Cuenta la historia que una pequeña rata animada soñaba con ser chef. Y como los sueños hay que perseguirlos toda la vida hasta alcanzarlos, Remy lo logró y fue feliz. Lo que le pasó a Diego Martiñones, el Rata, en la tarde dominguera de Jardines del Hipódromo es lo más parecido a un sueño. De los lindos. Le hizo tres goles a Peñarol, ganó Danubio y se llevó la pelota, que irá a parar vaya uno a saber dónde y quedará guardada en el mejor de los recuerdos.

El primer tiempo tuvo a Peñarol como amplio dominador y claro protagonista. Los dirigidos por el Polilla da Silva fueron más que Danubio y se fueron al entretiempo 1-0 arriba con gol de Maxi Pérez, el primero oficial en Peñarol para el jugador de los rulitos que usa la camiseta 10. Terrible zurdazo al palo izquierdo de Goicochea metió el ex Fénix, después de buena combinación con el veterano Darío, que jugando a asistente le metió un pase con sombrero al chiquilín criado en Las Piedras. El mejor en los mirasoles fue Sebastián Cristóforo, que hizo un tremendo primer tiempo ubicándose como acompañante de Nicolás Freitas en el doble 5. Muy bien el pibe. El Lolo, con su velocidad también complicó bastante a la línea de fondo franjeada. Danubio no se encontraba, y más allá de algún lujito del Seba Píriz en la mitad de la cancha no tenía claridad en el juego. Por eso perdía bien, porque Seba Fernández y Diego Martiñones tampoco generaban demasiado peligro. ¿Se dice Martiñones acá? Lo mejor estaba por venir para los danubianos.

Allá se dice hattrick

La segunda parte empezó a full. El Pecho Sánchez mandó a la cancha a Leonardo Melazzi y cambió el partido. Con este ingreso le metió mucha velocidad al ataque danubiano e hizo que Darío Rodríguez por momentos se volviera loco. Pudo ser expulsado el capitán aurinegro. Melazzi desbordó a Darío por izquierda y metió un lindo centro que cabeceó de manera notable Diego Martiñones. Y ahí arranca la peli, sólo a dos minutos del comienzo del segundo tiempo. Después del empate el partido cayó un poco por unos minutos, hasta que se dio una jugada increíble, que va a pelear el podio en el No Top Ten de Sport Center: Luis Aguiar, casi que saliendo de la cancha, desde la línea y sin ángulo al lado del arco, pateó la pelota y suavemente ésta se fue metiendo en el arco de Goico, porque se le escapó de las manos y le pasó por entre las piernas, y lo que es peor, con su taco le dio dirección de gol. Mala suerte, los arqueros saben lo que es eso. 2-1 de manera increíble. Se siguieron dando algunas jugadas de peligro en las dos áreas, pero el que la mandó a guardar por segunda vez fue Martiñones de cabeza, solito en el área y con los defensas aurinegros mirando sorprendidos. Darío Rodríguez lo tuvo con un cabezazo que se fue cerca del palo derecho del golero danubiano. Sobre el final se dio la explosión de alegría: Mello, que había ingresado hacía unos minutos, metió un derechazo que Carini atajó pero dio rebote corto, y ahí llegaba el Rata, para empujarla y meter el tercero. Fiesta y tres goles en Jardines contra Peñarol. Me imagino que ayer le habrá 
costado dormir.