Informe paralelo
Es de destacar que en ninguna parte del informe se dice que la colonia Santín Carlos Rossi “está para cerrar”, tal como lo adelantó el diario El País el jueves 19, un día antes de que el informe llegara al juzgado. Dicha nota citaba a una fuente no identificada del ITF que explicaba: “El gran problema es la parte edilicia. Son estructuras de dos plantas por escalera”, lo que señalaba como una inconveniencia para que lo habiten pacientes psiquiátricos. la diaria consultó a la subdirectora del ITF, Mónica Etcheverry, sobre el desfasaje en esta información. La jerarca se limitó a decir que el informe del ITF es el que fue enviado al juez.
El viernes pasado el Instituto Técnico Forense (ITF) presentó el informe elaborado por los dos médicos de dicho instituto que acudieron a ambas colonias psiquiátricas en la tarde del viernes 13 de agosto. Ésta fue una de las pruebas solicitadas por la Fiscalía Letrada Nacional en lo Civil de Tercer Turno, que tomó la acción de amparo presentada por el fiscal Enrique Viana.
En la audiencia del viernes comparecieron los abogados apoderados del MSP y de ASSE. Viana explicó a la diaria que en plena audiencia, mientras él tomaba conocimiento del informe, el juez del caso “empezó, junto con la parte demandada, a hacer comentarios que a mi juicio eran valoraciones sobre lo que decía el informe, y yo entendí que lo que estaba haciendo suponía adelantar opinión”. Por ese motivo, el fiscal presentó una recusación verbal solicitando al juez el apartamiento del caso. Se supone que la resolución de ese punto llevará hasta la semana que viene; mientras tanto, el proceso queda detenido.
Visita médica
En el informe se expresa que los técnicos recorrieron “casi la totalidad de su superficie habitada” y recibieron información del personal de la dirección. Describe la infraestructura y explicita que “las condiciones de los edificios varían entre los recientemente construidos [tres] y los que datan de 1936. Estos últimos se encuentran en malas condiciones y alguno de ellos, según se nos informó, por la parte de arquitectura no se puede reciclar. Los demás se encuentran en óptimas condiciones y otros se están reciclando”. Además de describir, los técnicos del ITF tenían que realizar recomendaciones. En cuanto a la infraestructura, aconsejaron “continuar con la estrategia actual de recuperar y rehabilitar los pabellones que tengan posibilidades” y “completar las necesidades de equipamiento de los pabellones y demás sectores”.
Los especialistas detectaron que la calefacción en algunos pabellones es insuficiente, que las camas presentan buenas condiciones de higiene y abrigo y que “se cocina comidas balanceadas y abundantes, supervisadas por nutricionistas”. Establecieron que hay stock de medicación y que el hospital general que funciona en Etchepare cuenta con equipos de reanimación y monitoreo, provisión de medicamentos y un laboratorio de análisis clínicos.
El peritaje realizado cataloga como buenas las condiciones de higiene en el interior de los pabellones, pero malas en el exterior de Santín, “donde se ve perros merodeando”, menciona la presencia de roedores y deja sentado que “no se constató basura tirada”, como mostraban las fotos difundidas por el cura párroco meses atrás. Recomienda “eliminar” a los perros y a los roedores.
El documento expresa que “la vigilancia externa es insuficiente” y es “realizada por diez funcionarios no especializados de la institución que no pueden controlar adecuadamente los robos, las fugas y actos de violencia, propios de este tipo de pacientes”. En este sentido, recomienda “aumentar el número de vigilantes y en lo posible tercerizar toda la vigilancia”.
“La caminería interna se encuentra en mal estado. El parque automotor es relativamente viejo y sufre desperfectos frecuentemente”; se aconseja mejorar ambos ítems.
Afirma que en Etchepare viven 436 pacientes y en Santín, 400, mientras que 200 residen “en la comunidad”, es decir, con cuidadores en el marco de los programas de egreso.
Se explica que se trata de “pacientes crónicos, en su mayoría esquizofrenias, oligofrenias y demencias”, y que entrevistaron a “algunos de ellos y no expresan disconformidad por su situación existencial”. Aclara que “se trata en su mayoría de personas que provienen de un medio socioeconómico bajo donde las comodidades de higiene, vivienda y de alimentación son considerablemente peores que las que tienen en las colonias”. Destaca que hay “diversos emprendimientos de rehabilitación, escuela y laborterapia”, aunque recomienda “desarrollar aun más actividades de rehabilitación y de esparcimiento, quizás con convenios con alguna ONG [organización no gubernamental] o tercerizándolas”. Afirma que “los pacientes se encuentran en adecuadas condiciones de aseo y con vestimentas humildes, acordes a su situación socioeconómica y psíquica”.
Da cuenta de que “funcionan dos cantinas atendidas por intereses privados, una de cada lado, donde los pacientes y funcionarios compran provisiones (yerba, refrescos, galletas, máquinas de afeitar, pilas, etcétera). También hay una feria semanal”. Si bien el texto no brinda más detalles, se recomienda “eliminar o determinar un estricto control de las ‘cantinas’ y la feria, que pueden ser fuente de tráfico de drogas y objetos peligrosos”.
En Etchepare hay 669 funcionarios y en Santín 348, dice el informe, y remarca que “el número de funcionarios es insuficiente para las tareas asistenciales”: sólo hay 150 funcionarios en cada colonia para la asistencia directa a los pacientes durante las 24 horas (es decir, alrededor de 50 funcionarios por turno para atender a más de 400 pacientes). A esto se suma el hecho de que “existe un ausentismo importante de causa médica y psiquiátrica”, que se incrementa por “fenómenos naturales”, como la crecida del río Santa Lucía, que tapa el puente sobre la ruta 11, con lo que se multiplican los tiempos de viaje de buena parte de los funcionarios.
El informe reúne otras tres recomendaciones. Una es “continuar con la estrategia actual de reinserción de los pacientes en su medio familiar, cuando lo haya, o en su lugar de origen, en instituciones adecuadas. Además del beneficio para el paciente se lograría descongestionar la población al disminuir el número de pacientes, permitiendo al tiempo inhabilitar definitivamente los pabellones irrecuperables”. Las otras dos recomendaciones son “darle más atribuciones a la dirección, para el manejo de las pensiones de los pacientes” y “mejorar la relación personal técnicos-pacientes”.