En un gris domingo, Wanderers enterró seis años sin triunfos ante su vecino River Plate y dio un paso largo en la tabla. Parecía improbable cuando faltaban 13 minutos para el cierre y los darseneros ganaban. Pero en la recta final, el Saroldi se conmovió con tres goles que llevaron los puntos para el Viera. Más que ajustado a un partido equilibrado y entretenido, el 3-1 lució el premio a la paciencia. Los bohemios se fueron empalagados por una victoria pagada con las chanzas acumuladas durante la larga sequía que River Plate pudo profundizar si hubiera sido más osado durante los primeros 30 minutos del complemento.

He ahí el peor lapso de Wanderers: el gran debe de los darseneros fue no convertirlo en su mejor pasaje. El equipo de Almada manejaba el 1-0 desde los 31 minutos, cuando Lea Rodríguez anotó tras un error del fondo bohemio. Pero, a diferencia de lo que le ocurrió en la quinta fecha ante Liverpool, a River le jugó en contra la vocación especuladora. Quizá Almada pensó que le alcanzaría con anular los intentos del Cangrejo Cabrera y con descansar en un bajón momentáneo del gran Maxi Rodríguez. Dejó que su colega moviera el banco antes, sin reparar en que sus volantes abiertos titulares perdían peso, mientras John Varela y Córdoba esperaban afuera. Cuando el ingresado Lencina empató el partido, hacía sólo seis minutos que había entrado el primero y faltaban siete para el turno del segundo. Wanderers acumulaba un largo rato con un mediocampo flaco, hijo del ingreso de Gastón Rodríguez por De Souza. Había pasado un tren que los darseneros no tomaron.

La igualdad fue un tardío reconocimiento a los méritos bohemios de la primera parte. Pese a la distracción que le costó la derrota parcial, Wanderers se esforzó por corregir sus repetidos problemas. Merece aplausos el trabajo del Cangrejo Cabrera y de Maxi Olivera, que a menudo jugaron a la altura de los defensas y anularon a Montelongo y a Lugo. Arias leyó bien el partido y lo afrontó sabiendo que la limitación del juego externo darsenero podía ser la llave. La liviandad de su mochila, ésa que llegó al Saroldi cargadita, evidencia el acierto.

El despliegue de Porras y el espíritu colectivo de Avenatti por momentos disimuló la poca fluidez locataria, pero no fue suficiente. A la larga, se impuso el fútbol de un Maxi Rodríguez que sólo puede fastidiar a hinchas miopes. Puso a correr a Cabrera en la jugada del empate y deleitó cada vez que buscó a Mercado. Mereció embocar alguna de las que metieron su hermano Gastón y Maxi Olivera, cuando anotaron para cerrar el resultado en los minutos de canilla libre disfrutados por los Maresca, los Aguerrebere y los Devoto. ¡Hip!

Detalles

Estadio: Parque Saroldi

Árbitros: Yimmy Álvarez, Popovits, Pollero y De Seja.

River Plate (1): Damián Frascarelli (bien, igual); Luis Torrecilla; Baltasar Silva; Kily González; Chancho Dadomo; Bruno Montelongo (puede más; 84’ Pollo Córdoba); Gonzalo Porras (motor); Rizotto; Brian Lugo (no mucho; 71’ Jhon Varela); Leandro Rodríguez (cosas); Felipe Avenatti (OK; 83’ Leyes). DT: Guillermo Almada. Suplentes: Danilo Suárez, Hamilton Pereira, Claudio Herrera e Innella.

Wanderers (3): Diego Pérez (bien, igual); Cangrejo Cabrera (rinde 2); Marcelo Méndez; Hernán Menosse (carácter); Alejandro Lago; Maxi Olivera (se nota); Guzmán Pereira (raspa; 81’ Gagnebin); Santi Martínez; Diego de Souza(58’ Gastón Rodríguez); Richard Mercado (de + a -; 68’ Lencina); Maxi Rodríguez (véalo). DT: Alfredo Arias. Suplentes: Martín Rodríguez, Matías Santos, Albarracín y Diogo.

Goles: 31’ Lea Rodríguez (RP), con toque bajo al arco luego de un tiro libre mal defendido cuyo rebote tomó Montelongo, que metió la habilitación cruzada; 77’ Lucas Lencina (MW), con remate cruzado y bajo tras una incursión con pase atrás de Cabrera, que fue lanzado por Maxi Rodríguez; 86’ Maxi Olivera (MW) cabeceó un tiro de esquina al segundo palo y en caída; 90’ Gastón Rodríguez (MW) definió bajo en jugada de mano a mano.