“Nacimos, nos criamos en esta zona y elegimos, junto a las familias que se han ido sumando, vivir y producir en este lugar por su tranquilidad, belleza e interacción armónica con el ecosistema: su suelo, recursos hídricos y gran diversidad de flora y fauna autóctona”. De esta forma comienza la carta abierta que escribieron vecinas y vecinos organizados de Salinas norte, Ruta 34, Ruta 87, Rincón de Pando, La Montañesa, Piedra del Toro, Camino Sosa Días y La Chinchilla, agrupados en el colectivo Guardianes de las Cuencas, dirigida al presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
El objetivo con la misiva es hacerle llegar al jerarca su “más rotundo rechazo a la construcción de una autopista en este lugar”. Recordemos que en setiembre de 2023 las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) anunciaron la construcción de la primera autopista de Uruguay. Su objetivo, de concretarse, sería conectar la ruta Interbalnearia con la ruta 8, a la altura de la intersección con la ruta 11, que lleva a Atlántida.
Los vecinos indican que la infraestructura “arrasaría” no sólo con su “paz”, sino que pasaría “por encima” de los bañados y monte nativo del arroyo Pando y la cuenca de la Laguna del Cisne. Mencionan que esta última “provee de agua potable a más de 150.000 personas en nuestra Costa de Oro” y se encuentra “en riesgo hídrico desde 2008, cautelada desde 2016 y actualmente protegida”. Los locales hacen referencia al proceso en que la Intendencia de Canelones detectó niveles de contaminación preocupantes en el recurso hídrico y decidió impulsar una transición agroecológica en la zona, reducir el uso de pesticidas y preservar la calidad del agua.
“La construcción de la autopista estaría incumpliendo esa resolución, ya que el trazado previsto parte a la mitad la cuenca de la Laguna del Cisne, impidiendo el natural funcionamiento hidrológico, poniendo en alto riesgo su delicado equilibrio ecosistémico y disponibilidad de agua en cantidad y calidad para 33.000 conexiones de hogares que dependen de esta usina de OSE. Además, el Plan de Ordenamiento Territorial de la región Costa de Oro la declaró ‘zona de conservación y valorización ecosistémica’ estableciendo medidas de protección ambiental que, entre otras cosas, exigieron la reconversión de los productores”, continúan los vecinos y vecinas en la carta.
Enseguida, se señala que el trazado presentado por el MTOP durante la última sesión de la Comisión de Cuenca del año pasado también “viola los planes de conservación y valorización ambiental de los bañados del arroyo Pando”. “Es importante considerar que el deterioro de los bañados afecta directamente la calidad del agua que llega a las playas, donde en los últimos años en repetidas ocasiones han ocurrido proliferaciones de cianobacterias, lo que conlleva un riesgo importante para la salud”, agrega el colectivo Guardianes de las Cuencas. En la misma línea, apunta que “una construcción vial de esta magnitud quiebra los corredores biológicos” y afecta la calidad de vida de quienes habitan los padrones que serán expropiados y los que se encuentran linderos al lugar de la obra y tendrán que convivir con ella si se realiza.
“Es inconcebible que un proyecto privado de intereses corporativos destruya el frágil equilibrio medioambiental de toda una región, provocando un profundo e irreversible daño ecológico que legaremos a las futuras generaciones. Pero además, que rompa el equilibrio social y humano que se ha formado en la región a partir de las vivencias de familias, sus historias y el derecho a seguir produciendo y viviendo aquí, donde están sus raíces o donde eligieron echarlas”, lamentan los vecinos y vecinas.
Describen que en la zona afectada predominan los predios pequeños y “familias productoras que han invertido mucho esfuerzo, tiempo y dinero en mejoramiento de suelos, la generación de un ambiente propicio para la biodiversidad, así como la construcción de infraestructuras que no son trasladables”. Dicen que, a partir de intercambios con académicos, están convencidos de que se pueden “desarrollar alternativas amigables con la naturaleza y sin dudas menos onerosas para los bolsillos ciudadanos, para lograr una vía más rápida y descongestionar el tránsito hacia la costa este del país”.
La carta y la respuesta
En noviembre, la organización envió una carta firmada por 300 vecinos y vecinas al MTOP y al Ministerio de Ambiente donde explicaron sus “motivos de enorme preocupación”. Manifiestan que únicamente recibieron una respuesta en la reunión de la Comisión de Cuenca que tuvo lugar en noviembre. El representante de la cartera de Obras Públicas les dijo durante la instancia que “llevarían adelante el proyecto de todas formas y que tenían muy estudiado el trazado presentado, cuando en la misma reunión demostraron desconocer aspectos considerables de la zona”. Por ejemplo, cuentan que el trazado “pasa por encima de la escuela rural Sosa Días, fundada en 1958 por los propios vecinos de la zona, y también sobre el barrio Naturaleza”.
El colectivo también expresa que en un contexto de crisis climática y ecológica “parecería que en Uruguay desconocemos la realidad actual y vamos a contracorriente respecto a la avanzada mundial, poniendo en riesgo nuestros valiosos e irreemplazables recursos naturales”. “Los vecinos organizados no claudicaremos de nuestros principios fundamentales por la vida y el agua de nuestras cuencas, que consideramos anteceden cualquier otro interés de otra índole”, subrayan. Por esta razón le piden al presidente de la República que “respete” el artículo 47 de la Constitución y otras normativas tanto nacionales como internacionales. También resaltan que quedan a disposición para concretar una entrevista y “continuar el diálogo”.
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