La FUBB arrancó este año con un nuevo cargo, el de gerente deportivo. Con muchas cosas por pensar y hacer, fueron a buscar una persona con experiencia. Sin duda, Alberto Espasandín calza justo, ya que estuvo prácticamente en todos los lugares posibles que el básquetbol brinda: jugador, entrenador de clubes en formativas y mayores, director técnico de la selección, director de la Escuela Nacional de Entrenadores (ENE). Pero no sólo eso. Además del trayecto recorrido, cuenta con una gran formación académica y muchas ideas interesantes para llevar a la práctica, si es que se lo permiten.

Desde chiquito

Cuando escuchaba básquetbol por radio, se arrimó a jugar al liceo Miranda. Tenía sólo 14 años y un amigo lo llevó al club Montevideo: "Prácticamente era mi segunda casa, me pasaba todo el día", comentó. Al mismo tiempo que practicaba también dirigía: "Siempre dirigí en formativas mientras estuve jugando al básquetbol". Luego de Montevideo, con 25 años, se fue a Neptuno, donde jugó hasta los 30. A partir de ese momento, decidió trabajar como entrenador exclusivamente. Con 15 años ya tenía un curso realizado, con un estadounidense que vino a Uruguay. Para seguir superándose se metió en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF). En Neptuno dirigió todas las formativas y, cuando dejó de jugar, estuvo como profe del plantel superior que dirigía Ramón Echamendi. Al año, en 1981, comenzó su carrera como director técnico en Nacional, en Primera División. Estuvo tres años en una época de boom del básquetbol. Espasandín destaca el movimiento que hubo en finales de la década del 70 y principios del 80, "conducido por un presidente de la FUBB que considero brillante, don Alberto Rosello, quien provocó los cambios y el resurgimiento del básquetbol a nivel internacional”. Entre 2004 y 2007 estuvo en la selección uruguaya y valora mucho su proceso. "Uruguay a nivel internacional, apoyado en una generación de jugadores excelentes, ha sido competitivo y ha tenido actuaciones muy interesantes. Creo que fueron cuatro años muy buenos. El último lo culminamos con un tercer puesto a nivel Panamericano en Río de Janeiro, que fue la única medalla que ganó Uruguay en su historia en ese nivel. Mi posibilidad de trabajar en el exterior fue a raíz de la actuación de la selección”.

Mejorar

Espasandín, acerca de por qué tomó este cargo, dijo: “Estoy a una altura de mi carrera en la que he adquirido mucha experiencia y que tengo una formación variada mediante la gestión, el deporte, el alto rendimiento deportivo, y creo que puedo ayudar en ese aspecto a todos. Más que mandar u ordenar, es servir a los que están adentro del básquetbol, para lograr el gran objetivo en el que estaríamos todos de acuerdo, que es el mejoramiento del básquetbol". A esto agregó: “Esta oportunidad en la FUBB me entusiasma porque hay mucho para hacer. Esperamos tener el consenso de los clubes para llevarlas a cabo. Creo que, por lo que he visualizado, existe en este ámbito, y en el de los clubes, un reconocimiento a la necesidad de tomar decisiones más apoyadas en lo técnico que en el corazón. Los clubes son dirigidos por personas pasionales que han entregado su vida como dirigentes deportivos a sus clubes y las decisiones que se toman son de ese carácter, con sentimiento, y a veces se olvidan un poco de lo que tiene que ser la misión y la visión de un club deportivo y la FUBB. Es importante tener la convicción que eso es lo mejor para los clubes, los jugadores, los entrenadores”.

Convencer

Hace algunos años Espasandín estuvo dirigiendo en México. Cuando volvió, el presidente de la FUBB se puso en contacto con él: “La federación venía trabajando hace tiempo en la planificación de una estructura de gerencia deportiva con el entrenador español Joaquín Brizuela. Simplemente tenía que optar por venir a trabajar a Uruguay y cuando eso se concretó, Ney [Castillo] me ofreció el cargo desde el 1º de enero de este año”. Detalló las actividades que le competen: “[El cargo] tiene un cúmulo de funciones interesantes y variadas. Todo lo que tiene que ver con la competencia y la parte deportiva: la dirección, la organización de las competencias, la formación y actualización de entrenadores y árbitros, las divisiones formativas, las selecciones nacionales; siempre sabiendo que hay otras autoridades de las cuales se depende: el cuerpo de neutrales tiene la responsabilidad máxima, también la asamblea de clubes, porque la federación es una asociación de clubes que son los que toman las decisiones. Así que la tarea más que tomar decisiones es convencer de cuáles son las opciones desde el punto de vista técnico más favorables para llevar al básquetbol a mejorar y crecer. Si tuviéramos que imaginarnos la federación en cuatro años pensaríamos en una competencia atrayente en todas sus categorías, con una integración nacional fuerte, sólida, con selecciones nacionales compitiendo a nivel internacional y concretando algún éxito que se merece esta generación actual de jugadores. Hay una generación muy buena que merece estar en una competencia de más alto nivel como un mundial. El campeonato Mundial de España de 2014 puede ser un objetivo alcanzable para este grupo de jugadores y hay que hacer todos los esfuerzos posibles -y los que parecen imposibles también- para alcanzar ese lugar”.

Cambiar

Mucho se habla de la forma de disputa que actualmente tiene la temporada basquetbolera. Espasandín también se dio lugar para comentar: “La estructura de la competencia de nuestro país es un aspecto prioritario que determina muchas cosas. Es un punto de apalancamiento. Si nosotros solucionamos el tema de la competencia o la encaminamos hacia algunos criterios de excelencia, vamos a contribuir a que otras áreas de desarrollo cumplan con su cometido. Por ejemplo, la competencia debe contribuir a la formación de jugadores. Hoy, lamentablemente, no se da. Se trabaja con un criterio que antes era acertado, con el cual se le daba más competencia a jugadores jóvenes, jugando en forma alternada el Metro y la Liga superior, pero los resultados han sido opuestos. Los equipos de segundo nivel de nuestro básquetbol, aquellos del Metro, se han vaciado de jugadores, juegan con algunos prestados por los de Primera División. No surgen nuevos valores de esa manera, lo único que hacen es servir a los equipos de Primera División que les entretiene a los jugadores por un período de tiempo en una competencia de un nivel dudoso, que a algunos les ha hecho muy bien pero a otros muy mal. A la selección nacional la ha perjudicado en forma notable y evidente. Muchas veces en mi período, y en el que estuvo Gerardo Jauri, no tenía jugadores para entrenar en la selección porque aquellos del Metro no podían participar". Este aspecto requiere una revisión que Espasandín promueve. “Fue nefasto, y el cambio no admite gradualismos, se juega en forma alternada o no. No hay otra posibilidad intermedia. Es una medida urgente que tiene que tomar la FUBB y los clubes. El Metro está a un paso de comenzar y habría que iniciar a partir de junio, no antes, y en ese período hacer otras cosas. Creo que se podría desarrollar un campeonato sub 23 interesante, que sea motivador para todos, que culmine con una explosión del básquetbol juvenil en todo el país. Pueden aparecer muchos jugadores que no van a ser utilizados en alta competencia en la Liga y pueden jugar en equipos de segundo nivel. La competencia no cumple con su función: contribuir a la formación de jugadores de básquetbol en el país".

Enseñanza

Hace algunos años se creó la ENE bajo su dirección. Sobre su génesis desarrolló: “La escuela fue una iniciativa de Castillo. En algunas charlas en sus viajes con el entrenador español Joaquín Brizuela intercambiaron ideas y se comprometió a apoyar el desarrollo de la escuela. En mayo de 2008 estuvo en el país y tuvimos reuniones con un grupo de entrenadores, en las que le dimos la forma específica a nuestro requerimiento, que rompe con la forma hegemónica que tenía el ISEF en materia de formación de entrenadores. Fue un paso muy importante de la FUBB. El ISEF tenía más de medio siglo de vigencia como único curso de formación. Los mejores entrenadores de este país se han comprometido con este proyecto, han sido los profesores, los disertantes, los que prepararon los materiales audiovisuales y por web. La modalidad de enseñanza permitió llegar a todos los puntos del país en forma igualitaria. El estudiante en Montevideo hace lo mismo que el de Artigas. Esos pilares han sido claves para la respuesta tan positiva que ha tenido. Este año presentaremos el nuevo plan de estudio que se adecua a las exigencias que nos plantea el Ministerio de Turismo y Deporte en materia de planes de estudio de formación de entrenadores, lo que implica que, de un momento a otro, nos apruebe el nuevo plan, lo que será un apoyo más y reconocimiento gubernamental del esfuerzo de la FUBB. Estamos ante una perspectiva de crecimiento y desarrollo muy interesante”.

Agonía

El Metropolitano se juega desde 2004, meses antes del inicio de la Liga. Sobre los efectos que esto ha tenido reflexionó: “Todo cambio implica muchas cosas, el temor al cambio es natural. El cambio que se hizo con la estructura del Metro, con la forma alternada de juego de la Liga, se hizo con un buen criterio, pensando que iba a ser bueno para el desarrollo de los jóvenes. Pero hay resultados no esperados", comenta, y se pregunta: “¿Quién iba a pensar que a clubes del Metro les iba a servir más comprar o pedir a préstamo tres jugadores de Liga y traer a un extranjero para armar un equipito y competir en una competencia corta? Eso ha contribuido al debilitamiento brutal de esas instituciones. Ya es una estructura adoptada, e insistir en esto es nefasto para el básquetbol nacional. Pero, ¿para qué se va a prolongar esta agonía de las instituciones que es lamentable? Además, me gustaría analizar las instituciones que han ido desapareciendo en forma consecutiva en los últimos años, que dejaron de participar en las competencias de la FUBB en formas semiprofesionales. Si las competencias cumplieran con la categorización de las instituciones, eso ayudaría a lograr las misiones para las que fueron creadas. Hay algunas que no están adecuadas para el régimen profesional, no tienen las condiciones. El resultado es, a la corta o a la larga, la desaparición de la institución”.

Calendario

Es evidente que a Espasandín le preocupa la reestructuración de la temporada del básquetbol. Sobre esto fue claro: “La base es jugar todos los torneos en forma simultánea. Es la forma de sincerar el sistema porque nos va a decir dónde está cada uno en el ámbito del básquetbol nacional. Es algo bueno porque sería un punto de partida valioso para empezar a crecer. El calendario de la competencia está marcado a nivel internacional por la Federación Internacional de Básquetbol Asociado (FIBA), desde setiembre a abril-mayo. Hay ligas que para el básquetbol mundial se juegan en períodos cortos y eso es nocivo, como pasa en Venezuela y Puerto Rico. Son sistemas que pagan sueldos importantes. Son corruptos porque hay jugadores que están deseando terminar un campeonato para ir hasta esos países para jugar. Son ligas organizadas a contrapelo de lo que propone FIBA y les hace mal a los jugadores. Luego reclaman los contratos garantidos, pero sólo tienen obligaciones para los clubes, no para los jugadores. Ellos pueden salir de un club más fácilmente, alcanza con jugar mal y seguramente les pidan que se vayan. Si quieren que sea como es en el fútbol, donde todas las ligas juegan en un mismo período y donde hay pases a nivel internacional dos veces al año y se saben las reglas de juego, hay que saber que mientras existan estas ligas no se va a dar nunca porque están a contrapelo de lo que se intenta hacer en las grandes ligas del mundo”.

Calor

Muchas veces las críticas a los campeonatos se basan en que no tienen demasiados atractivos o que se juegan con condiciones climáticas adversas. Al ser consultado por este tema el nuevo gerente deportivo comentó: “La estructura actual de los calendarios internacionales es la más adecuada. Si se jugara en invierno habría que parar dos meses por los entrenamientos de la selección. Escucho a periodistas quejarse de que los campeonatos son largos y tediosos, pero creo que si la idea es formar jugadores, los campeonatos tienen que darse en un período largo de tiempo, de ocho o nueve meses, como se compite en todas partes del mundo. En la NBA, en la serie regular, tampoco son muy atractivos; lo que se va a ver son espectáculos, los equipos tratan de buscar mejor funcionamiento y mejor posicionamiento en el play off. Acá no tiene mucha incidencia porque los play off se terminan jugando en cancha neutral, entonces hay que buscar la forma de hacerlo más atractivo". Luego de esta exposición de motivos, Espasandín propone: "A mí se me ocurre que tomando como base la estructura actual de la Liga se podría adoptar que la primera parte determinara quiénes son los campeones de cada regional, por ejemplo, quién es el campeón de Montevideo, del Litoral, de Zona Sur, y luego los equipos clasificarían a una Liga a nivel nacional. Eso se presta más en nuestro país donde los costos de traslado encarecen mucho los presupuestos de los equipos”.

Compromiso

Ha costado mucho concebir una Liga que involucre verdaderamente a todos los sectores del país, con igualdad de condiciones. Según Espasandín, falta un cambio de mentalidad. “Hay una historia en el país, no sólo a nivel deportivo, que ha crecido de forma macrocefálica, en la que Montevideo ha asumido las tareas políticas, sociales, económicas, culturales, y las deportivas no fueron ajenas a este proceso. Cambiar no es fácil, va a llevar mucho tiempo. El deporte es la manifestación del país donde se puede revertir ese macrocefalismo montevideano. El deporte puede contribuir a mirar el país de manera más integral. Pero eso no se hace sin esfuerzo, hay que trabajar mucho con la gente de todo el país. Tenemos que eliminar hablar de 'interior' y 'capital', y empezar a hablar de un país solo. En el litoral hay una estructura organizativa muy fuerte, con buen nivel de básquetbol, con campeonatos fuertes y con trabajo de formativas. En otras partes el básquetbol casi no existe, como en Cerro Largo, Treinta y Tres, Rivera y Tacuarembó, donde hay mucho por hacer. Hay que priorizar algunos aspectos y apoyar donde está fuerte el básquetbol, pero también tenemos que estar todos comprometidos en buscar el desarrollo en todo el país".

Celeste

La selección uruguaya abordará un nuevo proceso este año. Espasandín también tiene algunas ideas, las cuales elevó a los neutrales: “Cuando elevé el proyecto de todas las áreas que debería tener injerencia una gerencia deportiva, remarqué que la selección es el área que va a tener más exposición de toda la actividad que hagamos. Hay que encarar ese aspecto con mucha seriedad en una federación que es pobre y que enfrenta dificultades, pero habrá que tratar en lo posible de que aquellas cosas que dependen de la gestión y no de los aspectos económicos solamente, abordarlas desde el trabajo profesional y serio que sirva de sustento para jugadores y entrenadores, que son los que dan la cara para poder competir con buen suceso”. Actualmente, la selección no cuenta con un entrenador ante el alejamiento de su último técnico, Gerardo Jauri. La FUBB tendrá que tomar cartas en este asunto. “Lo que hice fue diagramar un perfil de cómo pienso que debería ser un entrenador de la selección nacional en este período y en base a eso los neutrales van a tomar resoluciones. Creo que debe ser una persona que sepa trabajar en equipo, con asistentes, y tiene que ejercer liderazgo para apoyarse en las distintas visiones de básquetbol que pueda haber dentro del cuerpo técnico, buscando objetivos y determinadas formas de juego que crea conveniente para afrontar la competencia”.