actividades. Además, el programa Desarrollo Territorial expandió el alcance territorial del proyecto con capacitaciones en diversos puntos del país (Canelones, Tacuarembó, Paysandú, Colonia, Salto, Montevideo) y “se sumaron cooperativas para participar en el proyecto” a través de promotores, contó Egger.

También realizaron instancias de sensibilización, talleres en el territorio, asistencias técnicas, consultorías (en total fueron siete) y exposiciones en ferias, que “en un principio no estaban previstas”, al ser un proyecto diseñado virtualmente debido a la pandemia de covid-19. Egger dijo que además de resultados cuantitativos hubo cualitativos, por ejemplo con la participación en las expos sostenibles, en las que “dialogamos con la comunidad, generamos herramientas innovadoras de discusiones sobre lo que hacemos” y hubo un living cooperativo donde conocieron y difundieron proyectos de otras cooperativas a través de las redes sociales.

A su vez, con el fin de “construir políticas públicas de calidad” y “plantear las necesidades del cooperativismo”, se conformaron delegaciones que se dirigieron a diversos organismos: el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), los ministerios de Industria, Energía y Minería (MIEM) y de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), las intendencias de Montevideo y Canelones, la Dirección Nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP. La idea fue dar a conocer el proyecto, establecer acuerdos y evaluar lo que ya hacen desde los organismos en materia de desarrollo sostenible.

“No hay desarrollo sostenible si no tenemos una perspectiva de derechos humanos” que incluya a todas las personas, a pesar de la generación y el género, aseguró María Laura Coria, integrante de FCPU, durante el seminario del 7 de junio en la Expo Uruguay Sostenible. Egger explicó que hubo capacitaciones, relevamientos sobre género y desarrollo sostenible, y se quiso dar continuidad a las iniciativas de las socias. En cambio, comentó que en el eje de generaciones hay “un desafío mayor” porque “cuesta que los jóvenes participen y ocupen cargos de decisión”. Considera que es necesario “combinar la experiencia del cooperativismo con los jóvenes para contribuir a miradas renovadoras del cooperativismo”.

Como desafíos a futuro se “busca generar proyectos del cooperativismo en todas sus dimensiones y financiamiento”, ya que “el financiamiento de organismos multilaterales como la Unión Europea ayuda a potenciar estos proyectos”, aseguró Egger. También las políticas públicas contribuyen a “las cooperativas en su transformación, en visibilizar lo que hacen y potenciar el entramado social, que es el activo del cooperativismo para contribuir a la temática”.

Gabriel Isola (archivo, febrero de 2024).

Gabriel Isola (archivo, febrero de 2024).

Foto: Mara Quintero

Expandir la sostenibilidad a la región

El proyecto InnovHubs, elaborado por Cudecoop en alianza con dos organizaciones europeas, surge a partir de la iniciativa del Movimiento Cooperativo por Uruguay Sostenible y principalmente por la experiencia de Incubacoop, que “es liderada por Cudecoop junto con el MIEM e Inacoop”, explicó Isola, coordinador general del proyecto. Es financiado por la Unión Europea a través del programa Al-Invest Verde –que es administrado por la organización alemana Sequa–, cofinanciado por Cudecoop y también por socias europeas: Diesis Network y CGM Finance.

En la presentación de esta iniciativa se explicita que el objetivo general del proyecto es “fomentar la innovación y el desarrollo sostenible de pymes del sector de economía social y solidaria del Mercosur en los sectores de economía verde y economía digital”. Según dijo Isola, se busca “constituir una red de incubadoras y aceleradoras de cooperativas en la región” y, a su vez, “consolidarla, profundizarla y ampliarla”. Por lo tanto, planean “incentivar el desarrollo de emprendimientos en los sectores que atañen a las nuevas tecnologías de la información, el desarrollo de software y el trabajo de programadores”. Isola explicó que si bien en Uruguay hay “una fuerte demanda de profesionales” en esta área, respecto a otros países hay “un bajo desarrollo de cooperativas”, aunque, por ejemplo, en el sector audiovisual Incubacoop logró generar impacto y se consolidaron varias cooperativas.

A través de capacitaciones en Uruguay con Incubacoop y otras incubadoras de la región, así como también asistencias técnicas en procesos de incubación de proyectos pilotos en Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, se desarrollará este proyecto. Isola considera que será un desafío, ya que Cudecoop se encargará de “promover las iniciativas en toda la región con las organizaciones de Argentina, Brasil y Paraguay”, y contará con el apoyo de Incubacoop para “generar prácticas, aprendizajes y sistematización de metodologías en el Mercosur” con la intención de que “sea la base para una red más amplia en las Américas”.

De manera no formal cuentan con el apoyo de Inacoop y el MIEM, que son socios fundamentales en Incubacoop y “organizaciones estratégicas en la ejecución”, según mencionó Isola. También manifestaron su interés en sumarse Sicredi Pioneros y SiConecta, que tienen un programa Aceleracoop en Brasil, y la incubadora 180 grados de la cooperativa La Segunda en Argentina, organizaciones “pioneras en la etapa inicial de conformación de esta red a nivel del Mercosur”, y la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnología, Innovación y Conocimiento, la Fundación Sancor y la Confederación Paraguaya de Cooperativas; en los últimos meses también se relacionaron con incubadoras de Puerto Rico y Chile.

Para marzo de 2025 planean realizar un encuentro que incluya a los emprendimientos que formarán parte de la incubación de cooperativas en la región con el fin de “generar sinergias, aprendizajes recíprocos y proyectos en conjunto entre ellos”, informó Isola. En este sentido, desean poder “acercarse a otras incubadoras que se han ido sumando a la red”, la cual será cobijada por la Cooperativa de las Américas, y desde la Organización Continental del Cooperativismo se demostró que “hay interés en que esto crezca”, concluyó Isola.