En cada una de las canchas de nuestro país, de lo que sea, negros, gordos, flacos, judíos, chinos, narigones, porteños, chuecos, adictos son pretendidamente descalificados agresiva y gratuitamente como “de mierda” o “putos”. Son deportistas que supuestamente disminuirán su rendimiento frente a tanta grosería o son castigados desde el cemento por haber infligido un gol o una derrota al equipo de los que gritan. No son casos extraordinarios. Pasa siempre. Les (nos) parece normal y es horrible, pero no hay educación ni discusión al respecto. La sociedad patriarcal y machista los conduce por esos torcidos caminos y parece normal. No lo es, como tampoco lo es cantar festejando que les mataron a uno o que corrieron o que los someten sexualmente.

Ahora tirarle bananas a un negro, ridiculizándolo como mono, ya es una práctica tan repugnante e inaceptable que debería tener freno y castigo inmediatos para evitar que esas acciones deleznables se sigan reproduciendo como normales.

Fue el sábado en la cancha de Central Español en el arco que da al Velódromo cuando alguna o algunas personas que estaban detrás del alambrado le tiraron bananas al experiente arquero de Progreso Jorge “Coco” Rodríguez.

“Que en tu país, tu tierra, te estén tirando bananas, que haya tal discriminación, no lo esperaba. Si me decís que me insultan, o me dicen que atajo horrible, vaya y pase, pero estar todo el día con la raza, la raza, no puede ser. Es importante que se vea que el tema del racismo no está muy lejos, que en Uruguay también hay problemas raciales, que no se tapan con tener amigos negros, o querer salir a tocar el tambor en las Llamadas”, señaló el arquero de Progreso, quien quiso hacer conocer el tema aunque se preocupó por no rozar a sus colegas de Central ni al club.

Central emitió un comunicado en el que dice que repudia los hechos denunciados por constituir un agravio injustificable, ajeno y contrario a nuestra historia y a nuestras tradiciones así como a nuestros valores éticos y deportivos. Sin embargo, agrega un ítem que por lo menos parece desgraciado o excesivo dado que dice: “El estilo confrontativo del jugador, expresado en su conducta antideportiva en el partido de la primera rueda (que le valiera la tarjeta amarilla por insultar a la parcialidad de Central Español, al igual que hiciera el sábado pasado durante todo el segundo tiempo) y en la agresión física contra el jugador Sergio Souza (sancionada también con tarjeta amarilla), no justifican en absoluto semejantes agravios”, lo que podría dar a entender que de alguna manera el Coco se la busca, aunque no da para decirle “negro de mierda”.

Un bajón.