El Nacional de Gallardo de anoche da para entusiasmar. Los albos hicieron una gran faena en la primera parte y dominaron todos los rubros a tal punto que el 1-0 con el que se fueron a vestuarios fue exiguo.
Con el arbitraje de José Buitrago, Humberto Clavijo y Wilmar Navarro (terna de Colombia) Vasco da Gama empezó alineando a Fernando Prass; Max, Dedé, Rodolfo, Thiago Feltri; Eduardo Costa; Nilton, Juninho Pernambucano, Felipe; Diego Souza y Alecsandro, mientras Nacional lo hizo con Leonardo Burián; Christian Núñez, Andrés Scotti, Alexis Rolín, Diego Placente; Maximiliano Calzada, Matías Cabrera, Israel Damonte, Santiago Romero; Tabaré Viudez y Vicente Sánchez.
De movida nomás un pase filtrado para Tabaré Viudez lo encontró en finita posición adelantada cuando se iba al gol. Tener la pelota era el mejor recurso de neutralización de los locales y el equipo de Gallardo lo demostraba de entrada con rapidas combinaciones para Viudez y Carucha Sánchez.
Fueron aplicadísimos y prolijos los primeros cinco minutos en el mítico São Januario donde estuvo entrenando Uruguay en el 50 antes del Maracanazo.
Si era el trailer de lo que iba a ser el partido estaba bárbaro. Si era apenas la demostración de que Nacional puede jugar así también. Mucha dinámica, mucha atención y buena capacidad de toque eran los principales puntos de destaque de los orientales.
El descontrol absoluto de la transmisión televisiva a cargo de Fox, que por momentos pareció hackeada o copada por personas que ataron de manos al director de cámaras, mientras alguien le pasaba un pañuelo descartable a la cámara aérea central que nos daba un paneo parcial de liliputienses, nos quitó la debida apreciación de unos cuantos minutos, pero aun así se pudo ver una rápida internada de Tabaré Viudez controlada en extremo por un veloz defensa, cuando había encontrado un hueco entre los dos centrales y se disponía a enfrentar al arquero.
Ya con una mejor imagen se puso bueno, y Diego Souza lo tuvo para los vascaínos a la entrada del área, pero también el Colorado Romero, después de un buen desborde compuesto por la dupla zurda Vicente-Placente. Este último, a la jugada siguiente, vio la amarilla por una clásica entrada de lateral argentino contra insoportable habilidoso brasileño. Otra buena de las habilidosas piernas izquierdas de Sánchez y Placente terminó en remate apenas alto de Matías Cabrera. Un minuto después terrible chumbazo de Viudez obligo a flor de atajada de Fernando, y en el córner llegó la apertura con gol un poquito en contra y otro poco de Andrés Scotti. Iba media hora de juego y el partido de Nacional era lo más parecido al juego de las Eliminatorias entre Uruguay y Brasil en San Pablo, en 2007. Nacional siguió con la pelota y Viudez, infernal, dejó sentado al arquero, que debió recortar para atrás y cuando forzado trato de mandarla adentro se la sacaron justito del buche.
Tabaré Uruguay Viudez fue un infierno para los cariocas, una suerte de Chicharra Ramos del siglo XXI sumando velocidad, gambeta, picardía y remate con las dos piernas.
Vicente Sánchez, con un jugadón, estuvo a punto de anotar el segundo, pero a la vuelta de esa jugada -pareció penal contra el uruguayo- una maravillosa escalada de campo a campo de Diego Souza terminó en falta obligada al borde del área para el remate terrible de Juninho Pernambucano, que Burián controló.