Los purretes comandados por Fabián Coito lograron el objetivo y se metieron en la Copa del Mundo para menores de 17 años que se llevará a cabo en México. Sí, señores, una selección uruguaya vuelve a participar en una competición mundial. Y como si fuera poco, al mismo tiempo accedió a los Juegos Panamericanos que se disputarán en la ciudad de Guadalajara,también en territorio azteca.

Highlights

El Mundial será entre el 18 de junio y el 10 de julio. Clasificaron hasta ahora Australia, Burkina Faso, Canadá, Congo, Corea del Norte, Costa de Marfil, Estados Unidos, Jamaica, Japón, México, Nueva Zelanda, Panamá, Ruanda, Uzbekistán, Uruguay, Brasil y Argentina. Resta conocerse un sudamericano y seis europeos. Los XVI Juegos Panamericanos irán del 14 al 30 de octubre. Uruguay buscará su segunda medalla dorada en los Panamericanos en fútbol, tras la obtenida en 1983 en Venezuela.

El partido frente a Colombia correspondió a la cuarta fecha del Hexagonal Final del Sudamericano de Ecuador 2011. La gurisada andaba con ganas de viajar a México y encaró el encuentro con mucha concentración y serenidad, por eso el transcurso del primer tiempo le fue favorable. Además, la tarde quiteña encontró a varios pibes enchufadísimos: Guillermo Méndez, Juan San Martín y Juan Cruz Mascia. El tridente atacante jugó un partidazo y complicó a la línea de fondo colombiana, que danzaba al son de “Ojalá que llueva café”, de Juan Luis Guerra.

La apertura del score estaba al caer en cada ataque uruguayo, y el fondo estaba calmo, sin complicaciones, mientras que el cancerbero celeste, Matías Cubero, descolgaba los centros sin problemas. ¿Viste que siempre te encajan el chuco ese de “tanto va el cántaro a la fuente”? Bueno, tanto fue y fue Uruguay que obtuvo premio. Se puso 1-0 tras un buen cabezazo solitario de Juan Cruz Mascia. Y no se quedó ahí porque al toque su pareja de ataque, Juan San Martín, fue a pelear un balón que parecía del golero, pero la velocidad del uruguayo pudo más que las pinzas del colombiano y le cometieron penal. La pena máxima la pateó Mascia al palo izquierdo del 1 amarillo y no sólo puso el 2-0 sino que quedó al tope de la tabla de goleadores, con seis tantos.

Las aguas parecían estar calmas, incluso Colombia quedó con uno menos por la expulsión de Mena, pero el fóbal no tiene mucha lógica, y Colombia nos arrinconó contra el arco en los últimos diez de la primera etapa. Ah, y además se puso 2-1, resultado con el cual se fueron al descanso.

Vayan pelando los frijoles, aunque les cueste trabajo

Así como la primera parte fue entretenida y favorable para los chiquilines uruguayos, te digo que la segunda se estancó y pasó por momentos de chatura futbolística. Uruguay ganaba y jugaba con uno más, por lo que no debía desesperarse ya que el objetivo se estaba cumpliendo. Pero no hay que hablar antes de tiempo. Colombia, sin demostrar mucho, mandó un centro que derivó en varios rebotes, como un flipper, y Garcés nuevamente la mandó adentro para el empate.

Hasta ahí parejo, es más, Uruguay tuvo alguna que otra acción de peligro con el ingreso del floridense Cortelezzi y también con el buen pie de Guillermo Méndez. ¡Será posible que se nos complique este partido! No se veía venir el gol y el empate parecía el resultado más justo. Además, se fue expulsado Ratti, quedaron diez contra diez y faltaba poco.

Había más espacios, y de una buena combinación en ataque vino el tercero celeste y la locura del banco de suplentes y de todos los pibes. El gol fue de Gastón Silva, que quedó de macho contra el golero y definió bien. Respiro y ahora sí, clasificación. El final del partido fue pura tensión. Sacarla y aventarla donde se pueda. Bancaron con todos los pibes, se sufrió como loco. Coito tiraba chilenas por el aire. ¡Y pitó el árbitro! La celeste pequeña se metió en el Mundial de México y en los Juegos Panamericanos. Además, mantiene la chance de pelear por el título sudamericano en la última fecha frente a Ecuador. Uruguay se convirtió en el primer clasificado a las dos competiciones. No sé si vos llegaste a sentir el grito, pero yo sí: ¡Uruguay nomá! se escuchó en Quito y pa’ todo el mundo.