Las olimpíadas de ajedrez se realizan cada dos años. Uruguay participó por primera vez en 1939. Actualmente ocupa el lugar 74 de una tabla que involucra a unos 160 países.

El lunes 20 se realizará la inauguración y la primera ronda se juega el martes 21, a las 15.00 de Khanty-Mansisky (6.00 de Uruguay). El torneo puede seguirse a por www.chess-results.com.

Cada equipo está compuesto por cuatro jugadores titulares y un suplente. El uruguayo lo integran Andrés Rodríguez, Manuel Larrea, Bernardo Roselli, Daniel Izquierdo y Álvaro Guerrero; Daniel Rivera es el entrenador.

Cada delegación jugará once partidas, en las que los cuatro titulares enfrentan sus tableros simultáneamente. La delegación estaba ayer de escala en Milán y todavía no se sabía con certeza cuál será el primer contrincante de los compatriotas. Bernardo Roselli, presidente de la FUA, explicó a la diaria desde Milán que depende del fixture que armen los árbitros pero “probablemente sea contra Suecia o México, que están rankeados en el lugar 37, 38, de modo que no la vamos a tener fácil”.

Según el entrevistado, el favorito es el local, Rusia, al que le seguirían Armenia, China, Israel, Estados Unidos (tiene muy buenos jugadores, todos de origen ruso, acotó) y Ucrania. Dijo que Uruguay intenta seguir la campaña de España y Cuba, que se encuentran ubicados entre los primeros veinte, y los mejores de América son Argentina y Brasil, que ocupan el lugar 25 y 26.

“Uruguay no la ha tenido fácil últimamente porque tenemos siempre los mismos jugadores”, dijo Roselli. Remarcó que el más joven de la delegación uruguaya cumplió 30 años, mientras que él y los otros olímpicos comenzaron participando en esos torneos a los 20 años. A su entender esto sucede porque los jóvenes “no tienen compromiso con el juego ni con el estudio, no tienen el afán de superar a los maestros de turno”.

Por su parte, Manuel Larrea, campeón uruguayo 2010 (abogado, 30 años), dijo a la diaria: “Cuando uno cumple 18 tiene que optar entre una carrera y dedicarse profesionalmente al ajedrez. No es fácil en una sociedad como la nuestra. Sabemos que el ajedrez no puede ser una fuente de sustento segura, es algo azaroso que depende de los resultados. Por eso la mayoría opta por abandonar la disciplina [...] También veo otro fenómeno en los jóvenes que es el hecho de no creer. Muchas veces uno no está convencido de sus propias fuerzas y ése es el comienzo del fin. Yo en 2006 obtuve la medalla de oro en los juegos olímpicos de Torino, Italia, y cuando me preguntan cómo hice para obtener una proeza que nunca nadie consiguió en el ajedrez nacional, la respuesta es ‘creía que la conseguiría’, cuando todos mis compañeros de equipo hacían bromas de que íbamos tras el oro olímpico, yo realmente iba tras él”.

Roselli dijo que es muy difícil vivir en Sudamérica del ajedrez, porque en estas latitudes hay cuatro torneos por año, mientras que en Europa hay cuatro por mes. Se mostró expectante respecto a la reciente inclusión de la enseñanza de la disciplina en las escuelas de tiempo completo, para involucrar a los niños y niñas desde edades tempranas.

Asimismo, Larrea resaltó el valor pedagógico de la disciplina: “El mecanismo intelectual básico en ajedrez es reflexionar antes de hacer la jugada. Si un niño interioriza esa regla [pensar antes de actuar] seguramente la sociedad toda se beneficie de ese modus operandi”.

Sin reina

La delegación femenina viajó a Alemania en 2008, luego de 15 años sin participar en una olimpíada. Por motivos personales este año sólo tres de las cinco candidatas podían viajar a Siberia. La FUA resolvió no inscribirlas porque “los equipos olímpicos deben conformarse con cuatro titulares y una suplente” y entendió “poco serio” que fueran en esas condiciones, expresó en el comunicado emitido.

Pero las chicas insistieron; Daniela Larrea (hermana de Manuel) explicó a la diaria: “Consultamos a la Federación Internacional de Ajedrez [FIDE], al comité organizador de la olimpíada y contactamos a la campeona mundial femenina, y todos nos respondieron que podíamos ir siendo tres”. Consultado al respecto, Roselli dijo que para la federación “la competencia es la búsqueda de la excelencia y nosotros no podemos mandar a tres personas a hacer algo que sabemos que no va a tener buen resultado”. Acotó que los puntos de cada partida se contabilizan a partir de los resultados de los cuatro tableros, y si sólo hay tres jugadoras, van con un punto perdido.

“Es cierto que arrancás perdiendo 1 a 0 pero no es seguro que vayas a perder, porque podés ganar los otros tres, hay muchos hombres que han ido a jugar y han hecho 0 punto. Además, podés tener premios individuales, como Camila Colombo, actual campeona uruguaya que obtuvo el premio Maestra FIDE en 2008”, puntualizó Daniela Larrea. Asimismo la jugadora aseguró que la Federación nunca les dio una respuesta a la información que ellas obtuvieron al contactarse con los organizadores: “Nos dejaron afuera, nunca se sentaron a dialogar. Nos encontramos con una federación y un grupo de ajedrez totalmente desinteresados por el ajedrez femenino”. Y agregó que a su entender “fue todo por un tema de género y de discriminación”.