El dato seguramente no es menor: después de 40 años Uruguay llega al tercer partido de la serie con sobradas posibilidades de clasificación. Lo hace con el fuerte antecedente de firmes presentaciones en las últimas dos semanas acá en Sudáfrica, con una gran victoria frente a los locales y con una envidiable diferencia de goles que lo pone a cubierto de las situaciones estándar dentro del fútbol. Son demasiadas cosas, lindas, buenas, casi soñadas, que hacen pensar que siguiendo una línea natural y sin cosas extraordinarias los celestes estarían volviendo a pasar la fase de grupos después de 20 años.

A ver si me lo agendo

Si Uruguay gana o empata será el primero del grupo A y entonces deberá enfrentar el sábado en Puerto Elizabeth al segundo del grupo B, el de Argentina, Nigeria, Corea del Sur y Grecia. Si el ganador es México será el tri el que deba jugar ese día en ese lugar y ante uno de esos rivales. Uruguay aun cayendo derrotado podría clasificar dada su buena diferencia de goles. Si los celestes llegaran a caer por un marcador no exagerado, uno o dos goles de diferencia, y en el Sudáfrica-Francia no hay una goleada de por lo menos tres goles de diferencia, los orientales también clasificarán aunque como segundos y en ese caso deberán enfrentar el domingo 27 en Johannesburgo a las 15.30 de Uruguay al ganador del grupo de Argentina.

Además, el rival, la difícil y esquiva selección de México, tiene sus ahorros debajo del colchón y también sabe que en el peor de los casos empatando clasificará, lo que ha arrojado sobre el partido una estúpida sombra de duda sobre un impensable acuerdo para empatar. Podrán repartir puntos si entienden que defienden los intereses de cada escuadra y obviamente ambos consiguen su pase a la próxima fase, pero nunca será por acuerdo.

Los celestes ya desde el domingo han confirmado que utilizarán la misma oncena que venció con autoridad a Sudáfrica. Seguramente el concepto general de la estrategia a desarrollar será el mismo, aunque por el estilo de juego de los aztecas es previsible que la neutralización, la presión para hacerse de la pelota no sea tan cerca del arco del rival y que la lucha se centrará en el medio por la propia actitud proactiva de los mexicanos. Ya lo manifestó oportunamente el entrenador: vamos a enfrentarlos como en los dos partidos anteriores, tratando de limitar al rival según sus características y, si lo conseguimos, tratar de hacerles daño también.

¿En qué consiste esto? Da para pensar que, teniendo en cuenta que para Uruguay es casi exactamente lo mismo empatar que ganar porque con los dos resultados terminará primero, y que, por el contrario, a México sólo le sirve ganar si quiere, además de clasificar, quedarse con la primera colocación, las mayores urgencias ofensivas aparecerán en principio por el lado del tri, por lo que Uruguay tratará de quedarse con la pelota apenas pasada la mitad de la cancha y de ahí salir rápido en ofensiva, con un equipo que seguramente tratará de ser cortito en acciones defensivas y bien desplegado y cubierto en ofensiva.

En más de una oportunidad Tabárez ha manifestado que en líneas generales el partido ante los mexicanos lo piensa jugar de la misma manera que lo viene pensando desde hace meses, con la novedad de que ahora, viendo la tabla de posiciones y las posibilidades, es posible modificar ciertas circunstancias en el juego y no en el procedimiento.

El equipo, absolutamente confirmado por el maestro Tabárez, tal vez pueda llegar a tener una modificación debido a la gastroenterocolitis que ayer estaba sufriendo el rosarino Diego Godín, que no lo descartaba para el encuentro de hoy, aunque tampoco podía asegurarse que estará hoy sobre la espectacular cancha del Estadio Royal Bafokeng, que tiene capacidad para 42 mil espectadores. El zaguero del Villarreal español no estuvo ayer en la tarde noche reconociendo el cortito y por tanto muy rápido césped del escenario del encuentro de hoy. Si Godín no puede estar, los otros zagueros de que dispone el cuerpo técnico son Mauricio Victorino, que estuvo en el once inicial ante Francia, Andrés Scotti, que había sido titular en los amistosos anteriores al Mundial, y Martín Cáceres, cuya inactividad futbolística sobre el fin de la temporada europea le quitó posibilidades en el equipo inicial.

Detalles

Hora de comienzo: 11.00 (hora uruguaya). Estadio Royal Bafokeng (Rustenburgo). Árbitro: Viktor Kassai (Hungría).

Probables alineaciones

Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Godín, Diego Lugano y Jorge Fucile; Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos y Álvaro Pereira; Diego Forlán, Luis Suárez y Edinson Cavani.

México: Óscar Pérez; Ricardo Osorio, Francisco Rodríguez, Carlos Salcido y Andrés Guardado; Gerardo Torrado, Rafael Márquez, Héctor Moreno; Giovanni dos Santos, Guillermo Franco y Pablo Barrera.