Este martes, El PIT-CNT brindó una conferencia de prensa sobre la iniciativa de que exista un tributo al 1% más rico de la sociedad para erradicar la pobreza infantil. Por este tema, el Secretariado Ejecutivo de la central sindical recibió una carta presentada por Joan Vilá –investigador y economista– y Mauricio da Rosa –doctor en Economía e investigador–, ambos de la Universidad de la República (Udelar). Tras analizar el texto, el PIT-CNT decidió la creación de un ámbito técnico multidisciplinario, con el objetivo de darle un mayor tratamiento a la idea propuesta en el acto del 1° de mayo.

Al respecto, el presidente de la central sindical, Marcelo Abdala, dijo que en ese ámbito participará el movimiento sindical a través del Instituto Cuesta Duarte, y que se buscará que participe la Udelar, y “distintos técnicos que son especialistas en estas cuestiones, para, en un período de dos meses, convertir esta idea en una propuesta específica, y tiene mucho que ver con la solvencia técnica para que se generen herramientas. El PIT-CNT no estará solamente en condiciones, a partir de este trabajo, de presentar una iniciativa política central, sino que será una herramienta concreta que se presentará a disposición de la sociedad”.

“Esto no va en contra del crecimiento, de la generación de empleo, de la generación y desarrollo de trabajo de calidad, que es un objetivo central del PIT-CNT”, dijo Abdala.

El dirigente dijo que “la idea, que se trató con el presidente de la República el 23 de junio, se está convirtiendo en un tema de debate democrático del debate público, y nos parece que está muy bien”. Explicó que atender la desigualdad y la pobreza infantil “es una prioridad para el movimiento sindical”, porque “es inadmisible que exista la pobreza infantil y es inadmisible que esa pobreza sea hija de la desigualdad”, porque “en Uruguay hay millonarios”.

En ese sentido, aclaró que se refiere a un sector de 25.000 personas, que tienen entre 35% y 40% del patrimonio nacional, “que controlan y tienen niveles de ingreso similares a todo el producto bruto interno del país en un año. Un tributo de 1% estaría generando un ingreso de alrededor del 1% del producto bruto interno. Hablamos de entre 700 y 800 millones de dólares. El sufrimiento y las penurias de los menores de 12 años se podrían resolver de manera contundente”.

El dirigente consideró, además, que “una cuestión de este tipo, que se resuelve por parte del gran patrimonio acumulado, no afecta el crecimiento ni el desarrollo del país”, y confirmó que iría dirigido a personas físicas y que “no hay que crear otro impuesto”.

Recordó que en Uruguay existe el impuesto al patrimonio, pero dijo que este “tiene un valor ridículo de 0,1%”. Afirmó que “modificando el impuesto al patrimonio de las personas físicas, y con algunas herramientas que acompañan la iniciativa, se puede implementar sin problema”.

Sobre la posible discusión de la iniciativa en el Parlamento, comentó que ha percibido que algunos parlamentarios “ya empezaron a informarse y a estudiar el tema”, e informó que “esto lo plantearemos en la Intersocial, y también a todos los partidos políticos y la sociedad en general. Si hay fuerza social y apoyo político, se puede”.

Mauricio da Rosa: “La discusión sobre esta propuesta es de naturaleza política y ética”

Por su parte, Da Rosa dijo en su intervención que la nota que hizo con Vilá fue “un atrevimiento, pero, a partir de la discusión nacional y pública en torno a este tributo al 1% más rico”, han “trabajado con investigadores” de la Udelar “en temas distributivos y de desigualdad sobre los efectos de la tributación”. “Entendimos que podía ser de utilidad para el PIT-CNT y para la sociedad en su conjunto el contar con algunos elementos y consideraciones técnicas sobre la propuesta, tanto del punto de vista de su potencial recaudación como de algunas estimaciones”, añadió.

“El punto más importante de todo esto y la forma en que se ha colocado el debate es que estamos discutiendo sobre desigualdad, sobre pobreza y riqueza al mismo tiempo, y eso es una virtud. Uruguay tiene un problema fiscal, pero tiene también un problema de desigualdad”, dijo el docente, y agregó que “sentimos que este debate, que es tributario en su origen, refiere a un debate más general sobre desigualdad”.

Sostuvo también que hay una discusión que “es mucho más rica” y que “la discusión sobre esta propuesta es de naturaleza política y ética, y se refiere a cuánta desigualdad estamos dispuestos a tolerar como sociedad. Esa es la forma en que hay que ubicar el debate”.