Desde hace un buen rato, los aurinegros saben que su rival en el cruce de primera fase será el Caracas de Venezuela, y que, en caso de superar esta instancia, irán a parar al grupo 8, dentro del que ya están la Universidad de Chile, el Atlético Nacional de Medellín de Colombia y los mendocinos de Godoy Cruz. Los tricolores, por su parte, chocarán en su serie con el Vasco brasileño, el Alianza Lima de Perú y un tercer rival que saldrá del enfrentamiento de primera fase que jugarán el Libertad de Paraguay y El Nacional de Quito, al tiempo que Defensor Sporting afrontará un grupo complicado, compuesto por Vélez Sarsfield de Argentina, las Chivas de Guadalajara y el Deportivo Quito ecuatoriano. En este informe acerca de los rivales ya confirmados de los representantes uruguayos, acercaremos parcialmente la lupa a su realidad y a sus principales aspectos, como para ir preparando la cancha para lo que se viene.

Un grande que vuelve a la Copa

Clasificado a la Libertadores por haber ganado la Copa de Brasil, el Vasco da Gama será el primer rival que tendrá Nacional, el día 8 de febrero en Río de Janeiro. El equipo albinegro carioca, que desde hacía un rato no picaba a nivel internacional, en la pasada Copa Sudamericana volvió a mostrarse a buen nivel, llegando a las semifinales del torneo, pero además tuvo una buena campaña en el Brasileirão, en el que finalizó en el segundo puesto, todo gracias a un equipo que cuenta con varios jugadores de renombre, como los volantes Juninho Pernambucano, Felipe y Diego Souza y el delantero Alecsandro. Además, el Vasco tiene como gran figura defensiva al lungo zaguero central Dedé, jugador de 23 años que se viene destacando en los últimos tiempos y que incluso ya tuvo dos participaciones en la selección brasileña. Hasta el 28 de agosto, el equipo fue orientado tácticamente por el ex zaguero Ricardo Gomes, pero ese día, en plena disputa del clásico ante el Flamengo, el entrenador sufrió un accidente cerebrovascular (del que se viene recuperando paulatinamente) y a partir de entonces se hizo cargo del plantel Cristovão Borges, quien era el ayudante técnico de Gomes.

Motivados por estar nuevamente en la Libertadores después de años, los albinegros apostarán con fuerza a la competencia, que ganaron por única vez en el año 1998, ocasión en la que derrotaron en la final al Barcelona de Guayaquil.

El Vasco, además de tener unos cuantos títulos a nivel nacional y estadual, a lo largo de su historia alcanzó otras consagraciones -la Sudamericana del año 2000 y el Campeonato Sudamericano de Campeones, torneo jugado por única vez en 1948 que precedió a la Libertadores-, galardones con los que nunca soñaron los jóvenes remeros que fundaron la institución en 1898, homenajeando al célebre navegante portugués. Desde sus comienzos el club tuvo una impronta propia y de pique presentó varias peculiaridades que lo diferenciaban de los otros tres grandes clubes de Río de Janeiro, Flamengo, Fluminense y Botafogo.

El Vasco es el equipo de los inmigrantes portugueses, de ahí que "Bacalhau" (literalmente, "bacalao") sea uno de sus apodos más tradicionales, ligado a la afición de los lusitanos por este apreciado pez, insignia de su gastronomía. De hecho, el conjunto cruzmaltino recién empezó a jugar al fútbol en 1915 y para ello creó en el club una formación especial llamada Lusitania. El equipo comenzó militando en la tercera división, pero gracias a su buen juego ascendió rápidamente y en 1923 se impuso en el torneo carioca. Esto llevó a que los otros tres clubes grandes de la ciudad le plantearan objeciones que se basaban en aspectos reglamentarios (la carencia del escenario propio del equipo, por ejemplo) pero cuya única causa era en realidad el carácter multicultural de la institución vascaína, que, si bien fue fundada por descendientes de portugueses, tempranamente aceptó en sus filas a personas de diversos orígenes. De hecho, el Vasco fue el primer club deportivo carioca en designar a una persona que no era blanca como presidente de la institución, lo cual sin dudas constituyó un signo distintivo dentro del ambiente de abierto racismo que predominó en el deporte brasileño hasta bien entrado el siglo XX. Además, el Vasco da Gama es el único equipo grande carioca que no es oriundo de la zona sur de la ciudad, aquella en la que se encuentran los barrios más coquetos y conocidos de la urbe carioca, sino que se afinca en la zona de San Cristovão, ubicada al norte de la ciudad. Allí es donde queda su viejo estadio, el San Januario, inaugurado en 1927 y con capacidad para albergar a alrededor de 25.000 espectadores.

Los más devotos de Lima

El Alianza Lima quedó encuadrado en el grupo de Nacional luego de clasificarse a la Libertadores como el segundo representativo peruano, porque cayó en las finales del certamen incaico con el Juan Aurich de la ciudad de Chiclayo. Justamente, esta derrota en la definición del campeonato aparejó la salida de la dirección técnica del conjunto albiazul limeño del chileno Miguel Ángel Arrué, y ahora todo indica que el argentino Gustavo Costas retornará al club en el que ya estuvo en dos períodos anteriores y con el que fue campeón en dos ocasiones, en 2003 y en 2004. Si bien no está definido quién será el entrenador del equipo, el Alianza ya empezó a sumar jugadores a su plantel, y así fue que se incorporaron al equipo dos jugadores uruguayos, el zaguero Walter Tuco Ibáñez, proveniente de Defensor Sporting, y el ex delantero de Wanderers y Nacional Jonathan Charquero. El aporte de nuestros compatriotas será importante para los íntimos -histórico apodo que proviene del clima de confianza que existía entre los que fundaron el club, hace más de 100 años-, entre cuyas figuras conocidas están algunos integrantes de la selección peruana, el arquero Salomón Libman, el experiente volante Juan Jayo y el delantero paraguayo Roberto Ovelar, aunque este último jugador se maneja como una de las bajas del equipo para la próxima temporada, ya que parece muy factible su transferencia a la Universidad Católica de Chile.

El Alianza, club representativo de la comunidad negra limeña, juega sus encuentros como local en el Estadio Alejandro Villanueva, conocido popularmente como Matute, situado en el distrito limeño de La Victoria, lugar en que muchos uruguayos se ganaron el cariño del pueblo aliancista. Porque, además de los muchos compatriotas que jugaron en el club, dos técnicos, Juan Eduardo Hohberg y Gerardo Pelusso, fueron campeones en 1977, 1978 y 2006 respectivamente, por lo que quedaron unidos para siempre en la mejor historia del Alianza. También es parte de la tradición aliancista la devoción por el Señor de los Milagros, una imagen de Cristo pintada hace varios siglos por un esclavo de ascendencia angoleña en las paredes del Santuario de las Nazarenas, uno de los templos más representativos de la capital peruana. La veneración por esta imagen se expresa en que cada mes de octubre el Alianza sustituye las rayas azules de su camiseta por unas de color morado, ya que éste es el color que identifica a los seguidores del Señor de los Milagros. Éste es un caso único, ya que ningún otro club de fútbol del mundo modifica su indumentaria por un motivo religioso.

Otra vez la V

Sin dudas, de los rivales que tendrán que enfrentar los equipos uruguayos en la Libertadores, el más familiar para el aficionado futbolero local es Vélez Sarsfield, contra el que debutará Defensor Sporting el 7 de febrero en Montevideo. Hace unos cuantos años, el equipo de la V azulada se afianzó como uno de los más importantes de su país y el conjunto, hoy dirigido técnicamente por Ricardo Gareca, es frecuente animador de los torneos organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol. En el pasado año, los velezanos llegaron a las semifinales de la Libertadores y la Copa Sudamericana -en el primer torneo fueron eliminados por Peñarol y en el segundo, por la Liga Universitaria de Quito-, por lo que en este 2012 tendrán una pronta revancha en su intento de volver a conquistar títulos internacionales. Vélez Sarsfield realizará la pretemporada en Maldonado, donde disputará una serie de encuentros amistosos antes de participar en el primer cuadrangular veraniego que se realizará en el Estadio Centenario, en el que, además, participarán los grandes y el Sporting Cristal peruano.

El actual plantel presenta algunas variantes respecto del que jugó a mediados del año pasado ante los aurinegros. Ya no están en el equipo Ricardo Ricky Álvarez, Maximiliano Moralez y el Tanque Santiago Silva, los tres transferidos al fútbol italiano, pero en el caso de nuestro compatriota se está intentando traerlo nuevamente al club. Siguen en el equipo el delantero Juan Manuel Burrito Martínez, los volantes Augusto Fernández y Víctor Zapata y el arquero Marcelo Barovero, pero a estas figuras ya conocidas se les sumó el veloz ex delantero de Tacuarembó y River Plate Jonathan Ramírez, que gracias a sus buenas actuaciones se ganó un lugar en el plantel de Gareca. Además, hace pocos días los de Liniers lograron la contratación del volante ofensivo Federico Insúa, quien también era pretendido por Nacional, lo cual deja claro que el potencial velezano, una vez más, lo convierte en un rival peligroso para cualquiera.

Los chullas quiteños

Recientemente consagrado por quinta vez en su historia como campeón del fútbol ecuatoriano de la mano del técnico argentino Carlos Ischia, el Deportivo Quito llegará, con ésta, a su novena participación en la Copa Libertadores y será rival de grupo de Defensor Sporting. El equipo azulgrana ecuatoriano tomó para su indumentaria los colores emblemáticos de la ciudad de Quito, aunque cuando se fundó, en 1940, con el nombre Sociedad Deportivo Argentina, en homenaje al fútbol de nuestros vecinos, lucía una casaca a rayas verticales celeste y blanca. Fue recién en 1955, cuando la institución fue refundada con el nombre oficial con que se la conoce actualmente, Sociedad Deportivo Quito, cuando adoptó el rojo y el azul que lo han caracterizado a lo largo de los años.

Opacado por los recientes éxitos nacionales e internacionales de la Liga Deportiva Universitaria, uno de los equipos emblemáticos de la capital ecuatoriana -el otro es el alicaído Aucas, que actualmente milita en la tercera división-, el Deportivo Quito logró ser campeón a finales del año que acaba de finalizar después de vencer en las finales al Emelec, para así revalidar el título logrado en 2009. Conocido como el equipo chulla, en referencia a un personaje tradicional quiteño, el conjunto azulgrana juega como local en el conocido Estadio Olímpico Atahualpa (reducto de la selección ecuatoriana), enclavado a 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que siempre suma una dificultad adicional a los visitantes.

De cara a la actividad en este año, los quiteños de Ischia realizaron más de 12 incorporaciones, entre las que se destaca el delantero Iván Kaviedes, jugador de 34 años que luego de un comienzo de carrera rutilante comenzó a perder brillo, aunque cada tanto hace cosas que recuerdan que no se olvidó de jugar al fútbol. Los chullas quiteños también sumaron a su plantel a otros dos delanteros: el argentino Luis Escalada (surgido en las inferiores de Boca Juniors) y el uruguayo Waldemar Acosta, jugador oriundo del departamento de Colonia que el pasado año tuvo una destacada actuación en el Técnico Universitario de Ambato.

Orgullo tapatío

Este año, el Club Deportivo Guadalajara, denominación oficial del equipo al que se conoce popularmente como las Chivas, llegará a su séptima participación en la Copa Libertadores de América. El conjunto albirrojo se ganó el derecho a participar nuevamente en la competencia por haber finalizado en el primer lugar de la fase regular del último torneo azteca, certamen que finalmente sería ganado por los Tigres de Monterrey. La rica historia que tiene detrás impulsa nuevamente a las Chivas, uno de los equipos más antiguos del fútbol de su país, y, junto al Cruz Azul, uno de los dos conjuntos mexicanos que llegaron a disputar una final de Libertadores, la de 2010, en que fueron derrotados por el Inter de Porto Alegre.

Fundado en 1906 por un grupo de jóvenes, inicialmente el club se llamó Unión, pero tempranamente, en 1908, se adoptaría la denominación oficial actual: Club Deportivo Guadalajara. El apodo de Chivas, con que se conoce popularmente a este club, el que más hinchas tiene en el vasto territorio mexicano, vino bastante después, a finales de la década de 1940, y, como tantos otros motes del mundo del fútbol, tuvo un origen despectivo, aunque luego fue tomado con orgullo por los hinchas del Guadalajara. Si bien su historia es centenaria, las Chivas recién pudieron ganar su primer título local en 1957, aunque después se afianzarían hasta llegar a ser, con once conquistas, el equipo más ganador de su país a nivel local. Por otra parte, la fuerte impronta localista de las Chivas, que no aceptan en sus filas a jugadores nacidos fuera de México, ha convertido al club en un permanente proveedor de futbolistas para la selección azteca, tanto para la mayor como para las juveniles, que en los últimos años han logrado destaque en las competiciones mundiales. En el plantel de Chivas que se está preparando para lo que viene hay unos cuantos jugadores que defienden (o defendieron) la casaca del Tri, como el arquero Luis Michel, los zagueros Héctor Reynoso y Jonny Magallón y el delantero Alberto Medina. Las Chivas son dirigidas por Fernando Quirarte, que arrancó el año con alguna preocupación extra, porque hace un par de días sus dirigidos perdieron 0-3 el clásico tapatío (gentilicio que reciben los nacidos en la ciudad de Guadalajara) con el Atlas, encuentro que se jugó en el marco de un torneo amistoso que se celebró en el Estadio Omnilife, el moderno estadio de las Chivas inaugurado hace un año y medio, donde Defensor jugará su tercer encuentro en su grupo el próximo 13 de marzo.

¿Papita? Ya no tanto

El Caracas Fútbol Club es desde hace unos cuantos años el equipo más fuerte de la incipiente liga venezolana y no en vano la próxima Libertadores será la novena que este equipo disputará en forma consecutiva. Nacido originalmente con el nombre de Caracas-Yamaha, por la vinculación que existía entre la entidad y la empresa japonesa, el futuro rival de Peñarol comenzó a jugar profesionalmente en 1984, obteniendo el torneo de ascenso y accediendo al año siguiente a la Primera División del fútbol venezolano, divisional de la que no se movería. Claro está que la entrada en el profesionalismo trajo problemas al Caracas, que estuvo a punto de desaparecer en 1989, pero finalmente logró sobrevivir gracias a que comenzó a ser gerenciado por la Organización Deportiva Cocodrilos, franquicia que cuenta además con uno de los equipos más renombrados del básquetbol venezolano, que lleva el nombre del reptil anteriormente mencionado. Este gerenciamiento propició el inicio de una nueva era en el club capitalino, que comenzó a cimentar su crecimiento en base a su organización y, tras empezar a tener algunos éxitos en la década de 1990 (en la que obtuvo cuatro campeonatos y disputó tres Libertadores), explotó definitivamente en la primera década del siglo XXI, cuando se consolidó como el más laureado de su país, superando en este rubro al tradicional Deportivo Táchira, ante quien disputa el máximo clásico del fútbol bolivariano. En este período, además de ganar siete torneos locales, el Caracas obtuvo algunos resultados rutilantes a nivel internacional, como la victoria 1-0 sobre River Plate, obtenida en el mismísimo Estadio Monumental en la Libertadores del año 2007, en el que fue el primer (y único) triunfo de un conjunto venezolano en territorio argentino. Más acá en el tiempo, en el 2009, el Caracas logró su mejor figuración histórica en la Libertadores, al llegar hasta la instancia de los cuartos de final, donde terminó eliminado por el Grêmio de Porto Alegre. Todos estos logros fueron cimentando la mística de este club, cuyo notable crecimiento se acompasó, además, con el avance de la selección venezolana en el plano sudamericano de la mano del técnico César Farías.