Este cronista insiste en la transtextualidad entre música y fútbol. Es una manía, será porque son dos de mis grandes pasiones, en mi universo la conexión que tienen es mágica. Con melodías, como las que ejecutó el Nico Olivera el domingo por la mañana en el último instante, me resulta imposible no caer en la asociación futbol-música. El gol del Nico en el Nasazzi fue un hermoso reggae, de esos que te levantan el ánimo en esos días que no te sale una, de los que te vuelven el alma al cuerpo. El crak bajó un gran pase del discípulo Diego Rolan, le enganchó al Fede Díaz hacia adentro y en vez de cruzarla, la metió contra el palo derecho de Frascarelli. Luego el grito de gol, los brazos al cielo y los acordes más dulces ya sonaban en el Prado.

El partido fue bravísimo para los del Chavo Díaz; Bella Vista se paró muy bien, y la defensa papal desde el comienzo comenzaba a realizar un gran trabajo. Defensor, sin perder la calma, fue arrinconando de a poco a los locales; el Fede Pintos despertó el “uh” cuando ingresó al área y sacó un fierrazo, perdiéndose la bocha apenas ancha. El Facha Ferreira -con impronta de delantero- también levantaba suspiros de gol cuando sobre el segundo palo cabeceaba y la pelota rozaba el caño izquierdo. Los papales en ataque hacían lo que podían; en el medio, por la derecha, el pibe Matías Abisab iba y venía, realizando un gran despliegue, y el Rulo Varela intentaba dos por tres escurrirse entre la línea final violeta. Pilipauskas sobre el cierre se devoró un gol.

El complemento arrancó complicado para la visita: a los 57 Pablo Pintos bajaba al joven pillo y atrevido Matías Abisab y veía la roja. Los tuertos -con el ingreso de Diego Rolán sumado al de Juan Carlos Amado, cam- bios habituales y efectivos- disimularon el hombre de menos. La viola crecía y Bella Vista, a pesar del hombre de más, se retrasaba minuto a minuto. El empate parecía no llegar, Frascarelli crecía bajo los tres palos, Viduka Ruiz Díaz y Pilipauskas despejaban todo, defendían con el cuchillo entre los dientes. La concentración y el orden táctico parecían darle el punto que salvaban matemáticamente, del descenso, a los dirigidos por Alonso. Según el poeta romano Ovidio, “La gota perfora la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia...”.

Ya en tiempo de descuentos, luego de insitir con la misma receta, apareció el pase de Rolán, y estaba el Nico para darle play y cambiar el fin del cuento. Los dirigidos por el Chavo no abandonaron su estilo de juego nunca, jamás se desesperaron, ganaron un cotejo dificilísimo en una cancha áspera y están a un triunfo de conseguir el título del Clausura, pero lo más lindo fue que nos regalaron un triunfo emocionante, de los que no se olvidan, empapado de libertad, porque como dijo Bob Marley “el fútbol es libertad”.

Detalles:

Estadio José Nasazzi. Árbitros: Daniel Fedorczuk, Nicolás Tarán y Eduardo Aguirre. Bella Vista (0): Damián Frascarelli (seguro); Leonel Pilipauskas; Esteban Maga; Haibrany Ruiz; Federico Díaz (90’ Javier Guarino); Ignacio Nicolini; Jesús Belase (77’ Federico Laens); Matías Abisab (promete); Silvio Bosco Frontán (85’ Hebert Collazo); Andrés Rodríguez; José Varela. DT: Diego Alonso. Sup: Nicolás Gentilio, Damián Santín, Gonzalo Freitas y Gustavo Aprile.

Defensor (1): Yonatan Irrazábal; Ramón Arias; Néstor Moiraghi; Robert Herrera; Pablo Pintos (expulsado a los 56’); Diego Facha Ferreira (63’ Juan Amado); Toro Rodríguez; Federico Pintos (va y va); Nico Olivera (maestro; 90’ Andrés Fleurquin); Matías Britos; Ignacio Risso (73’ Diego Rolán). DT: Gustavo Díaz. Sup: Fernando Rodríguez, Mario Risso, Fernando Fajardo y Brahian Alemán.

Goles: 90 Nicolás Olivera (D).