El rector de la Udelar, Rodrigo Arocena, dijo a la diaria que entiende que el proyecto de creación de la nueva facultad “está maduro para hacerse realidad en 2013”. Agregó que a modo de propuesta del equipo rectoral se elaborará un plan de metas específicas a concretar en 2012-2014, que se enmarca en las decisiones de orientación de la Reforma Universitaria. “Entre esas metas se propondrá incluir la culminación de este auspicioso proceso de creación de la Facultad de la Información y la Comunicación”, adelantó. El proyecto, que surgió durante el rectorado de Rafael Guarga, había sufrido un momento de incertidumbre en 2008, cuando se envió una propuesta de creación de la facultad al Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar y fue rechazado tras recibir duras críticas, sobre todo por el escaso desarrollo académico en Liccom y EUBCA, y por la falta de involucramiento de otros actores de la universidad que también estudian la comunicación y la información. En ese momento, el rectorado asumió un rol protagónico en el proceso, y el prorrector de investigación científica, Gregory Randall, se incorporó al ámbito de trabajo en conjunto entre ambas instituciones y otros actores de la Udelar.
A partir de ahí se resolvió la creación del Programa de Desarrollo Académico de la Información y la Comunicación (Prodic), que es cogobernado por los directores e integrantes de los órdenes de EUBCA y Liccom, y representantes de las áreas científico-tecnológica y social-artística de la Udelar. Con esta medida se buscó generar un ámbito en conjunto para construir un espacio que potenciara la vida académica de ambas disciplinas en el país, y que involucrara a otros actores que estudian la temática, además de los dos servicios involucrados. Actualmente, el Prodic cuenta con cinco proyectos de investigación en marcha y con una maestría en información y comunicación, que es cursada por 40 personas.
Los protagonistas
María Urquhart, integrante de la Mesa Ejecutiva de la Comisión para el Desarrollo del Espacio de la Información y la Comunicación (Comdic), y representante del área científico-tecnológica en ese ámbito, no tomaron el episodio de 2008 como “un trancazo”, sino como “una posibilidad de mejora y desarrollo”. En este sentido, explicó que ahora se pueden ver proyectos en los que se está trabajando en conjunto, y el relacionamiento entre ambos es muy bueno, al igual que lo es la inclusión de otros actores universitarios.
El director de Liccom, Gabriel Kaplún, dijo al respecto que consideró “acertadas” las observaciones que el CDC realizó en su momento, y valoró especialmente el apoyo recibido desde rectorado a partir de ese entonces. Sobre este punto, Arocena indicó que el apoyo se debió a que se entendió que el país “necesita cultivar a nivel universitario e interdisciplinario la información y la comunicación”, y enmarcó el proceso dentro de la estrategia general para la Reforma Universitaria. “Estamos para fomentar los cambios a partir de los protagonismos colectivos de los directamente involucrados y, cuando esos protagonismos afloran, como en este caso, hay que apoyarlos decididamente”, sostuvo. Por su parte, el director de EUBCA, Mario Barité, estimó que ahora y entre todos han encontrado “las ideas, los argumentos y la voluntad política para salir adelante”.
Kaplún también habló de la importancia de otras miradas externas a las dos instituciones, como las de los representantes de otras áreas de la Udelar que se sumaron al trabajo y la de expertos extranjeros que evaluaron las realidades de ambos servicios e impulsaron el proceso. Urquhart, como parte de esas “miradas externas”, destacó una postura general tendiente a la construcción en todas las instancias que ha tenido el proyecto. Además, Kaplún comentó que anteriormente se avanzaba entre ambas instituciones pero a un ritmo “muy cansino”, y entendió que cuando surgían obstáculos “se esquivaban en vez de enfrentarlos”. “Con la creación del Prodic, como teníamos que hacer cosas y no sólo hablar de proyectos futuros, nos obligó a pensar y resolver juntos a partir de problemas comunes”, indicó.
T>Ni blanco ni negro El punto de partida de la creación del Prodic fue que ambas instituciones utilizaron el programa de mejoramiento de la calidad de investigación en la Udelar, por el que recibieron financiamiento para que expertos extranjeros realizaran diagnósticos acerca de la situación de desarrollo de la investigación de EUBCA y Liccom. Urquhart sostuvo que en ese entonces se concluyó que la situación no era la ideal pero que tampoco era tan terrible como se esperaba. Algunos de los datos que arrojó ese diagnóstico fueron la baja dedicación de las plantillas docentes a la investigación, pocas publicaciones científicas y de estudios de posgrado, cargos docentes con baja carga horaria, entre otras cosas. Kaplún sostuvo que el Prodic modificó varias de estas situaciones, en primera medida por el cambio en el discurso político, debido a que en la actualidad estos temas comenzaron a ser prioritarios y surgieron nuevos espacios para canalizarlos. Otro hecho que destacó fue la priorización de líneas de investigación que plantearon un rumbo, si bien no se descartan otras ideas. Las líneas priorizadas por el Prodic son “políticas de información, comunicación y cultura” y “sociedad de la información e industrias creativas”. Barité entendió que el hecho de haber comenzado por fortalecer la investigación y los posgrados fue un acierto, porque “es el camino más creativo, el más original y el que ofrece mayores perspectivas de rápido desarrollo”.
Kaplún también enfatizó en la organización que tuvo este espacio, a la que definió como “innovadora” en materia de investigación. En noviembre de 2009 se llamó a ideas de investigación en vez de a proyectos. “Se recibieron 50 ideas que fueron organizadas en mesas redondas con comentaristas externos que destacaron qué ideas les parecían mejores, pero además cuáles podían juntarse. Esto fue muy productivo, sobre todo con la gente que quedaba suelta, y de otra forma no hubiera podido armar un proyecto, porque vio con quién podría trabajar o mejorar su idea. Todas esas sugerencias hicieron que en abril de 2010, cuando se hizo el llamado a proyectos concretos, se presentaran 18 proyectos”, explicó. Además comentó que durante ese período se hizo un seguimiento de los proyectos aprobados, de los que periódicamente compartieron sus resultados, y que también se prevé una lógica similar para el momento de culminación de los proyectos.
Casa nueva, vida nueva
La Udelar ya definió la construcción de un edificio destinado a la futura facultad, que ocupará la manzana que rodean las calles Gonzalo Ramírez, Jackson, San Salvador y Blanes, en el predio del ex Asilo Larrañaga. El edificio deberá respetar algunas estructuras, como un portal y una iglesia de la anterior edificación, que fueron declaradas patrimonio histórico. En el predio se construirán dos edificios que estarán conectados entre sí y ocuparán cerca de 11.000 metros cuadrados: uno para el desarrollo de las actividades de EUBCA y Liccom -o de la eventual facultad- y otro para los demás servicios del área social de la Universidad. La licitación para el proyecto ejecutivo y de obras cerró la semana pasada y se prevé que la primera etapa del proyecto ejecutivo dure hasta octubre, y que en ese momento comience la construcción, que, de acuerdo a lo indicado por Kaplún, no se sabe cuánto tiempo llevará. La primera estimación hecha por la Universidad eran unos cuatro años para los dos edificios, pero a las empresas se les planteó que podían proponer su propio plazo, lo que en caso de ser menor a cuatro años, dará puntaje en el llamado. El director de Liccom señaló que la obra puede llegar a reducirse a tres años, pero el proceso de licitación también puede sufrir demoras.
En lo que refiere a la creación de la facultad, los actores del proceso comentaron que se están planteando una agenda a corto plazo. Urquhart entiende que hay que presentar una iniciativa en la que estén de acuerdo, en primera instancia, los servicios y actores involucrados, para luego lograr la participación y los aportes de las otras áreas de la Udelar. “Eso hay que hacerlo pausadamente para ir pisando sobre seguro. Yo tengo la convicción de que va a salir, pero los actores finales no somos nosotros, y hay que convencerlos”, opinó. En este momento, la Comdic discute un documento con los contenidos y plazos propuestos para la creación de la facultad. Kaplún comentó que el documento plantea una posible estructura académica de la facultad, una posible estructura política y también una de gestión. Asimismo, se prevé la necesidad de tener cargos docentes con más dedicación horaria, y el director sostuvo que hay que ver si contarán con nuevos recursos para eso. Además adelantó que probablemente una vez que estén los acuerdos se abra una ronda de conversaciones con actores universitarios y se tendrá en cuenta sus aportes, previo al envío del documento al CDC. Si bien manifestó que la decisión final no dependerá de ellos, Kaplún indicó: “Hay condiciones que antes no había, pero además esperar más no sería bueno porque hay procesos que a veces se estancan si uno no da pasos”. “Eso, sumado a las condiciones favorables de la Universidad y del país, las que creo que hay que aprovechar, nos hace pensar que sería posible que en 2014 la facultad esté instalada y funcionando”, añadió.
Por su parte, Barité expresó que el tema de la facultad no es una cuestión que “le quite el sueño”. “Seremos lo que debamos ser, o lo que podamos ser. En todo caso, lo que pretendemos es tener una presencia universitaria plena. El tiempo dirá”, concluyó. Mientras tanto, Arocena consideró “muy viable” que haya un amplio apoyo para culminar el proceso por parte del resto de los actores integrantes del CDC.