Sentir la magia de vivir un partido así por estas latitudes es algo único y para pocos, para los 30.000 que como sardina en lata entraron ayer en el Cementerio de los Elefantes, bautizado en honor al “Brigadier Estanislao López” santafesino, aquel del siglo XIX que en plena gesta artiguista se dio vuelta como una media y que con el otro caudillo entrerriano, Francisco Ramírez, firmó un acuerdo con Buenos Aires violentando los ideales de Artigas.

Las vivencias previas, las de estar en un pueblo como los nuestros, con sol tranquilidad y el olor a tuco y asado que matizó la tarde santafesina fueron el antecedente del más viejo clásico del fútbol mundial, en el más antiguo torneo continental que justamente empezó a jugarse en Argentina, inventado por un uruguayo, Héctor Rivadavia Gómez, que creó la CSF. Aquel torneo, demás está decirlo, fue ganado por por los uruguayos

Desde esos días hasta ayer han pasado decenas de enfrentamientos entre rioplatenses, que son los máximos ganadores de la Copa, con 14 títulos cada uno.

Desde anoche sabemos que tal vez Uruguay, maravilloso ganador del partido por penales, tal vez pueda levantar la Copa por decimoquinta vez, pero una vez más pase lo que pase el martes ante Perú, sabemos que esta selección será modelo a recordar por los nietos del mañana.

¿Cuál es la maravilla que nos permite a los uruguayos disfrutar o sentirnos plenos en partidos en que todo parece tan difícil y las condiciones de la competencia son tan en subida? Yo tengo una respuesta y es la honorabilidad que nuestros mayores desde siempre nos han legado. Nos sentimos respaldados por el trabajo, por la vergüenza y de alguna manera por la honestidad de hacer las cosas bien.

La selección de Tabárez hizo un partido de esos inoxidables, tal como se podía prever a partir de la terquedad en positivo que el entrenador había presentado en la conferencia de prensa del jueves. Fue terco en soñar, pero mucho más en jugar y asumir la terrible dificultad del partido (jugando más de un tiempo con uno menos), en marcar y neutralizar a los locales, con muchos brillos y más gente todavía.

Fue bueno, muy bueno, en plantear un partido generoso sin renunciar a mirar el arco de enfrente y sosteniendo el empuje y la calidad de Messi y sus muchachos. Al minuto del partido alguien apretó algún botoncito y es pusieron eléctricos un par de ataques de los argentino, un par de intentos de los uruguayos, y de saque la amarilla de Amarilla para el Ruso Pérez.

A los 5 minutos llegó la emoción y el silencio. Por una falta lejos, Uruguay preparó su primera pelota quieta. Forlán a la ejecución con derecha apenas pasada la mitad de la cancha, el cabezazo de Cáceres y el Ruso Pérez que la hace pasar la línea de gol. Con eso alcanza para que sea gol de Uruguay y para que queden petrificados los argentinos.

Argentina rápidamente buscó la respuesta, pero los sistemas de neutralización y marcajes de los uruguayos son cosa seria. Seria como la cara de Egidio haciendo pacman junto con el Ruso en el medio, como la cara de Lugano reventándola duro, como la cara de Martín Cáceres capaz de barrer desde abajo.

La pierna izquierda de Messi arrancando desde la derecha empezaba a lastimar. Juega bien.

Una o dos se paran a tiempo pero cuando empezó el slalom desde la banda derecha metiéndose como cuchillo caliente en manteca y mandó el centro para Higuain, llegó el empate tranquilizador para los argentinos.

Aún no iban 20 y ya empataban 1 a 1.Tardó en reacomodarse el partido. A Uruguay le había quedado cómodo el esperar, y Argentina siguió apostando todo a Messi.

De juego aéreo Higuain, tras tiro libre, volvió a convertir pero el asistente hizo invalidar la conquista por posición adelantada. Unos minutos después volvió a pasar lo mismo pero en el área argentina. El gol era uruguayo y el segundo asistente imarcó presunta posición adelantada.

De otro casi gol uruguayo por pelota quieta vino una faltita de 2 pesos del Ruso y la segunda amarilla que se transforma en roja. No me gusta Amarilla, casi siempre me hace dudar en su proceder. Once contra diez y con la cancha en bajada contra el arco de Muslera la cosa se pone embromada.

Todas, las pocas pelotas quietas de Uruguay son casi gol.

El único corner también, a la salida de él Forlán, exquisito en cada lanzamiento se la pone en la cabeza a Lugano y el bochazo da en el travesaño.

Casi una locura pero valedero: una falta en mediacancha, va Forlán a mandarla y otra vez gana Lugano y otra vez se arrima. Así termina el primer tiempo con el fútbol parte de Messi y de Argentina, y con la defensa y las seis pelotas quietas que tuvo Uruguay en la otra mitad de la cancha, todas con situaciones que pusieron en guardia a los relatores.

Parejito el segundo tiempo. Lo poco que podía hacer con pelota Uruguaya con 11 o con 10 era igual que lo mucho que podía hacer marcando y apretando los dientes,

Así es difícil, muy difícil. Pero se lleva. Achicando los espacios Uruguay se las arreglaba para neutralizar a Argentina.

Dio para que un tipo se metiera en la cancha, corriera, llegara a Agüero le pusiera un gorrito y posara tipo foto y que después lo corrieran y lo taclearan.

Después, sensación de partido con mucho mucho nervio.

Fue casi perfecta la administración de sus posibilidades de juego de parte de Uruguay y así se pudo ver el rojo del buen arquero Romero.

¿Cómo hace Uruguay para jugar en inferioridad un partido de ida y vuelta?

¿Cuánto le pegaron a Suárez? Con mucho retraso le sacaron amarilla a Milito y a Burdisso

Después de la épica resistencia de los celestes, ayer de blanco, la asfixia comenzó. Una porque ingreso Pastore que tiene mucha calidad y además porque el juego de costa a costa que empezaron a hacer y el cansancio justificado de los nuestros permitió que los argentinos jugaran muy cerca de Muslera que ante Higuain hizo la mejor atajada del campeonato,

La gente no entiende como Uruguay casi llega al segundo en una combinación que armó y definió Forlán.

Tuvo otra Lugano y dos más de Muslera únicas e irrepetibles.

La última jugada fue lo más increíble que pudo haber pasado porque Luis Suárez hizo una corrida maravillosa, se fue hasta el fondo casi contra el palo y mandó un fuerte centro atrás que Forlán no pudo convertir por esas cosas.

El alargue fue una cosa de locos para Uruguay que con su simpleza empeño y fuerza en jugadas de 2 y 3 toques empezó a dominar. Un terrible zurdazo de Palito araño el palo

Ah, esto enloquece, pienso, y sé que mi corazón está galvanizado porque es admirable ver a esos compatriotas rompiéndose todos en la cancha

La primera del segundo tiempo suplementario fue un zurdazo apenitas desviado de Forlán

Después te podría contar otras atajadas sensacionales de Muslera, u otras enormes jugadas de contención de Uruguay.

Fue un partido inolvidable, fue realmente una final anticipada, un partido lleno de gallardía y dignidad futbolera, de los que no se olvidarán.

URUGUAY 1 (5) ARGENTINA 1 (4):

Estadio Brigadier General Estanislao López (Santa Fé).

Jueces: Carlos Amarilla (Paraguay). Nicolas Yegros (Paraguay) y Luis Sánchez (Venezuela).

Definición por penales: Uruguay 5:4. Lionel Messi (A): gol, Diego Forlán (U): gol, Nicolás Burdisso (A); gol, Luis Suárez (U); gol, Carlos Tévez (A): atajó Fernando Muslera, Diego Scotti (U): gol, Javier Pastore (A); gol; Walter Gargano (U): gol, Gonzalo Higuaín (A): gol, Martín Cáceres (U): gol.

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URUGUAY (1): Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino (19' Andrés Scotti), Martín Cáceres; Egidio Arévalo Ríos (107' Sebastián Eguren), Alvaro González, Diego Pérez, Alvaro Pereira (107' Walter Gargano), Diego Forlán y Luis Suárez. D.T.: Oscar Tabárez.

ARGENTINA (1): Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Gabriel Milito, Nicolás Burdisso, Javier Zanetti, Javier Mascherano, Fernando Gago (94' Lucas Biglia), Angel Di María (72' Javier Pastore), Lionel Messi, Sergio Agüero (84' Carlos Tévez), Gonzalo Higuaín. D.T.: Sergio Batista

Goles: 6' Diego Pérez (U) y 17' Gonzalo Higuaín (A).

Expulsados: 38' Diego Pérez (U), 85' Javier Mascherano (A)