El 19 de agosto se llevó a cabo una conferencia de prensa en la sala de eventos del Hospital del Banco de Seguros del Estado (HBSE), donde se anunció que el centro hospitalario volvía a ser acreditado por la Comisión de Acreditación de Centros de Rehabilitación (Commission on Accreditation of Rehabilitation Facilities, CARF, por sus siglas en inglés), nuevamente por tres años.
CARF International es una entidad fundada en 1966, sin fines de lucro, que funciona como acreditadora independiente de servicios humanos y centros de rehabilitación a lo largo de todo el mundo, tanto públicos como privados. En sus evaluaciones a las instituciones, la CARF se encarga de hacer recomendaciones que refieren a aquellos aspectos que el centro debe incorporar o cambiar en sus prácticas o en sus protocolos. El HBSE obtuvo la reacreditación sin recibir ninguna recomendación.
A lo largo de casi 60 años evaluando miles de centros de rehabilitación en todo el mundo, solamente un 3% de las instituciones que se presentaron han obtenido la acreditación internacional CARF sin tener ninguna recomendación. El HBSE es una de ellas, lo que lo coloca como uno de los más valorados en todo el mundo en la actualidad y en más de medio siglo de historia de la entidad internacional.
“En general, el HBSE demostró una conformidad sustancial con los estándares. El HBSE brinda servicios de rehabilitación para pacientes hospitalizados y ambulatorios a trabajadores lesionados en todo Uruguay y es reconocido por su trabajo en la implementación de los estándares CARF. Se aplaude a los miembros del personal de liderazgo y atención directa por monitorear continuamente la seguridad de las partes interesadas, contratar y educar continuamente a miembros calificados del personal clínico y administrativo, y lograr excelentes resultados clínicos con todos los servicios prestados utilizando un enfoque centrado en la persona. Los miembros del personal están orgullosos de trabajar en la organización. HBSE se considera una organización valiosa y de alta calidad para la comunidad y otras partes interesadas”, sostiene el informe final de la CARF al que accedió la diaria.
El hospital renovó su acreditación internacional CARF en tres programas. Uno de ellos es el de Rehabilitación en Dolor, que se enfoca en un abordaje clínico y terapéutico centrado en la persona y cuyo objetivo general depende del tipo de dolor: si es agudo, el objetivo fundamental es evitar su cronificación y favorecer la recuperación de forma óptima y plena; si es crónico, el objetivo fundamental es mejorar la calidad de vida, controlar el síntoma y lograr una mejoría en la funcionalidad global de la persona que permita una adecuada reinserción familiar, social y laboral.
El segundo programa en el cual el hospital fue acreditado es el de Rehabilitación en Internación. Se trata de un programa integral de rehabilitación intensiva, centrado en la persona, que se ofrece a pacientes internados en el HBSE por un accidente laboral o enfermedad profesional. Su objetivo final es potenciar la recuperación y la capacidad funcional máxima posible de las personas que allí se atienden, y no tiene ningún costo.
El tercer programa es el de Rehabilitación Ocupacional, que consiste en una intervención integral e individualizada, centrada en el retorno al trabajo y diseñada para potenciar al máximo la capacidad de retorno de las personas que reciben atención. Esto se lleva adelante mediante un programa especializado conducido por un equipo interdisciplinario, que contempla los aspectos biopsicosociales del rediseño laboral. Este programa tampoco tiene costo.
En diálogo con la diaria, el doctor Roberto de León, director del HBSE, recordó la primera acreditación, de 2022: “La primera vez que nos presentamos, haber obtenido sólo siete recomendaciones fue un resultado muy emocionante porque tuvimos que superar importantes dificultades relacionadas con pertenecer a un país subdesarrollado, cuando los estándares que exige la CARF están pensados para el primer mundo”.
“No haber recibido recomendaciones de la CARF en esta nueva acreditación, y ser una de las instituciones que están dentro del 3% en la historia de la CARF que fueron acreditadas de esta forma deja en evidencia el excelente trabajo que nosotros hemos hecho. El resultado que obtuvimos fue mucho mejor que el que esperábamos, y los principales beneficiarios de esto son los trabajadores que se atienden”, afirmó.
Trabajo previo a la reacreditación
Hace tres años, cuando el HBSE recibió la primera acreditación, fue la primera vez que un centro de rehabilitación de Uruguay se presentaba: no había antecedentes de ninguna otra institución que lo hubiese hecho antes.
“Esto suponía un grado de dificultad muy importante y era algo nuevo, pero la superamos y lo hicimos muy bien, y nos acreditaron por tres años. También fuimos reconocidos por los evaluadores al ver el esfuerzo que había hecho el HBSE para alcanzar esa acreditación”, recordó De León.
De León considera que para la reacreditación actual, que el HBSE finalmente obtuvo, había “dos condimentos principales”: “Lo primero es que iba a ser presencial, entonces todo aquello que pudimos gestionar a distancia ahora no lo íbamos a poder hacer, los auditores iban a estar recorriendo el hospital, la gente los podía parar, ellos podían entrevistar a la gente, que es un poco la consigna. Por ejemplo, entrevistar al personal, a usuarios, etcétera. También podían ir al lugar que les pareciera; más allá de que nosotros podíamos recomendar determinados recorridos o lugares, ellos podían moverse con total libertad, y esto es parte de lo que la CARF exige”.
“Además, al presentarnos a una reacreditación los auditores también son más exigentes porque ya sabemos en qué consiste la acreditación, no es nuestra primera vez, por lo que los procesos tienen que estar más aceitados, más consolidados. Los auditores esperan más de nuestra parte que lo que encontraron la primera vez en cuanto al desempeño”, agregó.
Según De León, otro elemento que “no es menor” es la significativa diferencia entre el momento en el que se presentaron por primera vez para una acreditación, y esta nueva presentación para la reacreditación: “Cuando alguien se presenta por primera vez, ellos te exigen que vos demuestres el cumplimiento de los estándares de calidad en los seis meses previos a la auditoría. Es decir, por seis meses tenés que haber trabajado cumpliendo con esos estándares. Ahora ellos te piden que demuestres haber trabajado cumpliendo con los estándares todo el tiempo durante los tres años entre que nos acreditaron y nos presentamos a reacreditar. Esto exige armar equipos de trabajo para darles continuidad a las cosas”.
Además de un número muy importante de indicadores de gestión, la CARF exige que se tomen en cuenta los resultados de todas las encuestas de satisfacción que el HBSE hace a todas las partes involucradas, que incluye, en primer lugar, al usuario, que está en el centro para la institución internacional. Además de los usuarios, también son consultados el personal, los acompañantes de los usuarios, las empresas que son proveedoras del hospital, las empresas que contratan las pólizas, entre otras.
“Con estas encuestas se debe realizar un análisis, llegar a conclusiones y tomar medidas concretas para mejorar la situación en cuanto a las oportunidades de mejoras o debilidades que ellos nos encuentran. Por ejemplo, en el caso de los usuarios, tenemos un nivel de satisfacción que supera el 95% en todos los campos. En cualquier empresa, su forma de trabajo es que tiene una meta de 80% o 90%, alcanza la meta y está satisfecha, pero nosotros estamos obligados a ver por qué no llegamos al 100%. Tenemos aspectos que son 96% o 97% de satisfacción, pero tenemos que ver qué pasa con ese 3% o 4% que nos está faltando”, sostuvo De León.
“Tenemos cierres anuales donde reunimos toda esta información y la discutimos. Para la discusión se reúne todo el equipo gerencial del HBSE. Somos tres gerencias administrativas y una gerencia técnica; nos reunimos y entre todos analizamos los resultados que obtuvimos, hacemos propuestas de cómo mejorar y lo plasmamos en proyectos. Esto es lo que estamos haciendo ahora, dos meses después de haber recibido la auditoría, y esto lo hacemos todos los años. Es una de las formas de demostrar ante la CARF el trabajo realizado”, añadió.
Asimismo, el director del HBSE asegura que se debe seguir trabajando para mantener esta reacreditación y subraya cuáles son los pasos a seguir: “La acreditación no termina cuando recibimos a los auditores, tenemos que seguir trabajando para poder mantenerla. Ahora, en este preciso momento, estamos en la etapa de reflexión estratégica del hospital, que son ciclos anuales, y que nos lleva a una planificación estratégica con un alcance anual”.
Trabajo colaborativo
“Esta acreditación se logra gracias al trabajo del hospital directamente, porque muchas personas dependen de mí y de este equipo, pero también es gracias al trabajo de todo el BSE en su conjunto. Por eso, el que acredita en calidad es todo el BSE y no sólo el personal del hospital”, asegura De León, que destaca además el trabajo del total de la empresa.
Según el director del HBSE, hay muchos profesionales que no dependen directamente de la dirección del hospital. Esto representó un desafío para que el BSE alcanzara esta acreditación: “Por la estructura de funcionamiento, hay otras áreas en el BSE, como el área contable, el área legal o el área logística, de la que depende mantenimiento, portería o seguridad; el hospital es cliente interno de esas áreas”.
“No es como otros hospitales que tienen una estructura clásica –este lo fue en algún momento–, en la que todo lo que pasa en el hospital y todas las personas que trabajan acá dependen del director. Esto no es así. Yo no tengo contadores míos, no tengo abogados ni jefe de mantenimiento. Esto, por un lado, puede llegar a ser una debilidad si no hay un buen trabajo colaborativo, pero lo que demostramos es que es una fortaleza, porque este trabajo colaborativo es algo que se va sumando y es mucho más potente. Por ejemplo, es más potente que haya un área contable a nuestra disposición y que nosotros seamos clientes internos de ella, en lugar de que yo, desde la dirección, tuviera un departamento contable que dependiera de mí”, subraya.
Otro aspecto que l CARF destacó del HBSE es la solvencia financiera con la que cuenta, que se da gracias a varios actores. “La solvencia financiera fue resaltada como una gran fortaleza del BSE, porque detrás del hospital está el área financiera, que se encarga de las inversiones. Y detrás del BSE y de esas inversiones está el Estado uruguayo como respaldo. Entonces, algo que para la CARF es clave, que es todo el tema del financiamiento, en nuestro caso no es un problema y quedó ampliamente demostrado”.
Lo que dejó la conferencia
En la conferencia de prensa estuvieron Marcos Otheguy, presidente del BSE, la vicepresidenta Alfonsina Batalla y el subgerente general Fernando Repetto, además de De León.
En su participación, Otheguy remarcó que tenían claro que lo que hacía el HBSE era “de un nivel de excelencia, pero hoy lo está diciendo una acreditadora internacional especializada en estos temas”. Por otra parte, calificó esta acreditación como un “enorme orgullo y un enorme compromiso para seguir trabajando en algo que es vital para el país”.
“A veces estas cosas pasan desapercibidas cuando las noticias que más relevancia tienen muchas veces son por escándalos o por otro tipo de circunstancias, y no les damos la real dimensión a aquellos eventos o noticias que realmente cambian para bien la vida de muchas personas”.
Además, Otheguy destacó el rol de lo público en nuestro país y la importancia de que una empresa pública sea tan bien valorada por el cumplimiento de estándares de calidad internacional: “Este es el logro de una empresa pública, es el logro de trabajadores públicos que honran el compromiso y la vocación de servicio de la que tantas veces hablamos, y este es el ejemplo. A su vez, de una empresa pública que no requiere ningún tipo de asistencia del Estado, el BSE le transfiere todos los años decenas de millones de dólares al Estado uruguayo”.
“El BSE hoy se está convirtiendo en uno de los principales inversores institucionales de este país. Esas transferencias que le hacemos al Estado nacional están en escuelas, en liceos, en molinos de viento y en carreteras. Y esto lo hace una empresa pública al servicio de este país, lo hacen trabajadores públicos que honran su función y su vocación de servicio, y todo esto está al servicio y al desarrollo de Uruguay”, concluyó.