El final del Mundial se acerca y como no ocurría desde hacía 40 años, la selección uruguaya estará presente en el último fin de semana de competencia. Los celestes cerrarán su gran campaña en este certamen enfrentando mañana a las 15.30 a Alemania, en el que será el encuentro por el tercer y cuarto puesto que se celebrará en el Estadio Nelson Mandela, de la hermosa ciudad de Puerto Elizabeth, situada a orillas del oceáno Índico.

Será lo que Paul diga

Junto a las vuvuzelas y a la impredecible Jabulani, el presente Mundial tiene en el pulpo Paul a uno de sus principales íconos. Paul, un repulsivo cefalópodo que es una de las atracciones principales del acuario de la ciudad alemana de Oberhausen, ha tomado notoriedad por sus cualidades proféticas en cuanto a los resultados de la selección alemana, acertando hasta el momento la totalidad de los pronósticos. Se anuncia que hoy Paul volverá a realizar su vaticinio, esta vez sobre el partido que jugarán Uruguay y Alemania, pero además parece que el octópodo tendrá trabajo adicional porque se lo consultará acerca del desenlace del partido final que jugarán Holanda y España el próximo domingo a las 15.30 en el estadio Soccer City de Johannesburgo. En todos los casos el procedimiento es el mismo: se coloca una almeja del mismo tamaño en cada uno de los recipientes en los que están las banderas de los países que se enfrentan y ahí va Paul y elige, ante el asombro de todos.

Para este partido el técnico Óscar Washington Tabárez aún no confirmó públicamente la oncena que comenzará jugando, debido a que aún aguarda por la evolución del estado físico de algunos jugadores. Tal es el caso del zaguero Diego Lugano y de Diego Forlán, máximo artillero celeste en Sudáfrica con cuatro conquistas en su haber.

En la conferencia de prensa que ofreció ayer en Puerto Elizabeth, el maestro dijo, acerca de la integración del equipo: “No lo tengo decidido, hay jugadores que han hecho un esfuerzo grande y hay otros con algún problema físico, como Lugano y Forlán”, pero a la vez agregó que “Suárez y Fucile vuelven, por suerte”. El entrenador además dijo que en el movimiento realizado ayer a puertas cerradas, Diego Forlán, que sufrió una molestia muscular en los primeros minutos del encuentro del pasado martes ante los holandeses, entrenó en forma diferenciada, al tiempo que Lugano lo hizo a la par del resto del plantel.

“Buscaré un equipo que se adapte a las características del equipo rival, que es un buen equipo, con un juego muy vertical, buenos jugadores y que vienen de un proceso bastante importante”, aseveró Tabárez, que resaltó la importancia del encuentro ante los germanos. “El partido por el tercer puesto siempre ha sido muy especial para nosotros. No es lo mismo salir tercero que cuarto”, señaló el maestro.

Tanto para el caso del capitán Diego Lugano -que en el partido de cuartos de final ante Ghana debió retirarse con esguince de ligamento interno de rodilla derecha y no pudo estar ante Holanda- como para el de Diego Forlán -afectado de un tironcito muscular en el partido de semifinales ante los naranjas- parece determinante la voluntad inquebrantable de ambos portadores del brazalete para estar en el embromado césped del campo de juego del Estadio Nelson Mandela.

La otra duda para los medios y para el público, dado que seguramente no lo es para el cuerpo técnico, es sobre quién será el tercer componente de la mediacancha junto con los segurísimos y muy reconocidos Diego Ruso Pérez y el sanducero Egidio Arevalo Ríos. Walter Gargano jugó un muy interesante encuentro ante los holandeses y tal vez podría ser de la partida, pero también podría seguir participando entre los titulares Álvaro Palito Pereyra.

Goleador en duda

En Alemania, como no podía ser de otra manera, la derrota en semifinales ante los españoles pegó mal.

El equipo germano después de eliminar con sendas goleadas a Inglaterra y Argentina respectivamente, llegó muy entonado al encuentro contra los españoles, aunque en la cancha la escuadra de Del Bosque -la más refinada expresión futbolística de este torneo- fue netamente superior.

Con la tristeza de haber quedado fuera de la final, los alemanes emprendieron el viaje de Durban a Puerto Elizabeth con la incertidumbre por saber si podrán contar para el encuentro de mañana con el goleador Miroslav Klose, que en el duelo ante los hispanos sintió dolores en su espalda. En caso de que no juegue, el delantero de origen polaco terminará su gestión en Sudáfrica sumando 14 conquistas en los Mundiales, sólo una menos que las que cuenta el brasileño Ronaldo, máximo goleador en la historia de la competencia.