El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó un informe denominado “Informalidad y subutilización de la fuerza de trabajo”, que muestra el comportamiento del mercado laboral a nivel nacional durante 2024. De acuerdo al estudio, la tasa de ocupación informal ese año se situó en 22,7%, lo que cual significa un aumento sostenido respecto a los años anteriores: en 2023 llegó a 22,4% y en 2022, a 21,9%.

Según el Instituto, “el trabajo brinda un panorama detallado sobre la subutilización de la fuerza de trabajo en el país, midiendo el desencuentro entre la oferta y la demanda laboral debido a la absorción insuficiente de la mano de obra”.

Dentro de los indicadores más relevantes analizados, se destacan la tasa de desocupación (SU1), ya que “este indicador relaciona el número de personas desocupadas, que se encuentran buscando empleo y están disponibles para trabajar, con el total de personas en la fuerza de trabajo”. Para este índice, el valor registrado fue de 8,2%.

Con referencia a la tasa combinada de subocupación y desocupación, “se consideran tanto a los desocupados como a los subocupados, es decir, aquellas personas que tienen empleo, pero con insuficiencia de horas de trabajo”. En este caso fue del 16,7%.

Si se discriminan los datos por género, se observa que la desocupación es más alta en los hombres (23,6%) que en las mujeres (21,6%). “Estos guarismos son apenas superiores a los que se obtienen con la medición habitual de la informalidad utilizando el no registro a la seguridad social. En 2024, el no registro en el total del país fue de 21,7%, para los varones 22,6% y para las mujeres 20,5%”, explicó el INE.

Los datos también marcan diferencias entre la realidad de Montevideo y el interior, con una situación más favorable para la capital respecto al resto del país. Durante 2024, Artigas llegó a 48,8% de informalidad, mientras que en el otro extremo está a Montevideo, con 14,4%, seguido por Flores, con 16,9%. Los otros tres departamentos con mayor informalidad son Cerro Largo, con 45,5%, Rivera, con 39,0%, y Tacuarembó, con 36,7%.

“Al analizar la informalidad laboral según la situación en la ocupación, se observa un alto porcentaje de informalidad en los trabajadores por cuenta propia, ya que un 60,9% de estos son dueños de una unidad económica informal. Este es un comportamiento esperado, en la medida que los trabajadores por cuenta propia acceden a puestos de trabajo más inestables temporal y contractualmente”, destaca otro tramo del informe del INE.

Otras de los datos relevantes es que 46,5% de los contratistas dependientes son considerados informales, mientras que las tasas más bajas de ocupación informal se observan entre los empleados (10,4%) y empleadores (5,9%).

El Instituto explica también que, al desagregar la informalidad laboral por tipo de ocupación, se observa que los grupos ocupacionales con mayor informalidad son oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios (43,4%), seguidos por agricultores y trabajadores calificados agropecuarios, forestales y pesqueros (37,9%), y ocupaciones elementales (34,1%). Los trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados, con 29,5%, también presentan niveles significativos de informalidad.

Por su parte, “las ocupaciones con menor nivel de informalidad incluyen a operadores de instalaciones y máquinas y ensambladores (14,4%), técnicos y profesionales de nivel medio (9,5%), y profesionales científicos e intelectuales (5,5%). Los grupos con los menores niveles de informalidad corresponden a personal de apoyo administrativo (3,9%), directores y gerentes (3,9%)”.

La presentación fue realizada por el director del Instituto Nacional de Estadística, Diego Aboal, la jefa del departamento de Estudios Sociodemográficos del INE, Fiorella Di Landri, y el director del departamento de estadística y jefe estadístico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Rafael Diez de Medina.