Ayer de mañana, cuatro integrantes del grupo Buscando a Nadia estaban reunidas en la casa de una de ellas. En torno a una mesa con una computadora resumieron los últimos hechos. Manejaban todos los escenarios posibles, conectando y desconectando cabos, como no podían dejar de hacerlo desde que supieron, el sábado de tarde, del hallazgo de un cadáver en la zona de Margat, que puede ser de Nadia.

El cuerpo fue encontrado ese mismo día de mañana por unos trabajadores que desmalezaban un predio en el paraje Margat, ubicado entre las ciudades de Canelones y Santa Lucía, en el departamento canario.

El lunes 13 de diciembre de 2010 la joven, oriunda de Canelones, había salido en bicicleta hacia Santa Lucía; varios testigos aseguran haberla visto esa noche en Canelones, pero desde ese momento no se supo más de ella. Su bicicleta y su mochila se encontraron pocos días después en las proximidades del arroyo Canelón Grande, cerca de un puente viejo que está en el paraje Margat, donde el padre sugirió buscar. Al pararse sobre la ruta 11 (por la que ella transitó) mirando hacia Santa Lucía, ese sitio se encuentra a algunos metros hacia la derecha. Los restos fueron encontrados en un campo ubicado a la izquierda de la ruta. Puede accederse a él desde el cruce de la ruta y la vía férrea, caminando por ésta 100 metros hacia la izquierda, y de ahí hacia adentro “tres o cuatro cuadras”, estimaban ayer las amigas, que concurrieron al lugar cercado por la Policía Técnica.

El campo estaba abandonado, con abundante vegetación, entre ellas zarzamora, enredadera alta, tupida y espinosa. Recientemente fue adquirido por un nuevo propietario, quien ordenó el desmalezamiento. La Policía no había buscado en ese lugar por considerarlo “impenetrable”; sin embargo, ayer las amigas reafirmaron que si bien era “de difícil acceso” no era “impenetrable”; de hecho, las evidencias indican que alguien accedió.

El sábado de noche la madre de Nadia y Sofía Vanoli, una de sus mejores amigas, fueron citadas por el Departamento de Investigaciones de la Jefatura de Policía de Canelones para reconocer las pertenencias; la ropa no era fácil de identificar, porque una parte había sido afectada por el fuego que se había prendido para desmalezar. Pero identificaron la pulsera, que era de Nadia, “inconfundiblemente”, afirmó Sofía. Los objetos también fueron reconocidos por el padre y el hermano, ayer de mañana.

El cuerpo está en el Instituto Técnico Forense, que hará diversos análisis, cuyos resultados se conocerán mañana. La jueza encargada del caso, María Noel Odriozola, concurrió al predio el sábado de tarde, pero prefirió no hacer declaraciones hasta que se conozcan los resultados del estudio.

Otro capítulo

El simple hecho de encontrar un cuerpo con la pulsera de Nadia ya provoca un giro en la investigación. El escenario menos probable es que se trate del cuerpo de otra persona con su pulsera y sus pertenencias (el padre reconoció los championes y más de uno hace alusión a parte del pantalón de gimnasia y a las similitudes con el que vestía aquel día). Si se confirma, que los restos son de Nadia, se abre por completo un nuevo capítulo.

“Un cuerpo habla”. Esa frase era lo que les repetían las autoridades a integrantes del grupo Buscando a Nadia en más de una oportunidad en estos 16 meses de búsqueda. A primera vista se observan algunos puntos débiles en la investigación. Una cuestión es el restringido rastrillaje ordenado por la Policía, porque no llegó hasta este predio próximo, pero incluso fue parcial la búsqueda que se hizo en el sitio donde aparecieron la bicicleta y la mochila, porque la remoción se llevó a cabo en agosto -con crecidas del arroyo mediante- y se concretó porque el padre consiguió maquinaria privada para hacerlo.

Otra falla correspondería al juzgado, que recién inició las indagatorias en febrero de este año, 14 meses después de que desapareció Nadia.

Por último, una de las noticias más difundidas fue la de un jerarca de Interpol que anunció que había indicios de que Nadia podría haber salido del país. Los integrantes del grupo llamaron de inmediato al Ministerio del Interior, quienes les confirmaron que no había ningún dato que hiciera pensar eso; el grupo pidió a Interpol un desmentido, pero nadie se hizo cargo.

“Nos tenemos que asegurar de que esta vez se actúe bien”, dijeron ayer las integrantes del grupo, que constantemente han hecho gestiones en diferentes ámbitos para que el caso se dilucide.