El lunes, durante una conferencia de prensa en la antesala del encuentro de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el paracetamol (acetaminofeno) durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo en los hijos y defendió el uso de la leucovorina como tratamiento del trastorno. Ninguna de estas afirmaciones tiene respaldo científico y, pocos días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) desmintieron a Trump.

“La OMS destaca que actualmente no existe evidencia científica concluyente que confirme un posible vínculo entre el autismo y el uso de acetaminofeno (también conocido como paracetamol) durante el embarazo”, expuso en su comunicado. La EMA se expresó de igual modo y explicó que no hay resultados concluyentes en estudios e investigaciones que permitan establecer relaciones.

En su comunicado, la OMS explicó que llevan años realizándose estudios “a gran escala”, pero que no se ha podido establecer relaciones definitivas entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el autismo. En ese sentido, recomendó que las mujeres se guíen por sus médicos y profesionales respectivos. Al igual que la EMA, aconsejaron seguir el precepto del uso de dosis mínimas de medicamentos en el embarazo.

Según publica Chequeado, el sitio de verificación argentino asociado con Latam Chequea, del que la diaria Verifica es miembro, “en 2019, la EMA revisó los estudios disponibles que investigaron el desarrollo neurológico de los niños expuestos al paracetamol en el útero”, y encontró que “los resultados no eran concluyentes” y que “no se podía establecer ningún vínculo con trastornos del desarrollo neurológico”.

Además, el comunicado de la OMS puso foco en desmentir las supuestas relaciones que Trump estableció entre las vacunas y el autismo. “Existe una sólida y extensa base de evidencia que demuestra que las vacunas infantiles no causan autismo. Estudios amplios y de alta calidad realizados en numerosos países han llegado a la misma conclusión. Los estudios originales que sugerían una relación eran erróneos y han sido desacreditados”, señaló el organismo y recogió Chequeado.

En su alocución, Trump incluso había sugerido que le pediría a la FDA, el organismo de contralor de medicamentos en Estados Unidos, que aconsejara a los médicos no recetar paracetamol a las mujeres embarazadas.

El sitio de verificación norteamericano FactChequeado revisó la documentación e investigaciones de sociedades médicas y académicas de Estados Unidos y no halló evidencia concluyente de esta vinculación realizada por Trump. “Aunque existen estudios que indican que la exposición en el útero al acetaminofeno puede estar asociada con un mayor riesgo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno del espectro autista en niños, varios expertos insisten en que no hay evidencias de que este fármaco sea el responsable de las tasas elevadas de estos trastornos”, aclaró el sitio.

Asimismo, entrevistó a la profesora Monique Botha, de la Universidad de Durham, quien explicó: “Hay muchos estudios que refutan esta correlación, pero el más importante fue un estudio sueco de 2.4 millones de nacimientos (1995-2019) publicado en 2024, que utilizó datos reales de hermanos y no encontró ninguna relación entre la exposición al paracetamol en el útero y el autismo, el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) o la discapacidad intelectual posteriores”.