El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, informó en la mañana del martes a través de su cuenta de X que la empresa UPM protagonizó un nuevo derrame. Esta vez tuvo lugar en el muelle de la planta de UPM ubicada en Fray Bentos y la sustancia fue ácido sulfúrico. El jerarca viajó hasta el lugar con el subsecretario de la cartera, Leonardo Herou, el director nacional de Calidad y Evaluación Ambiental, Alejandro Nario, y un equipo técnico inspectivo. El objetivo fue “conocer de primera mano lo sucedido y recibir el informe de la empresa al respecto”.
Luego de recorrer el muelle y la planta, el ministro de Ambiente convocó a una conferencia de prensa. Allí buscó transmitir “tranquilidad” y apuntó que el derrame “fue controlado”. Hizo hincapié en que el hecho “quedó acotado en el muelle, más allá de una pérdida de una válvula”, que, según señaló, les “preocupa”. Ortuño sostuvo que la empresa estimó que el derrame fue de “una tonelada, de la cual han recuperado la mayoría, unos 500 litros aproximadamente”.
Al ser consultado sobre posibles sanciones a la empresa, Ortuño respondió que van a esperar el informe de los técnicos de la cartera. “Lo que más nos preocupa es avanzar en la auditoría que hemos dispuesto sobre los planes de manejo ambiental en la operación y los planes de contingencia, para ajustarlos, mejorarlos en trabajo conjunto con el ministerio para prevenir estas situaciones. Es lo que queremos todas y todos, porque se trata de una industria muy importante para el país, que en Uruguay demostró que puede funcionar adecuadamente y que requiere controles del Ministerio de Ambiente que estamos comprometidos a realizar”, señaló. A su vez, indicó que van “a tener una presencia más cercana en el territorio, en el seguimiento del funcionamiento ante estas circunstancias en la industria”.
En este sentido, anunció que retomarán la Comisión de Seguimiento de UPM1, que definió como “una buena iniciativa, que permite la participación tanto de las autoridades locales y departamentales, como municipales y la sociedad civil”. También remarcó que es “muy importante” la participación de la Universidad de la República y la UTEC. Por otro lado, hizo una alusión a los derrames que cometió la compañía en su segunda planta: “Esta es una situación puntual, acotada, que hemos tenido y tuvo una respuesta rápida, pero que se da en un contexto que nos preocupa y así se lo transmitimos a las autoridades de la empresa”.
Ortuño dijo que trabajarán en la “mejora de los procedimientos para prevenir estas situaciones, particularmente en el manejo de sustancias químicas peligrosas”. Sin embargo, destacó que “si hay incumplimientos de la normativa y de los procedimientos establecidos” por el Ministerio de Ambiente, aplicarán sanciones. De todos modos, Ortuño declaró que esperan “no llegar a ese punto”.
La versión de la empresa
UPM emitió un comunicado donde informó que el lunes, cerca de las 17.00, ocurrió “un incidente con la descarga del barco de ácido sulfúrico en el muelle de la planta de UPM Fray Bentos a raíz de una pérdida en la manguera de descarga”. “La situación fue controlada rápidamente y contenida en el lugar con la brigada propia de la empresa, que actuó de acuerdo con los protocolos definidos para estos casos. Tanto Prefectura como Bomberos de Fray Bentos, al igual que las autoridades ambientales, fueron debidamente informadas de la situación, que no generó afectaciones al ambiente ni a las personas que trabajaban en el lugar”, manifestó la compañía. A su vez, sumó que trabajó “en la limpieza y recolección del material en el muelle”.
Antecedentes
La compañía UPM ha causado varios derrames. En agosto de 2023, en su planta de celulosa ubicada en Durazno, la empresa derramó soda cáustica, acabó con la fauna acuática del arroyo Sauce y también dañó el río Negro. Hasta aquel momento, sólo este emprendimiento había recibido 11 sanciones durante su construcción y tres más luego de comenzar a operar por razones diversas, que van desde “inconsistencias e inexactitudes” en informes de monitoreo ambiental hasta vertidos que superan los parámetros estipulados. Esta información se dio a conocer a partir de un pedido de acceso a la información que realizó la diaria.
Sin embargo, según consta en evaluaciones del Ministerio de Ambiente, el número de sanciones que recibió UPM2 durante la fase de operación aumentó. Asimismo, ante esta situación, académicos alertaron que el sistema de multas de nuestro país “termina siendo un estímulo a la contaminación”.
En junio de 2024, un año después del derrame de soda cáustica, UPM arrojó nuevamente contaminantes sobre el arroyo Sauce y ocultó el evento al Ministerio de Ambiente durante ocho días. Dos días después también generó un nuevo derrame de soda cáustica en su terminal portuaria en Montevideo. El nuevo hecho se suma a esta lista de derrames conocidos que ha cometido la empresa.
No alcanza con las declaraciones de la empresa
El Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus) emitió un comunicado señalando que “otra vez la empresa declara que la situación está controlada sin afectación al ambiente”. Aun así, la organización remarca que, al momento de preparar su comunicado, “no hay mención a este suceso en la página web de UPM ni mención alguna al volumen derramado”.
“Entendemos que para analizar seriamente este tema no alcanza con las declaraciones de la empresa. Debe iniciarse una investigación a fin de conocer los hechos para estimar el impacto ambiental generado por el derrame. Para esto es preciso, entre otras cosas, acceder y revisar los registros de las cámaras de seguridad del área portuaria y las áreas del derrame”, manifiesta Movus.
Asimismo, declara que el Ministerio de Ambiente debe determinar “los daños causados por la empresa y proceder a sancionar conforme a la normativa vigente”. De esta manera, Movus exhorta “a las autoridades ambientales de nuestro país a que revisen y hagan público el manifiesto de carga de la nave, por medio de un balance comparativo de las existencias de esos productos en las bodegas, en los almacenes de la planta de UPM y el volumen efectivamente recogido en las operaciones de limpieza, a fin de determinar fehacientemente la afectación que genera el ácido faltante en la zona afectada, los cursos de agua y los territorios involucrados”, finaliza la misiva.