Es lunes de tarde y en el raid de programas futboleros viajo acompañado por Sonsol, que se contacta como todas las tardes con Daniel Banchero en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Por lo general, al relator de básquetbol y fútbol parece no gustarle distraerse con temas de la AUF, pero también parece ser un juego con Banchero, que desde hace años tiene mucha materia prima desde los mostradores asociacionistas.
Ahora hablan de una fecha que se habrá de jugar casi dos semanas después y del cambio de un partido televisado. Seguro que Sonsol, en cualquier otro caso, le diría que no lo paspe más, que eso va a ser dentro de un siglo, que... Sin embargo, no sólo le presta atención sino que quiere más, le pide a Banchero que opine y le pregunta dónde se van a tener que meter la lengua ahora los que dicen que “la empresa” -así lo dice- no televisa a Liverpool, que Liverpool está vetado por Tenfield.
La noticia que dio Banchero es que el domingo 25 de marzo no se televisará Rampla Juniors-River Plate sino Liverpool-Cerro Largo. Como esos personajes grotescos que recrea Alejandro Dolina en La venganza será terrible -el segmento se llamaría “Cómo elegir el televisado”-, Sonsol grita, defiende las decisiones de Tenfield y hace quedar mal y como muy desnorteados a aquellos que han sugerido o directamente sostenido, tras haberlo inferido de la realidad, que al equipo presidido por José Luis Palma, que nunca se ha llevado bien con la empresa de Paco Casal y que junto con Wanderers y Nacional no levantó su mano para extender la venta de los derechos televisivos hasta 2021, no lo televisan como castigo.
Que se ignorara en la primera, en la segunda y hasta en la tercera fecha al equipo que siempre fue líder -no tiene puntos perdidos- puede ser razonable y es verosímil, pero que en la cuarta, en la que no había competencia de Nacional ni de Peñarol para decidir qué partido televisar el sábado y el domingo no conduce a otra sospecha o convicción de que ese castigo existe.
Ya me había comido el domingo, en La hora de los deportes, a un Sonsol furioso: “Muchos hablan de contratos, de lo que conviene, de lo que no, y no fueron a estudiar economía. ¡La universidad ni saben dónde está!”, en una insólita reivindicación de nuestra mayor casa de estudios. Como si hubiera que ser Lord John Maynard Keynes para saber cuándo hay contratos que pueden ser abusivos respecto de los intereses de los clubes. Dejo la radio y voy a los diarios para saber quiénes, además de la diaria, se van a tener que meter la lengua allí donde manda Sonsol. La revisión de los suplementos deportivos de todos los diarios reconocidos como de alcance nacional arroja que ninguno de ellos se ocupa de la no televisación de Liverpool, asunto que mereció tapa en este diaria -¡tomá, Bosque!-. O no se han percatado de la interdicción televisiva a los negriazules o lo consideran irrelevante o, como corresponde, en las páginas de fútbol se habla de fútbol y no de política.
Lo cierto es que ahora no sólo van a televisar el partido que juega Liverpool el domingo 25, sino también el del 1º de abril contra Defensor Sporting, y por ahí capaz que viene William Bu. Además, no es cierto que hayan vetado a Curtidores de Hongos porque una cuarteta no les gustó en 2007. Mirá que no me como ninguna caminata.