Los jugadores de Cerro Largo llegaron desde el vestuario con flores para las madres de su tribuna y se las entregaron por arriba del alambrado. Que también hayan regalado el gol inicial no es un deshonor sino una alternativa del juego producida en la primera media hora.

Hasta ese entonces, el luminoso encuentro del Franzini ya había atravesado etapas diversas. El apabullante dominio inicial violeta tuvo fuertes instancias. De entrada, jugados dos minutos, hubo un casi penal que para los hinchas locales era penal entero, por lo cual agredieron verbalmente al asistente, al que le dijeron de todo. Lo cierto es que Ubriaco, muy bien asistido por Marcelo Costa, dio tiro libre al lado de la línea del área melense. Los hinchas recién se despabilaron cuando los SMS de quienes lo veían por televisión les hicieron saber del acierto arbitral. Mientras tanto, en la propia ejecución del tiro libre, Nico y compañía seguían peloteando a los arachanes, que se defendían con nueve en el área casi con desesperación.

A los 6 minutos hubo un festejado gol de Nicolás Olivera anulado por posición adelantada en la boca del arco. Recién a los 13 se pudo dar por roto el asedio impuesto por el equipo dirigido por el Chavo Díaz con mucha sapiencia. Y a los 21 Adolfo Lima hizo que un envío desde el costado tocara el horizontal del arco defendido por Irrazábal.

Hay que anotar que si algo le faltaba a ese ataque constante fogoneado por los volantes Diego Rodríguez y el esplendoroso Federico Pintos (el Pintos que anda por el medio de la cancha, no el del lateral derecho, el más experimentado Pablo, que también es bueno pero no tanto), fue una apertura de cancha más decidida ante una defensa que se abroquelaba con eficiencia.

Tanto no funcionaban bien esos aspectos que el director técnico hizo el cambio más viejo del mundo, muy practicado en la antigüedad con jalvitas, y así fue que el Facha Ferreira se fue de derecha a izquierda y el movedizo Matías Britos, de izquierda a derecha. Y ahí llegó el aditamento de la suerte que tienen los que hacen bien las cosas. En uno de los ataques frecuentes, en menos de seis minutos del trueque de posiciones, Ferreira facturó bien ante el regalito rival. Capaz que igual lo hacía Britos pero lo hizo el Facha.

Cinco minutos después el mismo Britos, muy activo, dio con un tiro en los caños defendidos por Campaña.

El segundo tiempo llegó con más pausa. Defensor conforme y Cerro Largo buscando sin aciertos. Así se fueron los 22 o 23 minutos iniciales. Apenas un tirazo de Federico Pintos para que se luciera uno de los goleros de la preolímpica, dos cambios defensivos de Cerro Largo, uno muy llamativo, el de la salida de Rodrigo de Oliveira, un jugadorazo brasileño que, si fuera uruguayo, bien podría ser alternativa de Egidio o el Ruso en el equipo de Óscar Washington. Algo dijo el bayano al cruzarse con Danielo Núñez, y éste dijo más y con más fuerza. Es un puntal y seguramente no acató alguna indicación concreta y, por eso, fue al banco. Y el hombre no está acostumbrado a eso…

En los 20 finales todo se animó nuevamente. Entraron a la cancha ese botija-genio Diego Rolan y, en los del interior, el argentino Nicolás Guevara, uno que también las sabe lungas. Y se picó nomás, con empate incluido por cabezazo incluido de Guevara tras precioso centro de Ruiz.

El 1-1 duró tres minutos. Faltando poco para el final, cual gamo joven, Rolan fabricó una joya futbolística y rescató los dos puntos que se escapaban. Lindo gol.

Ya en la hora, Guevara erró un gol en la raya y la emoción ya era demasiada, por lo cual Ubriaco terminó todo.

Al final, de dos cuadros muy buenos, técnicamente parejos, ganó el mejor. No sólo fue mejor que el equipo de Danielo, sino que es el mejor de todos los que andan jugando en este Clausura que parece difícil que se le escape. Ahora viene el postergado partido ante Rentistas -claro que Defensor tiene que ir hasta la zona rural de Montevideo adonde no van ni Nacional ni Peñarol- y después aguardan Bella Vista, El Tanque y River Plate.

Capaz que festejan antes de tiempo. Ya tienen ventaja de un punto ante Liverpool y tres respecto de Nacional y Peñarol. También pelean la Tabla Anual con posibilidades ciertas.

Y téngase en cuenta que hoy no elogiamos el buen trabajo en divisiones juveniles sostenido durante años ni la ponderación directriz, sino la existencia de un equipo que juega muy pero muy bien, en un aplauso al fútbol puro, nomás.

Detalles

Estadio Luis Franzini. Árbitros: Darío Ubriaco (6), Marcelo Costa, Andrés Pollero, Daniel Rodríguez.

Defensor Sporting (2): Yonathan Irrazábal (6); Pablo Pintos (5); Ramón Arias (5); Néstor Moiraghi (7, manda atrás); Robert Herrera (6); Torito Rodríguez (7, siempre); Federico Pintos (8,¡qué bien!); Diego Ferreira (6; 65’ Juan Carlos Amado); Nico Olivera (6, influye); Matías Britos (6; 73’ Diego Rolan); Ignacio Risso (6; 86’ Andrés Fleurquin). DT: Gustavo Díaz. SUP: Fernando Rodríguez, Mario Risso, Fernando Fajardo, Brahian Alemán.

Cerro Largo (1): Martín Campaña (6); Raúl Echandía (4); Gonzalo Viera (5); Marcos Otegui (4; 61’ Gonzalo Castillo); Mauricio Ruiz (6); Rodrigo de Oliveira (5; 59’ Juan José Blanco); Rodrigo Vázquez (5); Felipe Klein (6); Adolfo Lima (6); Matías Tellechea (4, 19 años; 65’ Nicolás Guevara); Sebastián Sosa (5, al Napoli). DT: Danielo Núñez. SUP: Ramiro Bentancur, Marcos Neves, Camilo Nassi, Bruno Giménez.

Goles: 31’ Diego Ferreira (DS) entrando solo por la izquierda -recién había trocado andarivel- usufructuando pase de Britos y error de Echandía; 80’ Nicolás Guevara (CL) de cabeza ante centro de Ruiz después de que Sebastián Sosa la sacara del área defensorista, muy habitada, para habilitar al lateral zurdo; 84’ Diego Rolan (DS) en contragolpe con definición de crack, tocando la bola y evitando la salida del golero.