Ante las cámaras televisivas que le negaron a otros, Cerro aprovechó el inicio del Clausura para demostrar que tiene con qué honrar la buena campaña que estiró durante dos tercios del torneo anterior. Lo sufrió Cerrito, el lado más débil del 4-1 con el que terminó un sábado que también repartió empates entre Wanderers y Danubio y entre Rentistas y Cerro Largo.

No se TV

El miércoles, cuando administrativamente había cerrado el día para las oficinas de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el partido televisado del sábado era el que sin dudas se presentaba como más atractivo, el de Wanderers y Danubio. El miércoles a la noche en el hemiciclo de la AUF se llevó a cabo la asamblea que a priori decidió que el contrato con Tenfield por los derechos de televisión del fútbol uruguayo, que vencía en 2016, sería extendido hasta 2021. Esa noche Tenfield contó con el apoyo de 13 clubes de la A y el voto de la B. Peñarol, Fénix, Rentistas, El Tanque, Cerrito, Racing, River Plate, Cerro Largo, Rampla Juniors, Cerro y Danubio, Defensor Sporting, Bella Vista, Racing, y la B levantaron su mano para que siguiera el negocio con Casal. Nacional, Liverpool y Wanderers le bajaron el pulgar. Al otro día Tenfield determinó que Wanderers Danubio no sería el televisado. ¿Casualidad o causalidad?

Estaba insoportable, el aire espeso, el sol pegaba mal y el mercurio en el termómetro andaba por arriba de los 35 grados, pero el fóbal tenía que arrancar y así lo hizo. En el estadio Centenario el conjunto dirigido por el Chifle Barrios, Cerrito, ofició de local ante Cerro. Pese al cambio de técnico, viven las ambiciones albicelestes. La Cobra Machado reivindicó su nombre con los dos primeros goles del Apertura.

Cuando apenas corrían dos minutos de juego apareció el primer gol de la tarde luego de un desborde y posterior apilada de defensas del volante Washington Camacho. Todo terminó con pase al medio y definición de la Cobra Machado: un gol de Playstation.

La defensa del cerri estaba perdida y los albicelestes planteaban un juego consolidado. La receta era: Gustavo Varela y Matías Alonso organizaban, Camacho y Raveca desbordaban, y Machado definía. El segundo gol no tardó en aparecer: a los diez minutos un desborde y centro de Ravecca derivó en un frentazo letal de Luis Machado que marcaba el segundo en su cuenta personal y en el tanteador. Luego a Cerrito le costó reorganizarse y avanzó muy poco hacia el otro arco. A pesar del calor insoportable Cerro seguía firme y consistente.

Así de directo fue Cerro: a los 12’ ya ganaba por dos de ventaja en un Estadio Centenario semivacío. Todavía faltaban los tantos de Mastriani y Ravecca, al que el técnico Parga sacó del lateral derecho y devolvió a una posición ofensiva. Entremedio de ambos, Ronchetti descontó para los auriverdes. Esos que tienen el peor horizonte. A la goleada en contra le suman la condición de colistas en la tabla del descenso.

Los de la villa saltaron a la cancha con: Mathías Rolero, Danilo Asconeguy, Guillermo de los Santos, Gonzalo Godoy (volvió de Nacional), Washington Camacho, Óscar Javier Morales, Marcel Román (77' Sebastián Suárez), Andrés Ravecca, Gustavo Varela (77' Sergio Pérez volvió de Racing), Mauricio Alonso (84' Gonzalo Mastriani) y Luis Machado.

Los once iniciales del auriverde fueron: Mauricio Nanni llegó de la CAI de Comodoro Rivadavia, Cristiano Gomes, Alexis da Silva, Gastón de los Santos, Martín González que vino de Wanderers (39' Francisco Molina), Salvador Sassón, Renzo Pérez, Gastón Minutillo, Paolo Ferreira (56' Fabricio Ronchetti), Yoel Burgueño (70' Diego Sonsol) y Marcelo Guerrero proveniente de Unión Temuco.

Un rival bicho

Sus vecinos de Rentistas andan casi en la misma. Apenas los aventajan por cuatro puntos en la lucha por la permanencia, luego de sumar un empate con fuerte olor a derrota. Le iban ganando a Cerro Largo cuando a falta de siete minutos igualó el delantero Rino Lucas. En su complejo deportivo, los rojos se habían puesto en ventaja a los 43’ con gol del lateral Iglesias. Fue 1-1 y más aire para los arachanes que, a diferencia de los vecinos del Cerrito de la Victoria, aprovechan las bondades de una multiplicación que los encamina a la permanencia. Y, de paso, se prenden a la pelea en la tabla anual.

Rentistas dirigido por Edgardo Tierno Arias jugó con Guillermo Reyes, Álvaro Márquez, Diego Bonilla, Ruben Planchón (18' Fabián Yantorno), Jonathan Iglesias, Luis Facio (81' Ramón Giambiaggi), Gonzalo Maullela, Bruno Lentinelli, Marcelo Fernández, Santiago López y Gonzalo Malán (56' Facundo Rodríguez).

Cerro Largo lo hizo con: Martín Campaña, Raúl Echandía (46' Juan José Blanco), Gonzalo Viera, Daniel Leites, Mauricio Ruiz, Felipe Klein, Abel Nazario, Adolfo Lima, Rino Lucas, Nicolás Guevara (46' Matías Telechea) y Sebastián Sosa (81' Marcos Neves), dirigidos por Danielo Núñez. Los goles fueron de Jonathan Iglesias (R) a los 42', y el empate fue de Rino Lucas (CL) a los 82'.

Es el Danubio sin su ballet

Difícil de explicar el empate del Viera. Pocas veces un equipo que genera todo lo que Wanderers se va de la cancha sin los tres puntos. La igualdad a uno fue generosísima con Danubio y demasiado injusta con los bohemios.

Los franjeados debieron soportar algo así como una balacera. No salieron ilesos, porque el Chapita Blanco empató a falta de cinco minutos. Pero por cómo se dio el partido, su sola sobrevivencia resulta milagrosa. Wanderers los mató a pelotazos. Transformó lo bueno en mejor. La escuela de toque que instaló Carreño se vio profundizada justo el día del debut de su sucesor, Alfredo Arias. El técnico que hizo su estreno en Primera División puso juntos a Cabrera, Pacheco, Maxi Rodríguez y Blanco. Los primeros tres formaron una línea intermedia entre los volantes de marca y el Chapita. El Cangrejo fue el que mejor interpretó al Tony, dueño de pases tan precisos como preciosos. Durante la primera parte, llenó de diagonales la banda derecha, la que recorrió menos en el complemento, cuando cambió de punta y jugó cerca de Olivera, el lateral zurdo que protagonizó varios avances cuando la resistencia danubiana se volvía inverosímil.

Es interminable la lista de salvadas milagrosas. El arquero Goicoechea puso varios atajadones al servicio de un Danubio que necesariamente debía contar con un golero inspirado para sostenerse. Blanco lo quebró en su enésimo intento, cuando muchos pensábamos que la del sábado ya no sería su tarde. Paradójicamente, la pelota del gol fue hija de un grandote. Es que Gastón Rodríguez entró bien y generó la jugada que volvió menos injusto el desenlace.

Danubio ganaba desde los 26’, cuando Perrone se transformó en el goleador histórico del club tras rematar un penal. En algún momento inquietaron sus contragolpes. Pero casi desaparecieron desde que el volante Píriz salió expulsado a los 54’ y Wanderers dio rienda suelta a su monólogo. Bastante antes de quedarse con diez, el equipo de Pecho Sánchez mostró la hilacha. Regaló metros y esperó contra su arco, sin presionar, con la línea de cuatro y los tres volantes clavados en treinta metros. El ingreso de Avilés recompuso el medio tras la expulsión de Píriz pero alivianó el ataque. Perrone salió y dejó muy solo a Martiñones, pese a la posterior entrada de Sebastián Fernández. El lateral Formiliano y el volante Castro sumaron los mejores esfuerzos tras los de Goicoechea. Fueron los nombres de una resistencia increíble que caerá en el agujero negro en el que caen los partidos que no se televisan en vivo. Los que a menudo juegan los equipos que no están dispuestos a estirar el contrato de Tenfield.

Wanderers: Martín Rodríguez; Sandoval, Sergio Rodríguez (73' Gastón Rodríguez) (fino), Alejandro Lago (volvió) y Maxi Olivera (confianzudo); Santiago Martínez (sí) y Juan Ramón Curbelo (también) (61' Matías Mirabaje) (buen pie); Javier Cabrera (jugó), Pacheco (maestro) y Maxi Rodríguez; y Blanco (merecía).

Danubio: Goicoechea (pide monumento); Gabriel de León (79' Leandro Sosa), Andrés Fernández (chichones), Malrrechuafe y Fabricio Formiliano (rendidor); Sebastián Píriz, Pablo Damián Castro (tractor) y Mayada; Guzmán (59' Sebastián Fernández); y Perrone (recordman) (56' Ignacio Avilés) y Martiñones.