Por intermedio de un comunicado, el Consejo del Sector Financiero Privado de la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU) expresó su total rechazo a la decisión del Banco Santander de implementar nuevas condiciones laborales, algo que para el sindicato “es una medida unilateral que intenta imponer a los trabajadores un claro retroceso en derechos y beneficios”. Los trabajadores conocieron días atrás que la institución había tomado la decisión de “dejar de cumplir con las condiciones de trabajo y remuneraciones del convenio colectivo”.

“El Banco Santander ha decidido provocar un conflicto con sus trabajadores al poner fin a la negociación del convenio colectivo y retroceder más de 40 años en materia de relaciones laborales. Frente a este hecho –que ataca derechos de sus trabajadores–, AEBU inició en la jornada de hoy un conjunto de movilizaciones dirigidas a instalar un ámbito de negociación serio y de buena fe”, dice el comunicado.

Agrega que, en ese sentido, este martes hizo un paro en las sucursales ubicadas en Centro y Ciudad Vieja, para la realización de un acto público frente a la casa central, en 18 de Julio y Julio Herrera y Obes. Desde el lunes, y de acuerdo a consultas efectuadas por la diaria, AEBU analiza posibles nuevas medidas, según el avance o estancamiento del diálogo entre las partes.

La declaración señala: “Banco Santander es el único responsable del nivel de conflictividad que tendrá el sistema financiero, por los efectos de su decisión sobre trabajadores y clientes. AEBU participó y participará en todas las instancias de negociación requeridas, sobre bases serias y confiables. Honrar la negociación colectiva no es imponer las condiciones de una de las partes, y eso es lo que Banco Santander ha intentado hacer hasta el presente”.

La perspectiva del Banco Santander

La empresa, que decidió no nombrar a un vocero sobre el tema, brindó su punto de vista acerca del diferendo por intermedio de un comunicado que indica que “las instituciones bancarias afrontaron una negociación sin precedentes para poder dar sustentabilidad y asegurar la continuidad de la Caja Bancaria y, en lo que respecta al financiamiento requerido por la reforma, asumieron una parte muy importante de la solución”.

En ese sentido, agrega que “AEBU se comprometió –por escrito– ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a revisar una serie de condiciones que, por su impacto económico y rigidez, se entendían atentaban contra la generación de empleo, la equidad y la meritocracia. Dicha plataforma, si bien fue discutida en un ámbito de negociación entre ABPU [Asociación de Bancos Privados del Uruguay] y AEBU, no culminó en un acuerdo”.

En consecuencia, a instancias de AEBU, se iniciaron negociaciones bipartitas entre cada institución y las respectivas mesas representativas sindicales. La entidad aclara a continuación que “en el caso de Santander, la negociación se extendió por más de un mes y medio, totalizando un número importante de reuniones en las que ambas partes demostraron la voluntad de alcanzar un acuerdo, pero no lo lograron. Es preciso expresar que para Santander, a diferencia de otras instituciones, se estipula una cláusula que dispone que las condiciones y beneficios pierden vigencia al no renovarse el convenio colectivo, hecho que finalmente sucedió el 31 de agosto, fecha en la que dejaron de tener efecto las disposiciones allí enmarcadas”.

La entidad bancaria explica también que, vencido el convenio, “el banco comunicó a sus empleados las nuevas condiciones laborales y beneficios, que de ninguna manera afectaron a la generación previa, es decir, ningún empleado perdió ninguna condición generada hasta el momento”. Señala además que “se brindan nuevos beneficios en formato flexible y con mayor amplitud, siguiendo las tendencias de la actualidad, las necesidades de los trabajadores y el momento de vida de cada uno de ellos”.

La firma recuerda que “Santander opera en el país hace 42 años, y quiere permanecer muchos años más, contribuyendo al desarrollo de las empresas y de las personas, ofreciendo más y mejor empleo de calidad”.

“La predisposición a dialogar en el ámbito de la negociación colectiva permanece intacta e inalterada. El banco siempre estará abierto y dispuesto al intercambio en procura de un negocio saludable, actualizado y sostenible que sustente el empleo y las excepcionales condiciones laborales de los empleados bancarios en Uruguay”, concluye la declaración.