Para muchos de los muchachos que participaron la semana pasada en el amistoso ante Egipto, ese juego quizá haya sido el último internacional de esta categoría dado que los dos próximos, ante Chile y Honduras, serán la última semana antes de irse a Londres, en julio, y ya estarán definidos los 18. Dado que existe la posibilidad de que se incluya a tres integrantes de la selección absoluta y varios de los sub 23 que juegan en otras ligas, en ese grupo no estará la mayoría de los que están entrenando actualmente.

En las próximas convocatorias el número de citados bajará notoriamente aunque este primer ciclo culminará recién el 14 de mayo. De hecho, quienes trabajaron esta semana, a excepción de los de Peñarol y River Plate, que como juegan hoy no fueron afectados a la preparación de la última semana de abril, ya sienten que han pasado un filtro tras la presentación ante los egipcios. Son los mismos que estuvieron en el estadio Artigas, menos los carboneros Gelpi, Albín, Milito Silva y Cristóforo, con la reincorporación del arquero vicecampeón mundial en la categoría sub 17 Mathías Cubero y del juvenil bohemio Maximiliano Olivera.

Se empieza a delinear una lista de 22 o 23 futbolistas de los que están jugando en el medio local, que seguramente quedará drásticamente reducida cuando se lleve a cabo el primer corte a 35 de la gran nómina. Martín Campaña (Cerro Largo), Leandro Gelpi (Peñarol), Mathías Cubero (Cerro), Emiliano Albín (Peñarol), Marcelo Silva (Peñarol), Ramón Arias (Defensor Sporting), Alexis Rolín (Nacional), Mathías Abero (Nacional), Maximiliano Olivera (Wanderers), Alejandro Silva (Fénix), Facundo Píriz (Nacional), Maximiliano Calzada (Nacional), Diego Rodríguez (Defensor Sporting), Jonathan Barboza (Liverpool), Federico Pintos (Defensor Sporting), Camilo Mayada (Danubio), Brahian Alemán (Defensor Sporting), Sebastián Cristóforo (Peñarol), Tabaré Viudez (Nacional), Gonzalo Bueno (Nacional) y Rodrigo Aguirre (Liverpool) son los que más se han repetido en estas nominaciones.

Está previsto que la preparación final comience el 18 de junio. Ese día ya se sabrá quiénes son los jugadores mayores que participarán en esa fase de entrenamiento, apenas una semana después de haber jugado en Montevideo el partido de clasificatoria mundialista ante Perú.

El 8 de junio, el viernes anterior al partido de la clasificatoria ante los incaicos, habrá una restricción de la lista a 35 jugadores y el 7 de julio vence el plazo para presentar la integración definitiva de los 18 inscriptos para competir -los 15 nacidos desde el 1º de enero de 1989 y los tres mayores- y los cuatro posibles relevos para el caso de lesiones de mediana gravedad o que representen mucho tiempo de evolución. Estos últimos pueden ser de cualquier edad y entre ellos se debe incluir necesariamente un golero, pero los que sean mayores sólo pueden sustituir a los mayores en caso de tener que cambiar, por lo que es difícil imaginar que haya en los relevos más de un jugador de la selección absoluta.

La delegación partiría rumbo a Gran Bretaña el 19 de julio. El torneo de fútbol olímpico comenzará el jueves 26 de julio -Uruguay debuta en Manchester ante Emiratos Árabes Unidos- y se extenderá hasta el sábado 11 de agosto.

Este primer ciclo sólo de jugadores que están participando en el Uruguayo culminará el 14 de mayo, cuando deberán empezar a trabajar con la selección absoluta para los partidos ante Rusia -en Moscú el 25 de mayo- y los de la clasificatoria en Montevideo frente a Venezuela (el 3 de junio) y Perú (10 de junio). El 18 de junio comenzará la fase final de preparación olímpica ya con la incorporación de todos quienes sean confirmados de los que integran el listado preliminar y se desempeñan en clubes del exterior. Entre ellos se incluye a los sub 23 Sebastián Coates (Liverpool, Inglaterra), Leandro Cabrera (Numancia, España), Matías Aguirregaray (Palermo, Italia), Diego Polenta (Bari, Italia), Mauricio Pereyra (Lanús, Argentina), Gastón Ramírez (Bologna, Italia), Nicolás Lodeiro (Ajax, Holanda), Matías Mier (Universidad Católica, Chile), Jonathan Urretaviscaya (Vitória, Portugal), Abel Hernández (Palermo, Italia), Jonathan Ramírez (Vélez Sarsfield, Argentina) y David Texeira (Groningen, Holanda).

El camino o la vuelta al trillo

La última vez que Uruguay jugó un partido de fútbol por los Juegos Olímpicos fue hace casi 84 años, el 13 de junio de 1928, cuando en la repetición de la final -tres días antes, en el mismo estadio Olímpico de Amsterdam, habían empatado 1-1 con alargue de 30 minutos incluido-, el equipo celeste derrotaba a sus conocidos y vecinos de Argentina 2-1.

Con varios cambios, ese día Uruguay cerró para el siglo XX su invicto olímpico y sumó su segunda estrella alineando al Buzo Andrés Mazzali en el arco, el Mariscal José Nasazzi y el Indio Pedro Arispe en la zaga; la Maravilla Negra José Leandro Andrade, Juan Píriz y Álvaro Gestido en la línea media y en la línea de forwards, Juan Pedro Arremón, Héctor Scarone, René Borjas, el Vasco Pedro Cea y el Chueco Roberto Figueroa. Los goles los hicieron Roberto Figueroa y Héctor Scarone -a la sazón, el mejor jugador del mundo- a partir de un pase de René Tito Borjas, quien inmortalizó el “Tuya, Héctor” que acompañó con el pase gol. Ese día no jugaron, como en la primera de las finales, jugada 72 horas antes, el Gallego Lorenzo Fernández, Santos Urdinarán, el gran Perucho Petrone ni Antonio Campolo.

La saga olímpica seguirá con jugadores que pertenecen a por lo menos cuatro generaciones posteriores a las de aquellos campeones que si hoy vivieran tendrían una edad promedio de 108 años, el jueves 26 de julio a las 13.00 de nuestro país, en encuentro que se celebrará en el estadio Old Trafford de la ciudad de Manchester. El domingo 29 van al estadio Wembley de Londres -uno nuevo pero emplazado en el mismo lugar donde en la inauguración del Mundial de 1966 Horacio Troche le presentó sobre la alfombra roja a la reina a sus diez compañeros celestes-, Uruguay jugará con Senegal (también a las 13.00). La actividad de los nuestros en la serie inicial se cerrará el 1º de agosto en Gales, en el imponente estadio Millenium de Cardiff, donde los nuestros enfrentarán a los locales (¿?), o más o menos: vaya uno a saber cuál será la reacción del público galés ante una selección integrada por mayoría absoluta de jugadores ingleses, pero también la convocatoria está abierta a escoceses, galeses y noirlandeses por tratarse de un representativo de Gran Bretaña, a diferencia de lo que sucede en los torneos organizados por la FIFA, en los que cada país es representado por separado por cada asociación nacional. La posibilidad está abierta para que jueguen todos los nacidos en Gran Bretaña, pero las federaciones de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, afiliadas como independientes a la FIFA, se oponen a que ello suceda por miedo a perder a posteriori su representación en el mundo del fútbol. Es muy posible que Ryan Giggs -que en 2007 dejó la selección de Gales- sea uno de los tres mayores de esta inusual selección, al igual que el inglés David Beckham, que en su cómodo retiro está jugando en Estados Unidos.

Si Uruguay gana el grupo deberá jugar el 4 de agosto en ese mismo campo -el excelente estadio fue construido para el Mundial de Rugby de 1999- frente al segundo del grupo B (México, República de Corea, Gabón o Suiza), pero si termina en la segunda colocación jugará el 4 en Wembley ante el primero del B. La cosa cambia después: el ganador del partido en Cardiff jugará en Manchester ante el ganador del primero del grupo C (Brasil, Egipto, Bielorrusia o Nueva Zelanda) con el segundo del D (España, Japón, Honduras o Marruecos), mientras que el triunfador en cuartos del partido en Wembley deberá enfrentar al vencedor del partido entre el primero del D y el segundo del C.

Esos triunfadores se verán al final del camino en Londres, en Wembley, el 11 de agosto, mientras que los que vayan por el bronce finalizarán un día antes en Cardiff.