Finalmente, luego de que el Ministerio de Ambiente (MA) firmara una resolución que autoriza que Google instale un centro de datos en el Parque de las Ciencias en Canelones, este jueves el gigante tecnológico anunció una inversión de más de 850 millones de dólares en Uruguay para la construcción de dicho centro.
Eduardo López, presidente de Google Cloud en Latinoamérica, enfatizó durante su discurso que hoy en día en las economías “el procesamiento, la información y la conectividad es un factor fundamental para que las economías se desarrollen, para que se genere talento, para que se genere trabajo”. Por lo tanto, considero que para Google es importante crear un data center que le permita “evolucionar”; “no solamente a Google, sino permitiendo una herramienta de transformación a los países y a la sociedad donde estamos”.
En ese sentido, López señaló que el data center “no va a servir sólo a la región” sino que “es parte de la red de 28 data centers en 11 países que dan servicios a todos nuestros productos en el mundo”.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, remarcó que el proyecto es “innovador” desde el punto de vista de la sostenibilidad, ya que “va a utilizar aire en vez de agua para la refrigeración”. “Este es un factor muy valorado por nosotros como gobierno, que asumimos con firmeza y convicción el objetivo de promover la producción amigable con el medio ambiente”. Asimismo, dijo que Uruguay “ha hecho de la sostenibilidad una parte de su estrategia productiva”, por lo tanto, lo consideró como un “factor clave” para el desarrollo económico.
“Consideramos que la posibilidad de desarrollar esta obra sin alterar significativamente los niveles de emisión del CO2 es un valor en sí mismo”, remarcó la ministra y agradeció “el trabajo llevado adelante con UTE, que dio soporte y asistencia para resolver esta y otras preocupaciones que podían asociarse a un proyecto de estas características”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores y exministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, destacó la “satisfacción” del gobierno por “este proyecto que finalmente se concreta”, y que “es el tipo de cosas que Uruguay tiene que seguir haciendo”: “estar muy abierto a los proyectos que vienen de este tipo de compañías, de este tipo de emprendimientos que en realidad apuntan al futuro”.
Cosse: “Esto lo trabajamos con un gran equipo de Antel”
En rueda de prensa, la candidata a la vicepresidencia por el Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, dijo que el proyecto se trabajó “con un gran equipo de Antel” que consiguió generar un cable submarino de fibra óptica con Google, que “permitió una trayectoria de trabajo”. En esa trayectoria, de acuerdo con Cosse, se insistió “una y otra vez” para que la multinacional instalara su data center en Uruguay.
El candidato a la presidencia por el FA, Yamandú Orsi, recordó en rueda de prensa que en el anterior período de gobierno Google se acercó “sin decir de qué se trataba y pidiendo confidencialidad”. “Tuve la suerte como intendente [de Canelones] de conversar con el anterior ministro de Industria, Paganini, en su momento, para que esto nunca se nos cayera”, dijo, y que lo importante es “mirar para adelante y saber que esto va a desencadenar incluso otro tipo de inversiones vinculadas al tema que nos va a ayudar y mucho como país”.
Impacto ambiental y contrato de confidencialidad
Sin embargo, uno de los puntos controversiales sobre la instalación del centro de datos de Google en Uruguay fue que, en un informe de 2020 de Eleanor Applications SRL -empresa subsidiaria de Google- sobre la viabilidad ambiental de localización del proyecto, en las páginas donde debían estar los “detalles del agua”, “detalles de aguas residuales” y “detalles de energía”, la información aparecía como confidencial”.
Es por eso que en 2022 Daniel Pena, investigador de la Facultad de Ciencias Sociales, hizo un pedido de acceso a la información pública al MA para conocer el volumen de agua potable que sería necesario para el funcionamiento del proyecto. Finalmente, en 2023 se supo que el centro podría utilizar un máximo de 7.600.000 litros de agua potable por día.
Consultado por la diaria sobre este tema, Orsi dijo que “no es secreto por secreto para que nadie se entere”, sino que “cuando un negocio no se concreta es lógico que las partes que están negociando no se expongan a que la competencia o que el resto del escenario opere en contra”. “En el caso nuestro nos pidieron confidencialidad porque estaban viendo si se instalaban acá o se instalaban en Brasil”.
“Creo que mi país, a partir de distintos gobiernos y el mío en particular, el FA, generó las condiciones de ordenamiento territorial y normativa ambiental como para que uno tenga que pasar por ciertas etapas antes de concretar cualquier emprendimiento”, apuntó. Por lo tanto, consideró que “la confidencialidad, en este caso, tiene que ver más con planes de negocios, e incluso en las conversaciones decidieron cambiar enfriar con agua a enfriar con aire”. “Yo confío mucho en la normativa que tenemos y el nivel técnico que sale de las universidades formadas para temas ambientales; la confidencialidad no siempre tiene que ver con ausencia de transparencia porque sí”, concluyó.