La empresa Carlos Schneck tomó la resolución de cerrar su frigorífico ante la escasa faena que venía desarrollando, que era en el entorno de 200 a 300 animales por semana. La decisión fue tomada hace algunas semanas, pero este miércoles entre 80 y 100 trabajadores informaron que aceptaban un despido incentivado, poniendo así fin a la relación laboral entre las partes.

Luis Muñoz, secretario general de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (Foica), explicó a la diaria que “es un frigorífico que hace como ocho o nueve años que trabajaba una o dos veces por semana. No tiene exportación y en el lapso de una semana hacía una faena y también deshuesado. El mismo personal que trabaja para faena un día al día siguiente realizaba la otra tarea”.

Con respecto a la situación de los trabajadores, dijo que se solicitó prórroga durante siete años seguidos del seguro de paro parcial para mantener las fuentes de trabajo. “Ahora la empresa decidió que continuará con la planta donde fabrica hamburguesas y con la planta de productos chacinados, pero no realizará más faenas. En tanto, la carne que necesitan para las hamburguesas y chacinados la compran, una parte aquí en el país y otra la importan de Brasil o Paraguay, países donde es más barata la carne. La situación era insostenible”, informó el dirigente.

Sobre cómo concluyó el vínculo laboral con los empleados, detalló que se alcanzó un acuerdo entre el sindicato y la empresa para que los trabajadores accedan a un despido incentivado. Muñoz explicó que hay una cifra muy reducida de trabajadores que tendrían la aspiración de mantener su fuente laboral. El seguro de paro parcial que tenían los trabajadores vence el 31 de marzo, sin posibilidad de una nueva extensión. La opción de aceptar el despido incentivado se aprobó por mayoría, tras realizarse tres asambleas.

El próximo paso a definir entre las partes es resolver qué cantidad de trabajadores desean continuar, posibilidad que se discutió. Por otro lado, la empresa tiene que analizar qué puestos de trabajo mantiene en alguna de las dos plantas que permanecerán abiertas. Sobre esto, la firma acordó que a la brevedad informará al sindicato cuántos puestos tiene disponibles para quienes soliciten mantenerse en la plantilla de trabajadores. “Se está en plena instancia de negociación por ese tema”, afirmó.

“Era crónica de una muerte anunciada”, dijo Muñoz, y agregó que los trabajadores aceptaron el despido “porque conocían la realidad de lo que sucedía con el trabajo en los últimos años. Nadie puede programar una vida si se trabaja uno o dos días a la semana. No es factible para ningún trabajador. La gente estaba convencida de que ya no tenía ningún futuro ahí”, expresó. Recordó que el frigorífico fue el primer negocio que Carlos Schneck tuvo en el país, hace más de 90 años.

El representante de la Foica explicó que, “según lo que dice la empresa, no le sirve comprar ganado al precio que está hoy en el país, y que le serviría si tuviera exportaciones, lo cual sí permitiría una diferencia económica”. Sostuvo además que esta resolución de la empresa coincide con una situación compleja en el sector, ya que en Montevideo y el interior del país hay varias plantas con sus tareas detenidas y con falta de ganado para faenar.

En las dos plantas que actualmente están en funciones hay aproximadamente unos 300 trabajadores en total. En ambas se trabaja todos los días. Todos los productos fabricados son para el mercado nacional.