La Red Temática de Medio Ambiente de la Universidad de la República (Retema) emitió un comunicado en el que manifiesta su “profunda preocupación por la emergencia ambiental y sanitaria” que está atravesando nuestro país debido a la crisis hídrica.
Los académicos y académicas recuerdan que la afectación de la calidad y cantidad de agua impacta fuertemente en Montevideo y el área metropolitana, alcanzando a 60% de la población del país. A su vez, también hacen hincapié sobre las causas: “Esta situación si bien se agudiza con la sequía, es producto de una acumulación de impactos con notables antecedentes, como por ejemplo, la crisis del año 2013 asociada a la ocurrencia de metabolitos de cianobacterias en el agua distribuida a la población”. Entienden que la situación “se presenta como una alerta nacional que visibiliza las relaciones entre las actividades productivas y la salud, atravesadas por el agua y el ciclo hidrosocial”, y se da en el marco “de los modelos extractivistas que se están impulsando desde hace décadas en el país y la región”.
“Los efectos de la situación actual, en conjunto con las pérdidas sostenidas de calidad de agua, afectan de diversas maneras a la salud de la población (humana y animal), la sociedad y la economía, generando nuevas desigualdades y vulnerabilidades al tiempo que se profundizan aquellas preexistentes”, sostienen. A su vez, alertan sobre la “desinformación existente en la población, así como también la falta de preparación para enfrentar estas crisis y sus efectos negativos”.
Enfatizan que la crisis del agua, junto con otras problemáticas socioambientales, deben ser trabajadas priorizando el enfoque en la salud. “Hablamos de una salud entendida de forma integral, abarcativa y flexible: desde la definición de salud como falta de enfermedad, hasta la salud de los ecosistemas; desde la salud individual hasta la colectiva, es decir, desde una salud socioambiental. El enfoque ecosistémico de la salud plantea que para entender los vínculos complejos entre sociedad, ambiente y salud se requiere la integración del conocimiento con la presencia de distintas disciplinas y de quienes viven en los territorios afectados”, expresan. Por esta razón, observan que es necesario priorizar “diálogos horizontales y en forma transdisciplinaria” con la sociedad civil y gobernantes. Pero la participación no debe ser de cualquier forma: debe ser “vinculante” para poder “identificar problemas y riesgos y así definir planes y medidas de prevención o mitigación adecuadas y ajustadas a los distintos grupos poblacionales”.
Reafirman que la Universidad de la República cuenta con “un acumulado histórico de investigaciones en la temática”, que deberían tenerse en cuenta para la toma de decisiones y que la red pondrá a disposición en su página web. Además, apoyarán actividades vinculadas al cuidado del uso del agua mediante la creación de un “Grupo de Trabajo Agua”.