Declive papal

El año futbolero que culminó fue definitivamente malo para el Club Atlético Bella Vista. En la primera parte de 2011 el conjunto que por entonces dirigía técnicamente el minuano Pablo Alonso no tuvo una actuación destacada en el Torneo Clausura (terminó en la 13ª colocación con apenas 13 puntos ganados), aunque gracias a la gran campaña que había realizado en el Apertura del año anterior logró acceder a la Copa Sudamericana. En la competición continental que afrontaron en el inicio de la presente temporada, los papales fueron rápidamente marginados por la Universidad Católica de Chile y el arranque en lo local tampoco fue bueno para los auriblancos, que perdieron incesantemente en las primeras fechas del Apertura. Esta situación provocó la salida de la dirección técnica de Pablo Alonso y el arribo de Diego Alonso, quien se hizo cargo del plantel y en su estreno en Primera División logró derrotar a Nacional. Esa victoria quizá fue la mayor alegría del año para los parciales bellavistenses, porque después vino más de lo mismo, el equipo finalizó último en el campeonato y además la sumatoria de las malas campañas de este año sitúan al equipo en una incómoda posición en la tabla del descenso.

Dos clubes, un barrio, ¿mismo destino?

El camino de los dos clásicos rivales del Cerrito de la Victoria ha sido muy similar durante 2011. La primera parte del año encontró a Rentistas y Cerrito siendo firmes animadores del campeonato de la Segunda División Profesional, y tan así fue la cosa que los bichos colorados terminaron ganando el torneo y los auriverdes finalizaron segundos, obteniendo así los dos ascensos directos a Primera División. Después, ya nuevamente en la A, la historia empezó a ser otra para estos clubes, acostumbrados en las últimas temporadas a subir y bajar con asiduidad.

Rentistas finalizó el Apertura en la antepenúltima colocación, apenas sumó 14 puntos y su realidad de cara a la segunda parte de la temporada indica que tendrá que remar mucho para mantenerse en Primera. La salida de la dirección técnica de Julio Balerio y la llegada de Edgardo Arias apenas pudieron cambiar en algo el camino de los bichos colorados en el pasado torneo, donde tuvieron más sombras que luces.

Cerrito, si bien no cambió de entrenador, -se mantiene en el puesto el Chifle Jorge Walter Barrios- no anduvo mejor que su oponente barrial, sino que por el contrario terminó el Apertura con un punto menos, sólo superando en las posiciones a Bella Vista. Las perspectivas de los auriverdes de cara a lo que se viene son tan sombrías como las de Rentistas y realmente es poco probable que el Cerrito de la Victoria tenga un representante en la máxima categoría en la temporada que viene.

Cerro: una ilusión que se pinchó

La decisión tomada hace pocos días por la directiva de Cerro de cesar en la dirección técnica del equipo a Ricardo Tato Ortiz causó sorpresa, más allá de las causas internas que puedan haber llevado a los jerarcas albicelestes a tomar la decisión. Es que bajo la conducción de Ortiz los cerrenses tuvieron buenos desempeños en los dos torneos disputados en 2011, incluso en el pasado Apertura fueron -durante algunas fechas- animadores del certamen. Claro está que luego vino un bajón tremendo, que fue la última imagen que dejó un equipo que finalizó séptimo, tanto en el Clausura de la temporada anterior como en el Apertura, y que gracias a esas dos aceptables figuraciones no tiene problema alguno cuando mira la tabla del descenso, por lo que sus baterías para lo que viene apuntan a una buena campaña en el Clausura, para intentar volver a meterse en una competición internacional.

El abanderado del interior

El Cerro Largo Fútbol Club es el único equipo del interior que está participando esta temporada en el torneo de Primera División. Luego del descenso de Tacuarembó, los arachanes, que subieron a mitad de 2011 al imponerse en la final del play off a Boston River, quedaron como únicos portadores de la bandera de la integración, y ostentando esa condición han hecho una notable campaña en el pasado Apertura. El elenco albiazul, dirigido por su entrenador histórico, Danielo Núñez, finalizó en la quinta posición y gracias a la buena cantidad de puntos obtenida (que además se duplica en la tabla del descenso) prácticamente ha asegurado su permanencia en Primera División, objetivo primordial planteado en el inicio de la temporada. Ahora, ante esta nueva y halagüeña realidad, los arachanes ya piensan en algo más, y la idea de llegar a clasificar a una competencia internacional dejó de ser una quimera y pasó a ser algo relativamente cercano, por más que quede todo un campeonato por jugar.

La franja en el Pecho

Hasta la última etapa del Torneo Apertura Danubio peleó por su chance de quedarse con el primer título de la temporada. Si bien nunca se destacó por ser un equipo de fútbol lucido ni con grandes figuras, los franjeados, en el primer certamen en el que fueron dirigidos por el Pecho Daniel Sánchez, se las ingeniaron para afirmarse en las primeras posiciones y seguir allí hasta el final, finalizando con sólo un punto menos que Nacional. Esto abre muy buenas perspectivas pensando en la tabla anual y en una eventual vuelta a los torneos internacionales. La primera parte del año no había sido fructífera para la institución maroñense, que bajo la conducción de Eduardo Acevedo y con un plantel en el que había figuras interesantes (por ejemplo el Chino Álvaro Recoba) culminó en la antepenúltima colocación del Clausura.

Violeta pálido

La mayor parte de la exigente parcialidad defensorista no dudará en tildar al año futbolero que pasó como negativo. Pese a que el equipo de Pablo Repetto llegó a jugar la final del Campeonato Uruguayo de la pasada temporada a mitad de año, en la final estuvo lejos de poder derrotar a Nacional y luego en el Apertura, con un plantel muy limitado, con muchos jugadores jóvenes formados en la cantera del club y además con una racha de lesiones insólita, Defensor nunca peleó arriba. Pese a que en algún momento del Apertura la irregularidad de los que iban arriba arrimó a los de Punta Carretas a las posiciones de vanguardia, perdieron partidos clave, lo cual terminó alejándolos de la posibilidad de vivir emociones fuertes en las fechas decisivas. La novedad más importante en el final del año para Defensor fue la remoción de Repetto y el arribo a la Primera División del Chavo Gustavo Díaz, que apoyado por su buena gestión en las formativas apunta a tener un buen arranque en 2012, año en el que además de la actividad local, los violetas tendrán que afrontar la Copa Libertadores de América.

Tanque compacto

El fin de año encontrará a El Tanque en una situación impensada hace pocos meses atrás. A las pocas fechas de iniciado el Apertura, la directiva verdinegra que dirige el dirigente polifuncional Freddy Varela decidió terminar con el ciclo del Polillita Ruben Fernando da Silva y optó por designar al experiente Raúl Möller, quien tuvo el mérito de levantar a un equipo que parecía entregado. De la mano de Möller comenzó El Tanque una racha muy positiva, ganó un montón de puntos y empezó a escalar decididamente en la tabla del descenso, donde ahora tiene bastante aire, como para arrancar tranquilo 2012.

La bajada de Capurro

De más a menos fue el desempeño futbolístico de Fénix en 2011. Siempre dirigido por el santalucense Rosario Martínez, el conjunto del barrio Capurro anduvo muy bien en la primera parte del año, finalizando en la cuarta colocación en el Torneo Clausura. Esta figuración le permitió a los albivioletas clasificar a la Copa Sudamericana, donde tuvieron la mala liga de cruzarse con la Universidad de Chile, a la postre campeón del certamen, que los eliminó del torneo. En el Apertura Fénix anduvo a los tumbos, apenas ganó cuatro puntos y terminó en el lugar número 13 de las posiciones. Igualmente el buen colchón de puntos que tienen los capurrenses los mantienen a salvo en cuanto al descenso.

Más negro que azul

Liverpool arrancó en año jugando la primera fase de la Copa Libertadores contra el Gremio de Porto Alegre. La directiva negriazul comandada por José Luis Palma armó un equipo competitivo, para intentar avanzar en el máximo torneo continental, pero la apuesta no le salió. Los de Belvedere no sólo no pudieron superar en esta eliminatoria al conjunto tricolor norteño, sino que además tuvieron una magrísima campaña en el Clausura, lo que llevó a que culminara el largo ciclo en el club del Lolo Eduardo Favaro. A mediados de año y para encarar el Torneo Apertura la política del club varió. Se gastó poco y se apostó por un entrenador de la casa, Diego Demarco, quien venía actuando con buen suceso en las divisiones formativas de la institución, pero la cosa tampoco anduvo y después de un mal arranque de campeonato hubo un nuevo cambio de director técnico y el experiente Julio César Antúnez, el popular Tola, se hizo cargo del plantel. La prédica de Antúnez resultó y el equipo tuvo un interesante final de campeonato, lo cual abre expectativas de cara a lo que vendrá en 2012.

El único campeón

Nacional fue el único club de Primera División que festejó títulos durante el año que está a punto de terminar. En el plano local los tricolores obtuvieron en Torneo Clausura de la pasada temporada, se impusieron además en la tabla anual, y así llegaron con ventaja deportiva a la final del Campeonato Uruguayo en la que vencieron 1 a 0 a Defensor Sporting. La consagración de todos modos no pudo evitar que pocos días después Juan Ramón Carrasco dejara de ser el técnico de los tricolores. La férrea resistencia que el polémico hombre del Yí tenía dentro de la directiva del club, más allá del apoyo que siempre le brindó el presidente Ricardo Alarcón, fueron determinantes para la decisión y así se abrió un nuevo tiempo, el del Muñeco Marcelo Gallardo, que en su primera experiencia del lado de afuera de la cancha guió a sus dirigidos, muchos de ellos ex compañeros suyos, a la obtención del Torneo Apertura, certamen que por la forma en que se ganó, fue celebrado con ganas por los del Parque Central. Pero así como a nivel local todas fueras buenas para Nacional, el gran debe de 2011 fueron las fallidas incursiones en los torneos continentales, ya que tanto en la Libertadores como en la Copa Sudamericana los tricolores fueron eliminados prematuramente.

De la gloria a la nada

2011 fue un año de emociones fuertes para Peñarol, que después de muchísimos años de ostracismo internacional pisó fuerte en la Libertadores y estuvo cerca de llegar a su sexto título en la máxima competición continental.

Dirigido por Diego Aguirre, quien supo maximizar el rendimiento de un equipo que nunca brilló, pero que dejó fuera de carrera a rivales de la talla del Inter de Porto Alegre y Vélez Sarsfield, los aurinegros se acercaron a la gloria pero en la final se cruzaron con el Santos, cuyo fútbol mitigó las virtudes que habían llevado a los carboneros a la definición. El final del sueño copero dio lugar a un segundo semestre en el que a Peñarol decididamente no le salieron las cosas. La sorpresiva salida de la dirección técnica de Aguirre, -que tentado desde el fútbol árabe decidió alejarse del club de sus amores con el Apertura ya iniciado- fue el primer gran nubarrón que se asomó en el horizonte aurinegro, aunque algún tiempo antes la partida del club de Antonio Pacheco había empezado a sacudir la tranquilidad interna. Luego de un nuevo regreso de Gregorio Pérez a la institución, vino lo peor del año para Peñarol. Después de liderar el primer torneo corto de la temporada durante la mayor parte del campeonato, comenzó a desflecarse y terminó perdiendo el clásico y el título a manos de su tradicional rival.

Nubarrones en Sayago

Racing es por ahora uno de los pocos equipos de Primera División que no tiene confirmado a su nuevo cuerpo técnico para el año próximo. La situación de los de albiverdes es algo incómoda y las perspectivas de futuro indican que tendrán que pelear por no descender. El año arrancó bien para los de Sayago, que en el Clausura de la pasada temporada fueron una de las revelaciones y terminaron en el quinto lugar. Esta destacada actuación ratificó en la dirección técnica a Osvaldo Streccia, a quien los resultados no acompañaron en la segunda mitad de 2011. En el Apertura Racing no pudo lograr ni una estabilidad en el juego ni tampoco resultados y la mano cambió radicalmente. Las sonrisas se tornaron muecas, Streccia dejó de ser el entrenador y ahora la dirigencia se replantea qué camino tomar de cara al futuro.

Drama picapiedra

La medianía fue la nota predominante en el año futbolero de Rampla Juniors. Al igual que le pasó en torneos anteriores, el equipo rojiverde nunca pudo despegar en este 2011 y terminó en los campeonatos de mitad de tabla para abajo. Claro que lo peor no fue eso, sino que las pobres campañas sumadas han colocado al equipo del Cerro en una posición decididamente mala en la tabla del descenso, donde ocupa el tercer lugar empezando desde abajo, sólo por encima de Rentistas y Cerrito. Luego de finalizar el Apertura la directiva del club confirmó en la dirección técnica a Fernando Araújo, quien tendrá por delante una misión casi imposible, porque la salvación para Rampla a esta altura parece ser poco menos que un milagro.

Aire darsenero

Cuando poco antes del inicio del Torneo Apertura perdió a varios de sus jugadores más importantes (entre otros a los delanteros Alexander Medina, José María Franco y Jonathan Ramírez), las cosas parecían que iban a ser difíciles para River Plate, pero en los hechos el equipo de Guillermo Almada cumplió una gran actuación en el primer torneo de la temporada. Con un equipo modesto pero bien trabajado, los albirrojos siempre estuvieron en la parte alta de las posiciones y sumaron una buena cantidad de puntos (terminaron en el cuarto puesto) abriendo buenas proyecciones de futuro. El buen final de año riverplatense se potencia además porque la cosa no había arrancado bien en este 2011, en el que el equipo comenzó siendo dirigido por el ex delantero Carlos María Morales. Allá por el mes de abril y precedido de un buen trabajo en Tacuarembó, Almada fue el elegido por la dirigencia darsenera para la dirección técnica y la apuesta salió bien.

Negro y blanco es gris

Sin dudas 2011 no será un año que quedará en el recuerdo para los hinchas de Wanderers. Dos figuraciones mediocres, octavo puesto en el Clausura de la temporada anterior y décimo en el Apertura que finalizó a principios de este mes, fue lo que quedó en definitiva tras dos campañas irregulares. Sin una gran inversión, sobre todo en el primer certamen del año (para el Apertura llegaron al club algunas figuras importantes, como el Tony Pacheco) los albinegros de Daniel Carreño tuvieron luces y sombras, pero nunca pudieron ilusionar a su gente. El final del año trajo la previsible partida de Carreño, que luego de un largo ciclo en el club pradense proseguirá su carrera en el Palestino de Chile, y la apuesta de Wanderers nuevamente se inclinó por un hombre de la casa, Alfredo Arias, quien será el encargado técnico del equipo en 2012.